Vida y sueños de un misionero

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Indispensable para toda BIBLIOTECA FAMILIAR CATÓLICA

Derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida total o parcialmente sin permiso de los titulares. ISBN: 978-607-8660-01-8 Diseño y edición de interiores: Rodolfo Romero Espinoza [email protected] Ilustraciones: Iram Ediciones Apóstoles de la Palabra Melchor Ocampo 20 Col. Jacarandas, Iztapalapa 09280 México, DF Telfax: 01(55)5642.9584 Telfax: 01(55)5693.5013 www.apostolesdelapalabra.org

Ventas e informes: [email protected] Impreso y hecho en México Printed and made in Mexico

PRÓLOGO Si buscas en estas páginas doctrina pura, testimonios edificantes o consejos paternales, siento decirte de antemano que te voy a defraudar. Más bien aquí encontrarás el corazón de un hermano al descubierto, en sus luchas diarias, sueños, alegrías y sufrimientos. Ojalá que te sirva de estímulo para pensar y luchar.

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Padre Flaviano Amatulli Valente, fmap: Un Apóstol de la Palabra de Dios

La conciencia de un pueblo Cuando conocí el Movimiento Eclesial “Apóstoles de la Palabra” en el verano de 1991 conocí también el libro «Vida y sueños de un misionero», escrito por el padre Amatulli. Me impactó su portada, que mostraba una pintura artística del padre, en colores sepia, que lo representa semejante a un profeta bíblico, imponente, con la unción de un hombre de Dios que le caracterizó. En mi reciente visita a Italia, en la casa de Tina Miccolis, su sobrina, pude apreciar el cuadro original y revivir la experiencia vital que me motivó a ser apóstol de la Palabra. Pero me impactó, aún más, su rico contenido. En este libro están presentes los sueños y los ideales del padre Amatulli, expresados en la belleza de un poema, pero con una sobriedad especial. En efecto, para el padre Amatulli el poeta no es sólo un técnico del verso, alguien que sabe hacer rimas y presentar conceptos en forma de poema. El poeta, por el contrario, debe ser la conciencia del pueblo. Eso trató de ser nuestro amado fundador: la conciencia de un pueblo que busca a Dios, que ama a la Iglesia, que desea un mundo mejor, que experimenta la fragilidad y la grandeza, que está en búsqueda constante, que camina hacia una Patria definitiva que está en el Cielo. En este libro podemos asomarnos al corazón del padre Amatulli, para descubrir que lo ha hecho latir a lo largo de su vida: Dios, la Iglesia, el Evangelio, la Biblia, la misión, los pobres, la pobreza evangélica, el Reino de Dios, la búsqueda, el pueblo de Dios, el profetismo, los jóvenes, la libertad, los sueños, los ideales… Testamento espiritual y pastoral «Vida y sueños de un misionero» está tejido, desde sus orígenes, de varios folletos, publicados en diferentes momentos y que se unieron para formar este libro entrañable: “Pensamientos de un peregrino”, “Luchando por el Reino”, “La garrocha”, “La brecha”, “Ideas frescas” y “Gotitas”. En esta nueva edición se ha agregado “Retratos” y “Las Bienaventuranzas del Padre Amatulli”. 5

Se trata de un libro peculiar, que parecía destinado a agotarse en nuestras librerías o a dormir el sueño de los justos en los estantes. Siempre le insistí al padre Amatulli la oportunidad de reimprimirlo. El padre Amatulli siempre se resistía. No parecía interesado. Para mí es un libro que nos permite acercarnos al padre Amatulli, a sus sueños, a su interioridad, a su corazón de padre y pastor. Nos permite conocer sus inquietudes. Finalmente aceptó que se publicara nuevamente. Y aquí está, como un Testamento espiritual y pastoral de nuestro amado fundador. Él sigue hablándonos a través de estas páginas, de corazón a corazón, para mostrarnos la espiritualidad de un apóstol de la Palabra. Buscó el rostro de Dios De “Pensamientos de un peregrino” quisiera destacar dos aspectos. Primero, la búsqueda constante del rostro de Dios que vivió nuestro amado fundador. Lo buscó siempre. Y el Buen Dios quiso llamarlo a su presencia el viernes 1 de junio de 2018, a las 8:44 de la noche. Esa noche, en la funeraria, después de que fuera revestido con las vestiduras sacerdotales, pusimos en sus manos y sobre su pecho, sobre su corazón, una Biblia que le acompañó durante su agonía, como lo pidió en el breve poema titulado “El rostro de Dios”. Este breve poema nos indicó cómo proceder en la perspectiva de su fallecimiento. En la placa, colocada junto a su tumba en la Catedral de San Andrés Tuxtla, escribimos esta frase, que resume toda su vida, que condensa su itinerario espiritual y pastoral: “Buscó el rostro de Dios”. Lo contempló en el rostro de los pobres, a quienes tanto amó (Cfr. Mt 25, 31-46); lo contempló en el Santísimo Sacramento, oculto bajo la especie del Pan eucarístico, pero el Señor lo ha convocado para contemplar su Rostro, para contemplarlo cara a cara en la Jerusalén celestial. Esta es mi oración constante a Nuestro Señor en favor de nuestro amado fundador: “Señor, admítelo a contemplar la luz de tu rostro. Admítelo en la asamblea de los ángeles y los santos”. La línea quebrada El segundo aspecto lo tomaré del poema “Soy pastor”, donde el padre Amatulli nos presenta, brevemente, una de sus grandes conquistas e intuiciones en la línea de la formación y el acompañamiento personal. La expresa así: “mi línea preferida / es la línea quebrada /”.

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Desde su conciencia de ser pastor del pueblo de Dios, el padre Amatulli expresa que un pastor no tiene derecho a escoger una línea pastoral a su antojo, pues ante todo está la primacía de la persona, su dignidad altísima, el proceso que cada persona lleva, el itinerario que cada uno ha emprendido y la pedagogía con la que Dios lo va conduciendo por el camino de la vida. No puede haber, por tanto, una línea rígida ya predeterminada en todos sus detalles. En su poema “Artista de lo indefinido” el padre Amatulli explica lo siguiente: No me gustan los tonos fuertes, las líneas bien marcadas y las figuras completamente definidas. Más bien prefiero los colores tenues, los contornos esfumados y las figuras apenas esbozadas. Así pues, el padre Amatulli y su forma de acompañar a cada hermano consisten en ser “ventana, espejo y trampolín”, no un muro, una camisa de fuerza o un espacio cerrado. Vienen a mi mente las palabras del Santo Padre, el Papa Francisco, que indica que el pastor: «a veces estará delante para indicar el camino y cuidar la esperanza del pueblo, otras veces estará simplemente en medio de todos con su cercanía sencilla y misericordiosa, y en ocasiones deberá caminar detrás del pueblo para ayudar a los rezagados y, sobre todo, porque el rebaño mismo tiene su olfato para encontrar nuevos caminos. En su misión de fomentar una comunión dinámica, abierta y misionera, tendrá que alentar y procurar la maduración de los mecanismos de participación (…) y otras formas de diálogo pastoral, con el deseo de escuchar a todos y no sólo a algunos que le acaricien los oídos» (Evangelii Gaudium, 31). Nuestro padre fundador lo expresa de esta forma, señalando que el pastor:

