Cultura de pobreza Oscar Lewis

15 Pages • 5,478 Words • PDF • 864.3 KB
Uploaded at 2021-09-24 10:21

This document was submitted by our user and they confirm that they have the consent to share it. Assuming that you are writer or own the copyright of this document, report to us by using this DMCA report button.


LA CULTURA D E LA ÓSCAR LEWIS

Aunque se ha escrito muchísimo IOIH« la pobreza y los pobres, es relativamente nuevo el concepto de una cultura de la pobreza. Yo fui, sin duda alguna, el primero en exponerlo en mi libro Antropología de la pobreza. La frase es pegajosa y ha sido ampliamente interpretada y tergiversada.' Michel Harrington la utilizó en su libro La cultura de la pobreza («The Other America», de 1961), que influyó de modo importante en el programa contra la pobreza del gobierno norteamericano. Con todo, Harrington usó el término en un sentido más amplio y menos técnico. Intentaré volver a definirlo con mayor precisión, situándolo como un modelo conceptual, poniendo énfasis en la distinción entre la pobreza y cultura de la pobreza. La ausencia de estudios antropológicos intensivos sobre las familias pobres de una extensa variedad de contextos culturales y naciones (en especial de familias pobres de los pauses socialistas), es un serio inconveniente para formular esquemas culturales válidos. El modelo aquí presentado es por tanto provisional y sujeto a las modificaciones que otros estudios * Sin emtMigo la discuóón al respecto ha údo bastante pobre en las revistas profeñonale*. Sólo dos articulo* abordan d tema con algún detalle, el de Elizskbeth Henwg «Some Asiumpticms about The Poor», y d de Uoyd Ollin «Inherited Powerty».

52 Pensamiento Crítico, Habana, nº 7, agosto de 1967. www.filosofia.org

inevitables traerán consigo. A través de la historia, encontranu» en la literatura, en los proverbios y en los refranes populares, dos valoraciones opuestas de la naturaleza del pobre. Algunos caracterizan al pobre como ser bendito, virtuoso, confiado, sereno, independiente, honesto, generoso y feliz. Otros lo definen como ser malvado, perverso, violento, sórdido y crimina]. Estos juicios contradictorios y confusos también se reflejan en la lucha interna que tiene lugar en la presente guerra contra la pobreza. Algunos insisten en los dones potenciales de los pobres para la ayuda propia, la dirección y la organización de sus comunidades, mientras que otros señalan el efecto —en ocasiones indestructible— de la pobreza sobre el carácter individual y, por tanto, hacen énfasis en la necesidad de que el dominio y dirección de los pobres, permanezcan en manos de la clase media, quien es de presimiir posee mejor salud mental. Estos puntos de vista opuestos reflejan una lucha por el poder poUtico. Sin embargo, parte de la confusión deviene del fracaso para distinguir entre la pobreza per-se y la cultiua de la pobreza y de la tendencia de examinar a la personalidad individual con preferencia al grupo, esto es, la familia y la comunidad del barrio bajo. Como antropólogo, he intentado captar la pobreza y sus rasgos concomitantes como una cultura, o para ser más preciso, como una subcultura^ con sus propias estructuras y razones, como un modo de vida que se hereda de generación en generación a través de las lineas familiares. Este punto de vista concentra su atención en d hecho de que la cultura de la pobreza en las naciones modernas no es únicamente un asunto de priva-: Clones económicas, desorganización o carencia de algo. Es tamtnén algo positivo y otorga ciertas recompensas sin las cuales los pobres no podrían ccmtinuar. En algún otro lado he sugerido que la cultura de la pobreza trasciende las diferencias regionales, rurales, urbanas y nacionales y muestra extraordinarias semejanzas en lo que se refiere a estructuras familiares, relaciones interpersonales, orientación en materia de tiempo, sistemas de valores y esquemas de consimios. fctas semejanzas internacionales son ejemplos de

* Aun cuando el término «tubcultaia de la pobreza> e* técnicamente más correcto, usaré cultura de la pobreza ccmio una forma tewmida.

53 Pensamiento Crítico, Habana, nº 7, agosto de 1967. www.filosofia.org

invención independiente y de convei^^enda. Son respuestas comunes ante pn^lemas cranunes. La cultura de la pobreza puede existir en función de una variedad de ccHitextos históricos. Sin embargo, tiende a crecer y florecer en sociedades con el siguiente cuadro de condiciones: 1) ima economía casera, trabajo JOTnalero y producéis para el beneficio inmediato; 2) un elevado nivel persistente de escasas oportunidades para el trabajador no calificado y desempleo; 3) sueldos muy bajos; 4) el fracaso en la consecución de organizaciones económicas, políticas y sociales (ya sea sobre una base voluntaria o por imposición gubernamental para la población de bajo nivel de ingresos; 5) el predominio de un sistema bilateral de parentesco sobre im sbtema unilateral; y finalmente, 6) la existencia de una tabla de valores en las clases dominantes que insiste en la acumulación de riquezas y propiedades, la posibilidad de una movilidad ascendente y el espíritu ahorrativo, y que explica el bajo nivel de ingresos como el resultado de la inadecuación o la inferioridad personal. El sistema de vida que se produce bajo tales condiciones entre un muy numeroso sector de los pobres es lo que se conoce como la culttua de la pobreza. Puede ser estudiado en forma óptima en las barriadas urbanas o rurales y permite ser descrito con cerca de setenta rasgos sicológicos, sociales y económicos que se relacionan entre si. Con todo, el número de radios y las relaciones entre ellos pueden variar de sociedad a sociedad y de familia a familia. Por ejemjdo, en una sociedad altamente cultivada, el analfabetismo puede aar un diagnóstico más eficaz de la cultui^a de la pobreza, que en ima sociedad donde el analfabetismo está muy extendido y donde, incluso, los ricos pueden ser analfabetos como sucedió en ciertos pueblos mexicanos antes de la Revolución. La cultura de la pobreza es a la vez un afán dp adaptarse y una reacción de los pobres ante su posición marginal en una sociedad capitalista, de estratificación clasista y vigoroso individualismo. Representa un esfuerzo para detener los sentimientos de desesperación y desesperanza que surgen al hacerse notoria la improbabilidad de alcanzar el éxito en términos de los valores y metas de ima gran sociedad. En verdad, muchos de los ra^os de la cultura de la pobreza pueden ser vistos como intentos de soluciones locales para problemas no resueltos por las instituciones y agencias existentes, porque la gente no resulta el^ble, o no puede soportarlos, o kx igoan y desconfía, de ellot. 84 Pensamiento Crítico, Habana, nº 7, agosto de 1967. www.filosofia.org

