La mitocritica y el personaje de Ulises

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La mitocritica y el personaje de Ulises 1/2/21

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PowerPoint - la mitocritica Temas: introducción, aplicación de la mitocrítica, el personaje de Ulises en el tiempo, conclusión. Introducción: La mitocrítica en principio, se denomina mitocrítica a un sistema de interpretación antropológica de la cultura concebido por el filósofo francés Gilbert Durand en su obra Las estructuras antropológicas de lo imaginario (1960). En literatura esto implica un método de análisis que es a la vez sincrónico (los temas redundantes u obsesivos de una obra) y diacrónico (las correlaciones del mito con dichos temas en una obra de otra época y/o de otra cultura). Hoy constituye un instrumento fundamental en las transposiciones cinematográficas de temas míticos, con revistas especializadas (Amaltea, por ejemplo) y congresos internaciones específicos sobre esta disciplina. De ahí que sea posible analizar las recurrencias de un mismo mito a lo largo del tiempo y de las culturas. El personaje de Ulises en el tiempo Podemos ver que este apartado nos va a mostrar en doce textos las diferentes versiones que existen sobre el mismo personaje mitológico que va a ser Ulises. Conclusión: La mitocrítica en los doce textos hay doce Ulises diferentes. Pero el mito es uno solo, leído en doce momentos desde doce autores diferentes. El mismo personaje es aristócrata y filósofo, amante y falso, viajero y esclavo, sabio y soberbio. Esta calidad proteica de Ulises está presente en el primer verso de la Odisea, donde se lo describe como “multiforme varón” (Ándra polítropos). Podemos decir como conclusión que un solo hombre es en el tiempo y a través del mito son todos los hombres. Apuntes: la mitocrítica Temas: teatro griego, visión del cambio, infinito, soberbia, falta, némesis, entre otros. Aquí se analizarán las proyecciones del mito en la literatura, tanto de modo sincrónico como diacrónico. A su vez, se realizará una primera aproximación a la mímesis o representación teatral, diferenciándola de la diégesis (narración), tal como se la encuentra en Odisea. Hay que tener presente que la literatura se estructura a partir de símbolos más que de conceptos. Uno de los aspectos que permite comprender el desarrollo del teatro griego (el primero en existir en su tipo) es su concepción de la vida y del cambio. Todo es variable, la fortuna puede sonreír hoy y abandonar mañana. Lo que hoy es un éxito puede abrir la puerta a un fracaso, y viceversa. Complementaria de esta visión del cambio (claramente asociada a Heráclito) es la de Anaximandro de Mileto. Filósofo físico (es decir, buscaba el origen de la existencia en la naturaleza), vivió durante el siglo VI (murió aproximadamente en 547 a. C). Simplicio, un autor posterior, dice de él lo siguiente: De entre los que dicen que es uno, moviente e infinito [el Ser], Anaximandro, hijo de Praxiades, un milesio, sucesor y discípulo de Tales, dijo que el principio y elemento de las cosas existentes era el ápeiron [indefinido o infinito: literalmente: “carente de perímetro”], habiendo sido el primero en introducir este nombre de principio material. De ellos les viene el nacimiento a las cosas existentes y en ellos se convierten, al perecer, “según la necesidad”; “pues se pagan mutuamente pena y retribución por su injusticia según la disposición del tiempo”, describiéndolo así en términos bastante poéticos. (Simplicio, Física, Fragmentos 24,13). Del fragmento citado se corresponden tres conceptos centrales: el Ápeiron o Infinito es de donde proviene todo. Así, allí todo regresa, incluyendo las consecuencias de todos los actos. Un acto provocado contra los dioses o cualquier tipo de Hybris o soberbia implica una Hamartía o falta (San Pablo, ya en época cristiana, reutilizará este término para indicar “pecado”), cuya consecuencia es la Némesis o, más precisamente, implica “cargarse de Némesis”. Esto implicará, en algún momento del transcurso del tiempo, un pago o “retribución” para compensar la falta cometida y esa “deuda” con la cual el individuo o la sociedad entera se han cargado. Este pago puede alcanzar no solo a quien lo cometió, sino a un pueblo entero, a sus descendientes, etc. La restauración del equilibrio Anaximandro de Mileto es el elemento central del pensamiento griego, y es específicamente central en la tragedia, en donde tendrá un uso pedagógico. PowerPoint: El camino del heroe Temas: esquema amplio del camino del héroe, esquema sintético del monomio de investidura real, breve resumen del mito, entre otros. Esquema 1: el camino del heroe

Esquema 2: esquema sintético del monomio de investidura real

Breve resumen del mito: El mito de Edipo a quien Charles Segal considera como el “mito arquetípico de la identidad occidental "consiste en una transgresión que Friedrich Nietzsche considera fundadora de la filosofía. Resolver el enigma de la esfinge es un acto que carga de culpa a Edipo, pero, al mismo tiempo, redime al género humano al darle el conocimiento. Por tanto, Edipo es el “primer filósofo”, ya que responde la pregunta por la identidad del hombre. Transgresión al monomio de investidura real (Edipo) 1. El origen oscuro o incierto del héroe. 2. Su infancia y adolescencia suceden lejos (ya sea espacial o simbólicamente) del escenario de sus aventuras. 3. La desobediencia a un rey, de un maestro o al mismo padre del héroe. 4. La prueba, que suele tomar la forma del combate con el monstruo (las más de las veces, un monstruo femenino) al que se derrota por propia voluntad y mediante el intelecto (la resolución del enigma de la esfinge) 5. La victoria contra el monstruo, obtenida de manera “antinatural” provoca que el premio también lo sea (el matrimonio con la madre). Conclusiones: Como una conclusión podemos decir que observar el mito de Edipo implica una infracción notable a este camino, ya que él vence al monstruo femenino (la Esfinge Cantora) mediante el intelecto y la palabra, y no mediante la fuerza y el arma. Además, ha actuado sin guía, a tal punto que lo ha asesinado (su padre) o abandonado (su padre adoptivo). Por tanto, el final del camino no puede ser la muchacha, la conversión con lo femenino en forma paradisíaca, en cuanto es un destino nuevo, sino el regreso a lo femenino en su forma infernal, o, incluso peor, en forma de limbo: la unión con su madre, la vuelta al origen, el lugar al que no había que retornar. La dignidad de este héroe deviene ya no de su capacidad de triunfar ante el monstruo, sino en la de enfrentar el desafío de conocerse a sí mismo y de asumir ese peso (tal como hace Edipo al abandonar Tebas: ciego, pobre, y repudiado).