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A veces tiene que adelantar el paso, otras veces retroceder, correr a la derecha y a la izquierda, hasta volverse incomprensible para sus mismos amigos. Es que no es lo mismo ser profeta o ser pastor. Habría mucho que decir sobre la riqueza y la sabiduría contenidas en este libro, pero bastan estos dos pequeños ejemplos para que cada uno emprenda la reflexión creyente por cuenta propia. Esto es, según el estilo de nuestro amado fundador, sólo ventana, espejo y trampolín, una invitación a sumergirse en el texto para meditarlo. Misionero Si una palabra puede ser útil para describir al padre Amatulli es precisamente la palabra «misionero». Es una palabra que lo describe de cuerpo entero, que presenta lo esencial de su vocación y de su identidad más profunda. En efecto, ante todo nuestro amado fundador fue un misionero que quiso recorrer los caminos del mundo para «dar a conocer la Palabra de Dios con todos los medios posibles». Así, con estas palabras, definió el padre Amatulli uno de los objetivos específicos de los Misioneros “Apóstoles de la Palabra”. Este fue también el objetivo de su vida. Este fue el sueño y el leitmotiv de toda su existencia, desde sus primeros años en el seminario de Conversano, su ciudad natal, cuando expresó con toda la convicción de su alma: «Yo seré misionero». Esta fue siempre la pasión de su vida. Sus sueños estaban tejidos de este llamado fundamental que Nuestro Señor le hizo en un momento determinado de su vida. Todo lo contempló siempre a la luz de la Misión, así con mayúsculas. Esto escribió sobre la misión, que consideró siempre su vida, su única ambición y gloria: No ambiciono riquezas, no busco honores.

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Lo único que soñé desde mi infancia, fue ser misionero, anunciar a Cristo en los lugares más apartados y a los hermanos más necesitados. Este fue el programa de su existencia. Y lo cumplió con creces, evangelizando en las zonas más remotas y haciendo una opción preferencial por los más pobres. Un misionero infatigable, que recorrió la extensa geografía mexicana y emprendió giras apostólicas extenuantes por el Continente de la esperanza, para fortalecer la fe de los católicos, cuestionar a los agentes de pastoral, sembrar el amor a la Sagrada Escritura y multiplicar el número de los evangelizadores. Una carta entrañable Ahora quisiera dar la palabra a la familia de nuestro padre fundador mediante esta carta entrañable, que han dirigido a la Familia Misionera “Apóstoles de la Palabra” con especial afecto y en comunión de sentimientos: Castellana Grotte, Bari – Italia, 02 de junio del 2018. En este momento de grande dolor nos debe sostener la certeza de que nuestro padre Flaviano está junto a Dios. ¡Lo ha buscado toda la vida! Tenemos tantos ejemplos de la presencia de Dios en su vida que no sabríamos cuál elegir y no lo haremos. Para nosotros toda su vida seguirá siendo un misterio. Nació en un momento de grande confusión familiar; el plan de Dios sobre él fue inmediatamente claro para quien estuvo cerca de él. Se distinguió siempre por la certeza de que el primer lugar en la vida (no solamente en la suya) debe ser para Dios. Y siempre fue así. Débil con los débiles y fuerte con los fuertes, humilde con su Dios. Su vida entera, estuvo siempre al servicio de la Palabra de Dios. También en su tierra de misión dejó huella.

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Nunca dijo una cosa o hizo un solo gesto que no fuera a la luz de la Palabra de Dios. Nosotros, sus familiares, le lloramos al hombre que era él. Reír de las pequeñas cosas, recuerdos de juegos inocentes, como por ejemplo: hacer una trenza con su barba, amarrar con una cuerda su pie y amarrar con la otra punta de la cuerda una pequeña piedra, lanzar pequeñas piedras en la ventana de su cuarto cuando descansaba, correr atrás de gatos un poco ruidosos y tantos, tantos otros juegos. Queridos hermanos de otro continente, ¿qué decir? Hablamos idiomas diferentes, comemos comidas diferentes, pero el cariño y amor por este hombre es el mismo; el dolor por su alejamiento físico y las enseñanzas que él nos ha dejado, son los mismos. Usamos nuestras fuerzas en la oración, seguros de ser escuchados. Sigamos sus enseñanzas y llevemos adelante, juntos, la obra que inició. Él vivirá en nosotros. Seas tú acogido en las manos de Dios, querido tío Ninuccio. Con mucho cariño: La sobrina Tina Miccolis, hermanos Rosetta Amatulli, Vincenzo Amatulli, Caterina Amatulli y demás familiares.

Conclusión Hasta aquí esta presentación, que quiere ser una invitación a aprovechar la rica sabiduría que contiene este libro, que permitirá a nuestro corazón palpitar con el mismo ritmo y en sincronía con el corazón de nuestro amado fundador. Finalmente, te invito a que oremos juntos por su eterno descanso: Dios de los espíritus y de toda carne, que sepultaste la muerte, venciste al demonio y diste la vida al mundo. Tú, Señor, concede al alma

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de tu difunto siervo el padre Flaviano Amatulli Valente, el descanso en un lugar luminoso, en un oasis, en un lugar de frescura, lejos de todo sufrimiento, dolor o lamento. Perdona las culpas por él cometidas de pensamiento, palabra y obra, Dios de bondad y misericordia; puesto que no hay hombre que viva y no peque, ya que Tú sólo eres Perfecto y tu Justicia es justicia eterna y tu Palabra es la Verdad. Tú eres la Resurrección, la Vida y el descanso del difunto, tu siervo el padre Flaviano Amatulli Valente. Oh Cristo Dios nuestro. Te glorificamos junto con el Padre no engendrado y con tu santísimo, bueno y vivificante Espíritu. Unidos en la oración, la fidelidad al carisma y el amor a nuestro padre fundador. P. Jorge Luis Zarazúa Campa, fmap Superior general de la Fraternidad Misionera “Apóstoles de la Palabra Ciudad de México; a 1 de enero de 2019, Solemnidad de la Virgen María, Madre de Dios, séptimo mes del fallecimiento de nuestro padre fundador.

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Es un mensaje

de amor y esperanza para los que me quieren. Para los demás… una pesadilla.

PEREGRINO Déjenme caminar; déjenme seguir el hilo de mis sueños, déjenme buscar, déjenme vivir. Persiguiendo voy a mi amada esposa, la Señora Pobreza. Déjenme caminar, déjenme buscar a mi amado Dios. Déjenme vivir.

EL ÚLTIMO DÍA Con la frente en el polvo, el último día, quisiera repetir: “Señor, ten piedad de mí”. Y con la mirada fija en tu cara, señora Muerte, quisiera terminar mi carrera diciendo: “Gracias, Señor”.

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COMO EL ÁGUILA No seas como el cochino, experto en basura. Con el hocico hundido en el lodo, goza en saborear la podredumbre, de la que conoce todos los secretos. Tú aprende del águila: con la mirada fija hacia el cielo, goza en contemplar las estrellas.