Por ejemplo, incapaz de obtener crédito de los bancos, la gente pobre es arrojada a sus propios recursos y obligada a organizar sistemas de crédito informal sin interés. La cultura de la pobreza, sin embargo, no es sólo un grado de adaptación a un cúmulo de condiciones objetivas de la gran sociedad. Una vez que surge tiende a perpetuarse a sí misma de generación a generación gracias a su efecto «obre los" niños, cuando los niños de los barrios bajos tienen seis o siete años de edad y han absorbido por lo común los valores básicos y las actitudes de su subcultura y no están sicológicamente capacitados para tomar plena ventaja de las condiciones de cambio o el aumento de oportunidades que puedan darse en el transcurso de su existencia. Con gran frecuencia la cultura de la pobreza se desarrolla cuando un sistema social y económica estratificado, no se ve quebrantado o remplazado por otro como en el caso de la transición del feudalismo al capitalismo o durante períodos de rápido cambio tecnológico. Con frecuencia es resultado de conquistas imperiales que aplastan las estructuras sociales y económicas de los nativos y mantienen a éstos en un estado de servil colomalismo, muchas veces durante varias generaciones. También puede darse en un proceso detribalizador como el que ahora se produce en Afnca. Los candidatos idóneos para la cultura de la pobreza son quienes provienen de los estratos inferiores de una sociedad de cambios rápidos y que ya sufren en consecuencia ima enajenación parcial. De estos trabajadores rurales sin tierra, que emigran a las ciudades se puede esperar un más rápido desarrollo de una cultura de la pobreza que de inmigrantes de puebk» agrícolas con una cultura tradicional bien organizada. En este sentido hay un fuerte contraste entre América Latina, donde la población rural hace tiempo efectuó el cambio de una sociedad tribal a una sociedad campesina, y África, que aún está cerca de su herencia tribal. La naturaleza más corporativa de muchas de Jas sociedades tribales de África, ú se les compara con las comunidades rurales de América Latina y la persistencia de los vínculos de pueblo, úeaáe a inhibir o rebasar la formación de una muy ampUa cultura de la polweza, en muchos de k» pueblos y ciudades africanos. Las condiciones d d aqarthád en Afrka del Sur, donde kx immgrantes son segregado* en «lugares» separados y too gozan de Kbertad de movimiento, ciean problemas e^edales. Aquí, al institucionalizarse 56 Pensamiento Crítico, Habana, nº 7, agosto de 1967. www.filosofia.org

la repteáón y la discriminación, se desarrdla un mayor sentido de identidad y \ma mayor conciencia de grupo. La cultura de la pobreza puede ser estudiada desde diversos puntos de vista: la representación entre la subcultura y la gran sociedad; la naturaleza de k» barrios bajos; la natiuuleza de la familia; y las actitudes, vakves y estructura caracterológica del individuo. La falta de participación efectiva y de integración del pobre en las institiMñcmes más importantes de la gran sociedad es ima de las características cruciales de la cultiua de la pobreza. Este es uq asunto complejo y es producto de una variedad de factores donde pueden estar la carenda de recursos económicos, la s^regadón y la discriminación, el temor, la sos' pecha o la apatía, y el desarroUo de soluciones locales a los problemas. Con todo, la participación en algunas de las instituciones de la gran sociedad —por ejemplo, ea las cárceles, el ejército y el sistema de ayuda pública— nó elimina per-se los ra^os de la cultura de la pobreza. En el caso del ñstema de ayuda que escasamente mantiene viva a la gente, tanto la pobreza básica como el sentimiento de desesperación se perpetúan en lugar de eliminarse. Los salarios bajos, el desempleo y el empleo parcial crónicos, conduce a bajos ingresos, falta de bienes propios, ausencias de ahorros, carencia de reservas de comida en la casa y una escasez inveterada de dinero en efectivo. Estas ccmdiciones reducen la posibilidad de una participación efectiva en un gran ñstema ectmónúco. Y cmno ima respuesta a estas condiciones se encuentra en la cultura de la p
Cultura de pobreza Oscar Lewis

Related documents

15 Pages • 5,478 Words • PDF • 864.3 KB

3 Pages • 1,238 Words • PDF • 186.9 KB

202 Pages • 75,659 Words • PDF • 3.1 MB

23 Pages • 2,634 Words • PDF • 489.8 KB

6 Pages • 2,702 Words • PDF • 50.5 KB

41 Pages • 1,668 Words • PDF • 2.4 MB

24 Pages • 4,024 Words • PDF • 119.2 KB

452 Pages • 41,732 Words • PDF • 1.8 MB

14 Pages • 3,281 Words • PDF • 6.1 MB

413 Pages • 41,575 Words • PDF • 24.6 MB

106 Pages • 59,927 Words • PDF • 8.6 MB