MI LUCHA Soy guerrillero, pero odio las armas. Mi revolución es la del Amor. Siguiendo a Cristo, mi único Señor, prefiero dar la vida que quitarla. Estoy seguro de que la única ley que puede salvar al mundo, es la del amor. Amor es la primera y la última palabra del diccionario cristiano, porque Dios es Amor.

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¿POR QUÉ? Seguido me preguntas: “¿Por qué?” “¿Por qué murió mi hijo?” “¿Por qué el malvado triunfa?” “¿Por qué tanto dolor en el mundo?” ¿Por qué?, ¿Por qué?, ¿Por qué? Acuérdate que hombre soy, no Dios, ni consejero de Dios. Te aseguro que las mismas preguntas, que tú me haces, muchas veces han turbado los sueños de mis largas noches. Así que te invito a juntar tus manos con las mías y a repetir conmigo: “Señor, yo confío en ti”.

EL ROSTRO DE DIOS Cuando yo muera, entre mis manos pongan una Biblia. Y sobre la tumba escriban: “Buscó el rostro de Dios”.

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SOY LIBRE Odio el fanatismo y la ceguera. Amo la luz y la libertad. Nunca me pondré de rodillas, aunque me apunten con la metralleta. Prefiero la muerte a la esclavitud, desaparecer antes que repetir continuamente: Amén. Gracias, Señor, porque me hiciste libre. Así te quiero amar; así te quiero servir.

NO TENGAS MIEDO Si te encuentras en este mundo, es por amor. No creas en los que andan sembrando angustias y temores. Ama a Dios y ama a tu prójimo. Aquí está toda la Ley y los profetas. Y si algo te falta por ignorancia o debilidad, ponte de rodillas y repite: “Señor, ten piedad de mí”. 18

A DON SERGIO MENDEZ ARCEO Obispo de Cuernavaca

Tu figura me cautivó desde un principio. Admiro la agudeza de tu inteligencia, tu sincera búsqueda de la verdad y tu compromiso inquebrantable con el pobre. Pero más que nunca admiro tu sentido sagrado de la amistad. Cuando me encontraba en apuros, lejos en la sierra y destrozado por la calumnia, tú, obispo de Cuernavaca, no descansaste hasta no llegar a la raíz de los hechos, y no titubeaste en impugnar la pluma para que triunfara la verdad. En tu largo andar, tus pasos fueron firmes, y abriste caminos. Eres profeta. Aunque a veces, algún gesto tuyo llegó a desconcertarme por un instante nunca en mi corazón albergó una mínima duda sobre tu sinceridad, valentía y austeridad de vida. Ahora que dejas tu Cuernavaca querida, que tus pasos no paren. Sigue sembrando esperanza por los caminos del mundo. Don Sergio Méndez Arceo (1907-1992) fue nombrado obispo de la Diócesis de Cuernavaca en 1952. El 28 de octubre de 1982, al cumplir los 75 años de edad, presentó su renuncia, que fue aceptada por el Papa Juan Pablo II el 28 de diciembre de ese mismo año. En este contexto el padre Amatulli escribió este poema.

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SIN DIOS, NO HAY PAZ ¿Qué pasó contigo, ayer tan orgulloso por tu libertad? “Dios no existe –decías–; la misma idea de Dios es una opresión”. Hoy noto que tus ojos están hinchados, que traes una cara triste, y parece que en tu corazón alberga un profundo deseo de muerte. ¿Qué te pasó? ¿Tuviste algún percance? No te veo tan seguro como ayer. Ojalá que todo pase pronto y recobres la alegría que aparentabas ayer. Pero me temo que tu enfermedad sea más seria de lo que parece. Acuérdate: “Sin Dios, no puede haber paz”. Palabra de un amigo.

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PONTE TIGRE No digas: “Soy campesino”, con la frente agachada y la voz temblorosa. Levanta la cabeza y grita con firmeza: “¡Soy campesino!”. Ponte tigre. Piensa, estudia, organízate, métete en la política. Y que los antiguos tigrillos empiecen a temblar, cuando el pueblo reunido enseñe los colmillos. A ver si los compadres, el señor gobernador, o el influyente lejano los vienen a salvar.

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LA VENGANZA DEL ENANO Chaparro, regordito y feo. Poco inteligente, torpe y traicionero. Sufre del éxito ajeno y en su corazón medita la venganza. Cuando alguien tropieza y cae, se le acerca gozoso, levantando las manos como un gigante victorioso. Su arte consiste en construir trampas, para que todos se caigan, y ya no se note quién es alto y quién chaparro. Tú no te dejes vencer por el complejo del enano. Goza por lo que eres. Acuérdate que Dios a cada uno le asignó una misión.

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SOY SEMBRADOR No me pregunten de cosechas; no soy un experto. Ni me pregunten de terrenos; no soy un agrónomo. Soy sembrador. Mi misión es sembrar en los bajíos, en las mesetas y por las laderas. No sé si la semilla crece, se seca o da frutos. Es que no acostumbro mirar para atrás. Soy sembrador; mi misión es sembrar Amor.

SEGUIRÉ VIVIENDO Cuando me salga de este mundo, seguiré viviendo en el corazón de Chucho, Carmela, Luis, Sonia… y tantos amigos más. ¡Qué bonito es amar y ser amado! Esto sí que es vivir.

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EL DINERO Para mí el dinero es como el papel sanitario; se usa, y ya. Yo no amo el dinero, porque es un amigo traicionero. Por su culpa, un hermano mató a otro hermano, las familias se desgarraron y los pueblos se hundieron. Yo no amo el dinero, porque es cruel y no se compadece de nadie. Hasta lo más nobles ideales se desvanecen frente al dinero. El que cae en sus garras, está perdido para siempre.

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MI CORAZÓN Señor, dame un corazón como el tuyo, que sepa amar, sufrir y gozar. No permitas que reviente, cuando la maldad se desborda y no encuentro la manera de detenerla. Ni permitas que se vuelva insensible, aplastado por la rutina. Señor, dame un corazón como el tuyo, que sepa comprender y enseñar a luchar con esperanza.

¿CON QUIÉN ESTAS? ¿Quién eres tú para preguntarme: “Con quién estás?” Sólo Cristo puede decir: “O conmigo o en contra de mí”. Tú eres un hombre como yo, no eres Dios. Así que luchemos juntos, para construir un mundo nuevo, dando cada quien lo mejor que pueda. Y no te atrevas a repetir: “¿Con quién estás?”. Porque me enojo de veras. 25

SEAN COMPASIVOS Por haberme consagrado a Dios, me volví un espectáculo para todos. Todo mundo observa mis pasos, para ver si tropiezo. De mí pretenden lo máximo: que sea paciente, amable y perfecto. Y cuando fallo en algo, muchos me avientan piedras sin compasión, pensando dar gloria a Dios. A estos sinceramente les digo: no me pidan demasiado. Aprendan a ser compasivos, como el Padre celestial. En fin, como todos, yo también hombre de barro soy.

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EL PAYASO No me hables de lucha, libertad y mundo nuevo, cuando te pasas todo el día, rasgándote la barriga y mirando hacia el cielo. Ya estoy harto de escuchar a guerrilleros de salón. Acuérdate que un hecho vale más que mil palabras. Por lo tanto, mejor que te calles de una vez, hasta que no te decidas a poner la mano al arado y no sientas el sudor chorrearte por todo el cuerpo. Que quede bien claro: prefiero quedarme solo, que contar con un payaso como amigo.

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EL PERRITO MAÑOSO Es un perrito muy especial. Cuando ve a un adulto, se le acerca todo ceremonioso y se le agacha a los pies, anhelando sus caricias. Pero ¡ay! si ve a un niñito. De pronto se vuelve bravo y se le avienta furioso como un tigre. Goza en ver llorar a los niños y no los deja en paz, hasta que un adulto no intervenga y no le dé una patada. Es un perrito muy especial, y muchas veces da risa descubrir sus mañas. Pero ¡qué triste encontrar a un hombre, que se porta como aquel perrito mañoso! Da verdadera lástima, y asco.

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SI CRISTO VOLVIERA HOY Si Cristo volviera hoy, ¿qué haría? Me temo seriamente que tomaría una cuerda y nos daría a todos una buena paliza, como hizo con los mercaderes del templo. En efecto, Él habló de unidad, y nosotros, sus discípulos, nos encontramos divididos, mordiéndonos los unos a los otros como perros. Él habló de amor, y muchos llegan hasta a matar a sus propios hermanos, dizque para ser fieles a su mensaje y salvar el honor de su nombre. Jesús habló de servicio, y entre sus mismos representantes, hay muchos que buscan solamente honores y comodidades, sin darse cuenta que así están apagando la mecha humeante. Señor Jesús, sigue teniendo paciencia con el árbol que tú plantaste. Espera un poco más, antes de poner el hacha a la raíz. Ojalá que pronto empiece a dar frutos verdaderos. 29

SOY PASTOR Muchos me preguntan: “¿Cuál es tu línea?” “Miren, hermanos, –les contesto– mi línea preferida es la línea quebrada”. Es que soy pastor y un pastor no tiene derecho a escoger la línea a su antojo. A veces tiene que adelantar el paso, otras veces retroceder, correr a la derecha y a la izquierda, hasta volverse incomprensible para sus mismos amigos. Es que no es lo mismo ser profeta o ser pastor.

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SIGA LA FIESTA Aunque se oigan disparos por la calle y en el cielo los nubarrones anuncien tempestad, que siga la fiesta. Los músicos no cesen de tocar sus instrumentos; los bailarines aceleren el ritmo de sus danzas, empujados por los aplausos del público, y el artista preferido no suspenda la canción de amor. Hoy es el día de fiesta; es la boda de mi hijo. Que nada perturbe la alegría. Verán que pronto cesarán los disparos por la calle y la tempestad habrá pasado. Por las calles volverá a escucharse el bullicio de la gente y en el cielo brillará el sol. Que siga la fiesta; que siga la canción de amor.

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LA ANTORCHA Cuando yo muera, no lloren. Es tiempo perdido. Aunque se quede un solo amigo, que no se desespere: tome mi antorcha y siga adelante con confianza. Estoy seguro que a su debido tiempo habrá otro relevo y que las aves de mal agüero seguirán llorando su derrota. En efecto, desde hace muchos años andan repitiendo: “Pronto todo se acabará; se trata de una llamarada de petate”. Y, por lo tanto, el changarrito sigue creciendo, dando molestias a negocios bien establecidos. Es que en este mundo no todos nacieron para leones. Por eso, cuando escucho sus tristes presagios, me da pena, lástima… y risa.

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MI FANTASMA Cuando pienso en los antiguos castillos de Inglaterra, pronto mi mente se llena de fantasmas. Son cuentos populares, inventados para llenar las largas noches de invierno, sentados alrededor de un fogón, hasta que el sueño se apodere de las mentes y cada uno alcance su cama, para restaurar las fuerzas desgastadas por el duro trabajo del día. En fin, todos saben que se trata de puros cuentos y nadie, durante la noche, sufre pesadillas. Pero ¡qué triste espectáculo es ver a un pobre hombre que cree de veras en los fantasmas! Todo lo asusta. Hasta una hormiga se le agiganta y le parece un monstruo. Y lo peor del caso es que yo mismo me volví fantasma para muchos. Mi solo nombre representa para ellos una verdadera pesadilla, perturbando sus sueños dorados. Y todo esto… en pleno siglo veinte.

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EL FARISEO Y EL PUBLICANO Prefiero mil veces tener como amigo a un borracho empedernido, que a un experto en la Biblia, fanático y presumido. Fíjense que el mismo Jesús, tan bondadoso, no aguantó frente a las pretensiones del fariseo y se llenó de compasión, escuchando las súplicas del publicano. Al fariseo lo mandó al carajo con toda su lista de obras buenas, mientras al publicano arrepentido le aseguró su perdón y su amistad, haciendo del pasado borrón y cuenta nueva. Señor Jesús, tú lo sabes todo; apiádate de mí; no permitas que mi corazón se vuelva de piedra, como el del fariseo. Es lo peor que le pueda pasar a uno: sentirse justo y despreciar a los demás. Es algo tan grave, que tú mismo no lo puedes aguantar.

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NO HUYAS Cuando te sientas cansando, enfadado y aburrido… no huyas. Acuérdate que el problema no está fuera, sino dentro de ti y adondequiera que vayas, te lo llevarás siempre contigo. En lugar de huir, enfréntate a él con decisión Sé hombre. Huir es de los cobardes.

LA JUVENTUD ¿Quién dijo que la juventud está perdida? Seguramente habrá sido alguien que nació viejo y amargado. Yo gozo convivir con los jóvenes, soñar y arriesgar con ellos. No hay duda que los jóvenes de hoy marcarán la ruta del mañana. Por eso, si no quieres quedarte rezagado, júntate con ellos y agarra la honda. De otra manera, ponte a un lado y deja el paso. No creas que con tus lloriqueos vas a detener el ritmo del mundo.

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Un granito de arena más, para la liberación del pueblo y la construcción del Reino

PRESENTACIÓN El que no haya comprado este folleto, para mí es un verdadero ignorante, sin ningún deseo de superación, completamente conformista. De plano, me cae gordo. No quiero verle ni pintado; que no me hablen de él, ni se atreva a presentarse delante de mí, y mucho menos busque mi amistad. La única tarjeta de presentación que para mí tiene valor, es la siguiente: Una copia de este folleto en la mano, citar por lo menos el título de la poesía, y añadir: “Yo soy fulano de tal”. Todo lo demás sale sobrando. Que haya leído o no este folleto, le haya gustado o no, me vale un camino. Mi única preocupación es que se venda este folleto y yo pueda sacer centavos. Todo lo demás no me importa en absoluto. Ni modo. Así es la vida. Si quieres ser mi amigo, esta es la ley. … o no cuentes conmigo. 39

LAS TECLAS DEL PIANO ¿No te has fijado en las teclas del piano? Cada una emite un sonido especial y para que haya armonía, es necesario que no todas intervengan al mismo tiempo. Arriba y abajo, abajo y arriba: unas teclas arriba y otras abajo. Y así va surgiendo la armonía, hasta lograrse verdaderas obras de arte. Entonces ¿por qué te quejas, cuando te sientes cansado, aburrido, sin ganas de hacer nada… cuando sufres algún fracaso? Se ve que no llegó tu momento para actuar. Espera, ten paciencia. Llegará también el turno para ti, según el plan que el Artista tenga preparado, y verás ¡qué notas melodiosas saldrán de ti! Es que no todos podemos intervenir al mismo tiempo y cada uno tiene su momento y su sonido.

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EL HORMIGUERO ¿No te has fijado en un hormiguero? Colas interminables de hormigas, que van y que vienen. Una lleva un trocito de pasto, otra un pedacito de fruta y otra un gusanito. Todas trabajan para todas y nadie dice: “Esto es mío: lo voy a depositar en un rinconcito reservado solamente para mí” No hay policías, ni cárcel, ni paredón… Todas trabajan contentas y felices. El hormiguero es una escuela para todos. ¡Ojalá que un día pudiéramos aprender la lección y empezar a vivir de veras como hermanos, compartiendo todo, en libertad y amor.

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A RIOS MONTT, USURPADOR DE GUATEMALA Por favor, no seas payaso. Deja a un lado “tu” Biblia y declara sin rodeos: “Soy un usurpador y asesino” Quiero que sepas claramente: El Dios que tú predicas, no existe: es puro invento tuyo. El verdadero Dios es el Dios de los pobres, que tú estás asesinando. Usurpador de Guatemala, caricatura asquerosa del antiguo faraón de Egipto, empieza a temblar, porque ya se acerca la hora de tu caída. Desde los tugurios, las chozas y los cementerios, pronto se levantará el canto de victoria de las muchedumbres oprimidas. Y tú, juntamente con tus compinches y pistoleros a sueldo, y no el pueblo, saldrás del país, cubierto de vergüenza y oprobio.

El cordero ya fue inmolado; su sangre ya señaló las chozas de los pobres. Yahvé ya se apresta para hacer su recorrido vengador.

Porque el clamor del pueblo ya llegó a los oídos de Dios y se hizo insoportable.

Tiembla, usurpador; la Pascua ya empezó.

José Efraín Ríos Montt (1926-2018) fue un político y general retirado guatemalteco que encabezó la dictadura existente en ese país entre 1982 y 1983 como presidente de facto, posición a la que llegó a través de un golpe de Estado;​es considerado uno de los representantes más duros de los gobiernos militares de Centroamérica​. Fue juzgado en Guatemala por genocidio.

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LOS CAUDILLOS “Basta con la opresión, –gritó el campesino valiente–. Queremos igualdad, tierra para todos… dignidad. El pueblo enfurecido aplaudió, levantó los machetes y gritó: “Basta con la opresión; viva la revolución”. Y nació el caudillo. Hubo sangre, muchos cayeron. Pero no llegó la igualdad. El caudillo siguió mandando en nombre del pueblo. Se hizo familia. Cambiaron los nombres, cambiaron los símbolos… pero no cambió la realidad. Mientras que haya caudillos, nunca habrá verdadera libertad.

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LIBERACIÓN Cuando empiezas a escuchar a un hermano en pena, renunciando a tu novela preferida; cuando haces el esfuerzo por aceptar el consejo de un amigo olvidando tu orgullo destructivo; cuando aprendes a compartir todo, poniendo a un lado tus gustos personales; cuanto te decides a dar la cara en favor de la verdad y la justicia, por encima de credos, ideologías y partidos; cuando te dispones a enfrentarte a la inseguridad, al desprecio, la calumnia y hasta la muerte, en favor del hermano oprimido… entonces puedes hablar de liberación.

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ASÍ LO QUISO DIOS Un niño murió de hambre. En una aldea apartada en la selva, una mujer perdió la vida dando a luz. En una fiesta de boda, entre brindis, bailes, empujones y riñas, dos jóvenes se mataron a balazos. Tres líderes campesinos acaban de ser asesinados por pistoleros a servicio del cacique. En un enfrentamiento entre traficantes de drogas, algunos murieron y otros quedaron heridos. Quince familias fueron desalojadas por el ejército, porque habían invadido una propiedad privada; sus chozas de cartón quedaron hechas cenizas y todos salieron huyendo despavoridos y golpeados. Un grupo de campesinos se encuentran presos en la cárcel, mientras sus familias se quedaron sumidos en la miseria, por haber sembrado mariguana. Y la gente comenta: “Así lo quiso Dios”.

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Yo les contesto: “No es cierto”. Si pretenden ser creyentes, por favor, no sigan presentando una caricatura de Dios, pensando darle gloria. Si no saben encontrar una respuesta a los problemas de este mundo, que se callen por lo menos y no le achaquen a Dios responsabilidades que no tiene. En realidad, estoy plenamente convencido de que muchos se mueren sin haber llegado todavía su hora. Sencillamente se adelantan, por ignorancia, descuido, maldad propia o ajena. Y esto a Dios no le gusta. En un mundo hay muchas cosas chuecas; pero toca a nosotros enderezarlas, “A Dios rogando y con el mazo dando”.

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RUINAS ¡Qué diferencia hay entre las ruinas de una pirámide maya, y las ruinas de una finca porfirista! Las primeras son testigos fieles de la creatividad y el arte de un pueblo digno y libre; mientras las segundas llevan el sello del sufrimiento y la impotencia de un pueblo esclavo y humillado. Ruinas que enaltecen y ruinas que avergüenzan. Es que donde no hay libertad, nunca podrá haber verdadera gloria, aunque haya dinero y despilfarro. Por mi parte prefiero mil veces las pirámides a las fincas, la humilde choza de una aldea desconocida al lujo desbordante de una mansión en el centro de una ciudad, si para entrar en la finca o vivir en la mansión lujosa, tengo que renunciar a mi dignidad de hombre libre. No es que estoy en contra de la ciencia y el progreso. Los quiero y por eso lucho, y me fastidian profundamente el fatalismo y la flojera. Pero más que nunca detesto la esclavitud. Prefiero mil veces ser pobre, pero libre, a tenerlo todo con la cabeza agachada.

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MISIÓN ARRIESGADA “He aquí la esclava del Señor”, dijo la Virgen María, y se aventó. No puso condiciones, ni pidió garantías. Obedeció, y ya. Llegaron las pruebas, las dudas y las sospechas; pero todo se esfumó como por encanto, al intervenir Dios con su poder. Lo mismo pasó con Simón Pedro y los demás pescadores de Galilea. Confiaron en Cristo y se aventaron. Tuvieron problemas duros, hasta sufrir una muerte violenta. ¿Y qué? Dejándolo todo y siguiendo al Nazareno, lograron cambiar el curso de la historia.

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Y tú ¿qué? ¿Prefieres aventarte o quedarte con tus cuatro chanclas, como el joven rico del Evangelio, que, por no tener el valor de aventarse, regresó a su casa triste y avergonzado? ¿Prefieres quedarte en tu changarro, con tus vaquitas, tus frijolitos refritos, tu camita y tu mamacita, para rumiar toda la vida un fracaso, que tú mismo provocaste? Sepas que contigo o sin ti, de todos modos, el Reino de Dios avanzará. Sin embargo, que tristeza representa para uno ser escogidos y quedarse en el montón, por cobardía o ambición.

MI FUERZA La fuerza de Sansón estaba en su larga cabellera. Cuando alguien me pregunta: “¿Dónde está tu fuerza, para lanzarte en empresas tan arriesgadas?” Yo les contesto: “Mi fuerza está en los huaraches”. ¿Locura? Quién sabe. 49

RESURRECCIÓN Es Pascua. Jesús resucitó. Las campanas redoblan a fiesta, mientras tras el pueblo exulta de alegría. Ya pasó el Viernes santo, ya nadie se acuerda de la pesadilla del sepulcro. Cristo resucitó de veras. Aleluya. Sin embargo, apenas termina la liturgia y me despido de los feligreses rebosantes de gozo, al llegar a mi cuarto y quedarme solo, una profunda angustia me invade hasta lo más hondo de mi alma. Delante de mi mente empieza a desfilar, una cola interminable de prófugos guatemaltecos, con los ojos despavoridos y suplicantes, mientras me platican de sus seres queridos torturados y muertos por el ejército, de sus chozas quemadas y de su porvenir sin esperanza. Me viene a la mente aquel pobre salvadoreño, bajado a la fuerza del camión por los agentes de Migración, mientras trataba de internarse en México y alejarse del infierno de la guerra.

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Se me presentan delante de los ojos, aquellas caras amarillentas de indígenas de La Breña, La Reforma y tantos pueblos más, de los cuales me siento particularmente responsable por ser su pastor. Pienso en Chile, Cuba, Eritrea, Rusia, China y Polonia mártir. Exclamo: “¡Ay de mí, Señor! Aún estamos en Viernes santo; aún domina la ley de la muerte y del sepulcro; ¿Hasta cuándo, Señor, esperaremos la verdadera resurrección, en un mundo tan injusto y opresor?” Y oigo como una voz que me susurra desde adentro: “No temas, Cristo resucitó. También el pueblo oprimido un día resucitará. Y tú serás uno de los soldados encargados, no para guardar la puerta del sepulcro, sino para hacerla volar en pedazos. Déjate, por lo tanto, de lloriqueos inútiles y pon mano a la obra”. Sólo confiando en esto, aquella noche de resurrección pude conciliar el sueño.

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LA VERDAD “¿Qué es la verdad?”, preguntó a Jesús Pilato, cínico y cobarde. “¿Qué es la verdad?” sigo preguntándome yo, angustiado por tantas contradicciones que existen en este mundo. En efecto, el filósofo asegura que está consagrando su vida a buscar la verdad. Pero muchas de sus afirmaciones resultan aberrantes para la dignidad del hombre. El maestro se ufana en poseer la verdad y darla a conocer al pueblo ignorante, para que despierte del letargo y se supere. Pero es su costumbre manipular hechos e ideas, según las órdenes del jefe en turno. El periódico ventila a los cuatro vientos que presenta la pura verdad, y me doy cuenta que repite como un perico las palabras del que está arriba o del que paga mejor.

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El político jura que no quiere engañar al pueblo y lo que dice es la verdad; pero una semana después se descubre todo lo contrario. “¿Existe la verdad, entonces?” ¿Qué es la verdad? –vuelvo a preguntarme– ¿No habrá acaso una diferencia entre la verdad, la mentira y la manipulación?” Hasta que una voz, saliendo de lo más íntimo de mi corazón, dulcemente susurra a mis oídos: “Acuérdate: Yo soy el camino, la verdad y la vida. El que me sigue, no camina en tinieblas. El que a mí encuentra, encuentra la verdad, y la verdad lo hará libre. Fuera de mí no existe la verdad. Serán verdades a medias, que pueden volverse mentiras, engaños y manipulaciones. Darán la ilusión de liberar al hombre, pero, de hecho, lo irán hundiendo siempre más en el abismo de la esclavitud. Repito: Yo soy la verdad. Y solamente en mí puede hacer auténtica libertad”.

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EL HOMBRE Luces y sombras; espíritu y materia; vida y muerte; tiempo y eternidad; sublimes anhelos y vergonzosas traiciones. Este es el hombre. Este soy yo; éste eres tú. Somos un misterio. Sólo el ignorante presume saberlo todo, y se porta como un necio, hasta que la muerte no lo sorprende de repente, como un ladrón en la noche, marcando con su sello un fracaso irreparable. El sabio, al contrario, consciente de su miseria y de su eterno destino avanza precavido por el laberinto de la vida, para dar pasos firmes hacia la meta. Y, sin embargo, no logra evitar tristes caídas caminos tortuosos y viles traiciones.

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Mientras sueña con grandes ideales, y está dispuesto a dar la vida por la patria, el necesitado, el hermano y el ser querido, de hecho, hay momentos en que, como invadido por un diabólico furor, se deleita en sembrar destrozos, lágrimas y desconcierto. Es que así es el hombre y hasta el más valiente héroe experimenta las profundidades del abismo. Pero su gloria consiste en no rendirse frente a la derrota. Con la mirada fija hacia la meta, tiene el valor para levantarse con nuevos bríos y volver a enderezar continuamente la ruta, en medio de un océano de grandeza, miserias y fracasos. Hombre, aquí está tu destino. Aquí está el libro de mi vida.

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MISIONERO No ambiciono riquezas, no busco honores. Lo único que soñé desde mi infancia, fue ser misionero, anunciar a Cristo en los lugares más apartados y a los hermanos más necesitados. Un día el doctor me dijo: “Cuide mucho su salud: en usted se nota un evidente envejecimiento precoz. Así que, si quiere vivir todavía muchos años, tiene que cambiar su régimen de vida”. Y me habló de dieta, horario en la toma de los alimentos, y tantas cosas más. Yo le contesté: “Al carajo la salud. Soy misionero; ésta es mi vida, mi única ambición y gloria. Si para vivir muchos años tengo que renunciar a esto, ahí nos vemos”.

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El doctor meneó la cabeza, como pensando: “Este cuate está loco de remate”

De todos modos, tomó un papel, escribió unos garabatos y me lo entregó, no cobrándome ni un centavo. Y sigo viviendo, desplazándome de un lugar a otro, a caballo, en camión, en canoa, y, en cierta ocasión, hasta en avión. A veces paso las noches en blanco por el mucho cansancio y los piquetes de los malditos zancudos, que al parecer prefieren sangre extranjera, lo mismo que las garrapatas y los pinolillos. A veces me siento nerviosos. Me molestan los ruidos de las consolas, los bailes que duran toda la noche y los gritos de los borrachos. Sin embargo, pasan los años y sigo con mi trabajo. Sigo sembrando la paz en muchos corazones en pena, dando alguna esperanza a hermanos ya decepcionados de la vida, haciendo brotar la sonrisa en los labios que tal vez nunca la conocieron. Y con esto me siento a gusto. Lo de vivir cincuenta años u ochenta me vale un comino. 57

PAPA POR UN AÑO Si fuera Papa por un año, haría una gran revolución en toda la Iglesia. Publicaría un decreto más o menos en estos términos: “Por cada hora que un sacerdote dedique a enseñar la Palabra de Dios, recibirá la cantidad de diez mil pesas. Al finalizar el año, que cada uno envíe a Roma un informe completo y recibirá el cheque correspondiente”. Estoy seguro de que esta noticia causaría un revuelo en toda la Iglesia. Ya no se verían curas celebras hasta diez misas de difuntos, una tras otra, como un tiroteo de metralleta. Al contrario, habría cursos por acá, cursos por allá, en las ciudades, los barrios y hasta en las aldeas más apartadas.

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Todos los católicos tendrían su Biblia y nada se haría sin acudir a ella. La Biblia se volvería en la Ley suprema de la Iglesia. Al finalizar el año, todos enviarían a Roma el informe detallado, indicando las horas de trabajo, número de asistentes y gastos extra. Y, según lo establecido en el decreto, a todos les llegaría pronto el cheque correspondiente “cobrable en el Banco de San Pedro, allá en el cielo, el día de la muerte”. Estoy seguro de que, hasta entre los más celosos predicadores de la Palabra, no faltaría quien llegara a mentarme la madre. De todos modos, ya muchas costumbres seculares habrían cambiado y la gran revolución ya estaría en acto. Claro que de inmediato un servidor presentaría sus dimisiones irrevocables, para que la Iglesia de Cristo pudiera contar de veras con un jefe a la altura de su investidura, que no acudiera a trampas ni a bromas de mal gusto en asuntos de tanta importancia.

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PADRE ¡Qué bonito ser padre! ¡Qué gran satisfacción ver crecer y madurar a sus propios hijos, hasta que cada uno tome su camino y se lance por las rutas del mundo! “Padre –me pregunta uno–, ¿por qué me pasa esto?” Y otro: “Padre, no sé qué hacer de mi vida. ¿Qué me aconseja?” “Padre, estoy desesperado: me encuentro en un grave problema y no sé cómo salir”. “Padre, ya terminé mi carrera: aquí está mi título. Quiero platicarle de mis planes para el futuro”. “Padre, acaba de hablarme un muchacho. Quisiera que me orientara”. “Padre, mi hijo está descarriado; tal vez no supe educarlo debidamente, ¿Qué puedo hacer ahora?” “Padre, en nuestro pueblo hay unos caciques insoportables. ¿Qué orientación nos puede dar al respecto?”

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Y yo, como un verdadero padre, escuchando, animando, rectificando, reprendiendo… inventando cualquier cosa para que no se rompa el pequeño hilo de esperanza, que aún queda. Y me acuerdo de aquellas palabras del Maestro: “Recibirán cien veces más”. Y gozo, aunque a veces entre lágrimas y apuros.

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POETA ¿Tú te consideras poeta? ¿Estás seguro de no haberte equivocado de vocación? Tal vez serás un técnico del verso; sabrás hacer rimas. Pero esto no es lo mismo que ser poeta. Tal vez tú mismo no sabes lo que escribes. Y esto lo llamas poesía, sublimidad, alta inspiración. Y nadie te entiende. Tal vez te comprenda un círculo reducido de iniciados. Usas palabras y conceptos que solamente unos cuantos entienden o pretenden entender. ¿Y el pueblo? Simplemente lo ignoran. Ustedes escriben, ustedes leen sus poemas, ustedes se alaban o se muerden mutuamente. Tengo la impresión que andan algo mal de la cabeza.

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Acuérdense: Sin pueblo, no se hace nada. Si quieres ser poeta de veras, tienes que saber escuchar, entender y expresar el sentir del pueblo, para ayudarlo en su superación. En realidad, el verdadero poeta tiene que ser la conciencia del pueblo. O mejor que te metas a vender paletas por la calle.

TESTARUDO Cuando yo muera, a nadie se le ocurra comentar: “Murió un Santo”. Sería la más grande mentira y solamente los tontos se lo creerían. Digan más bien: “Murió un testarudo, uno que supo lanzarse en cualquier aventura por el Reino de Dios”. Y si quieren, pueden añadir también: “Murió un profeta o un loco, que supo abrir caminos”. Todo lo demás saldría sobrando, o de plano pudiera llegar a ser una auténtica mentira.

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PASTOR Y OVEJA Cuando pienso que soy pastor, tiemblo. Es que voy a dar cuenta ante Dios de cada una de las ovejas, que fueron confiadas a mi cuidado. Y son muchas. Y con muchos problemas. Algunas ya se descarriaron y no sé cómo hacerlas volver al redil. Tal vez yo tuve la culpa, por no haberlas sabido cuidar debidamente. Al no encontrar el alimento que buscaban, se alejaron hambrientas y amargadas. Otras siguen en el redil, pero muy flaquitas, que da pena verlas. Unas cuantas están bien gorditas y contentas. Y con esto, ¿puedo dormir tranquilo?

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Pero cuando pienso que también yo soy oveja frente a Cristo, el pastor supremo del rebaño, mi corazón se llena de consuelo y esperanza, porque estoy seguro de que Él sí sabe cuidar bien a sus ovejas y nunca va a permitir que me vaya a descarriar. Por eso, una grande alegría inunda mi alma, cuando repito: “El Señor es mi pastor; nada me falta”.

COMO LA ABEJA De flor en flor, delicadamente, sacando lo mejor de cada una y convirtiéndolo en miel sabrosa. No le espantan las espinas, no le asustan las distancias. La abeja va y viene, sin descanso, siempre buscando flores, para alegrar a todos con sus dulces regalos. La abeja es una maestra para todos. Lástima que cuenta con tan pocos alumnos. Si todos tratáramos de seguir su ejemplo, ¡cuán distinto sería el mundo!

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LOS POBRES ¿Quiénes son los pobres? Son los lisiados, los enfermos, los hambrientos, los ignorantes, los que tienen que callarse siempre, los que están convencidos de no valer nada… Y aquí, entre nosotros, son mayoría; son el pueblo. Y yo estoy con ellos, de su parte. Si alguien quiere aprovecharse de los pobres, sepa que tiene que hacer las cuentas conmigo y mis amigos, que ya somos algo.

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Mi grande ilusión consiste en ser Buena Noticia para los pobres y pesadilla para los que quieren aprovecharse de ellos. En el libro de mi vida ya tengo anotadas muchas victorias en favor de los pobres. Los fracasos ni los cuento ni me importan. Estoy decidido a seguir luchando en favor de ellos y estoy seguro que seguiré anotando victorias. Así que, ya sabes: Si quieres luchar en favor de los pobres, júntate conmigo. De otra manera, si tienes la manía de engañarlos, humillarlos y explotarlos, ponte en guardia. Al momento oportuno veré cómo darte en la mera torre.

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¿Y EL PUEBLO? Me preguntas: “¿Cuál es tu proyecto para el futuro de nuestro pueblo?” Te contesto: “No tengo ningún proyecto para el futuro de nuestro pueblo. Es el pueblo el que tiene que decidir libremente”. En realidad, son muchos los que acostumbran pensar en nombre del pueblo y hacer planes en nombre del pueblo, para algún día mandar en nombre del pueblo. Sueñan con el hermoso título de “guerrillero-revolucionario” y ya se contemplan aclamados por el pueblo “liberado”, luciendo una flamante pistola al cinto y gozando del fascinante grado de “comandante”. A estos señores les digo: “No cuenten conmigo.” Basta con la manía de prescindir sistemáticamente del pueblo y pretender actuar en su nombre. Sepan claramente que rechazo cualquier tipo de dictadura de derecha o izquierda.

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Según mi manera de pensar, solamente el pueblo tiene el derecho a escoger el rumbo de su historia y nadie se lo puede arrebatar, bajo ningún pretexto. En efecto, los seres humanos no son como los cochinos, a quienes se les asegura la comida, y ya. Antes que nada, hay que garantizar su libertad, la plena expresión de sus ideas y el completo respeto de sus creencias. Y confiar en su capacidad de tomar decisiones. Ya es tiempo de acabar con el sistema de los comandantes, los generales, los caciques, los influyentes y los presidentes omnipotentes, que pretenden actuar en nombre del pueblo, dizque para ayudarlo”. Tú me dirás: “Pero el pueblo es ignorante: no está capacitado para tomar decisiones, en un mundo tan injusto y opresor”. Te contesto: “Aquí precisamente está nuestra tarea: elevar el nivel cultural del pueblo,

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entrenarlo a pensar, asesorarlo, orientarlo, poniendo a su disposición nuestro dinero, nuestra preparación y nuestras capacidades; en una palabra, estar con el pueblo y en favor del pueblo. Y atenernos a las consecuencias, sin dejarnos vencer por la tentación de adelantarnos, decidir en su nombre, manipularlo, y pretender después su apoyo incondicional a nuestros planes “científicamente preparados”. Me dirás: “Este es un camino demasiado largo y tal vez nunca veremos el día de la liberación de nuestro pueblo”. Te contesto: “Estoy plenamente de acuerdo; pero al mismo tiempo estoy completamente convencido de que representa el camino más seguro, con menos riesgos de derramar sangre inocente, y más respetuoso para la dignidad de todos. Aquí se ve si de veras estamos luchando por la dignidad del pueblo o aspiramos a vernos aclamados como héroes liberadores, aprovechándonos de su ignorancia y estableciendo a la larga una nueva forma de tiranía”.

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¿UTOPÍA? Creo en la revolución de la verdad y el amor. Detesto los cambios bruscos y violentos, basados en las armas, la mentira y la opresión Creo en la dignidad e igualdad de todos los hombres y las razas. Odio cualquier tipo de discriminación por el color de la piel, la cultura o las ideologías. Creo en la construcción de una sociedad, donde se quiten todas las fronteras y se quemen todos los pasaportes. Creo en la plena libertad, vivida en el mutuo respeto y el recto uso de la razón. Rechazo cualquier tipo de manipulación, tortura física o moral. Creo en Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, el tipo y modelo del hombre nuevo, con el que sueño. Me repugna el ateísmo asfixiante, cuya última palabra es la muerte y el sepulcro. Creo en la vida futura, llena de felicidad para todos los que luchan para construir este mundo nuevo. 71

CORRUPTO Y TRAIDOR Tuve un sueño. Frente a un jurado, compuesto por hombres y mujeres, obreros, campesinos, letrados y ministros de culto, pertenecientes a una infinidad de razas y naciones, el expresidente de una república, cuyo nombre no recuerdo, estaba sentado triste y pensativo. La sala se encontraba repleta de un enorme gentío, en una tensa expectativa Por fin, se oyó el toque de una campana y todos se levantaron en perfecto orden y silencio. Por una puerta lateral, entró un hombre en actitud muy severa, subió al estrado, se acercó a los micrófonos, se quitó los lentes y los depositó sobre la mesa con toda calma; después desenrolló un pergamino y leyó: “En nombre de toda la humanidad, declaro culpable al imputado fulano de tal por el delito de corrupción y traición a su patria. Por lo tanto, de acuerdo con el código internacional, 72

suscrito por los representantes de su país, su nombre será borrado para siempre de todas las calles, ciudades, colonias, estadios y cualquier otro lugar público donde apareciera”. Y con esta sentencia condenatoria el proceso fue declarado concluido, sin ninguna posibilidad de apelación. Hubo aplausos frenéticos de parte de casi todos los presentes. Unos cuantos se quedaron inmóviles y derramaron una que otra lágrima. En vano los fotógrafos intentaron captar las reacciones del expresidente para transmitirlas al público, como de costumbre. Al escuchar la sentencia, el condenado se cubrió el rostro con las manos, lleno de vergüenza. No hubo entrevistas; no hubo comentarios. Desde entonces, su nombre, su cara, sus gestos, antes tan populares, desaparecieron para siempre de la vista del público. ¿Sueño? Ojalá que un día se volviera realidad, para escarmiento de los ambiciosos y advertencia para las nuevas generaciones. 73

BURGUÉS DESFRAZADO ¿Qué sabes acerca de los pobres? ¿Acaso las estadísticas? Y con eso, ¿piensas haber resuelto el problema? ¿Has convivido algún tiempo con ellos, comiendo las mimas tortillas con chile y frijol, sentado alrededor de la misma mesa? ¿Has olido alguna vez el sudor, que emana de sus cuerpos desnutridos, especialmente en los lugares donde no hay agua suficiente para bañarse diariamente? ¿Has recorrido en alguna ocasión, en canoa, a pie o a caballo, bajo una lluvia torrencial o un sol infernal, sus aldeas apartadas en la selva, donde no hay agua potable, gas o luz eléctrica? ¿Has visto morir algún ser humano, reducido a piel y hueso, sin poder hacer nada para ofrecerle alguna ayuda? ¿Te has metido en alguna ocasión en sus problemas concretos, arriesgando el pellejo para defender sus derechos, contra caciques todopoderosos, en contubernio con las autoridades? 74

El carro que usas, la cómoda mansión en que vives, tu misma manera de vestir y expresarte, me hacen dudar mucho de la sinceridad de tu opción. En efecto, eres un experto en la problemática de la pobreza y en el conocimiento de las estructuras injustas, que rigen la sociedad en que vivimos. Pero, de hecho, entre nos, digámoslo francamente, tú eres un perfecto burgués. El disfraz que usas, no logra ocultar ni la décima parte de tu identidad. Y con eso, pretendes haber hecho tu opción preferencial en favor de los pobres. Permíteme que sea sincero contigo: si sigues así, no vas a ser de mucha utilidad para los pobres de carne y hueso, los que se encuentran en la periferia más apartadas o en la banqueta de la calle, donde tienes tu residencia.

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Escúchame bien: Una cosa es hablar o escribir en favor de los pobres y otra cosa es comprometerse de veras con ellos. Yo, por mi parte, decidí convivir con los pobres, luchar y arriesgar la vida por ellos. Lo creas o no lo creas, esto es tu problema. Lo único que te aconsejo es esto: Antes de hablar, primero fíjate en los hechos. De otra manera, te vas a llevar un enorme chasco.

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LUCHA DE CONCIENCIAS ¿Por qué no te enfrentas al cacique de carne y hueso, pidiendo una cita y tratando de explicarle el daño que está haciendo contra sus hermanos? ¿Por qué no te enfrentas directamente al cantinero explotador, al hechicero mentiroso, al politiquillo ambicioso y al ministro de culto hipócrita? ¿Acaso tienes miedo a perder el pellejo, a ser humillado, a la campaña difamatoria, que pueden armarte en los periódicos? ¿O tal vez no confías en el poder de la verdad y del amor? Veo que lees algún folleto, donde se habla en contra de las estructuras injustas, que rigen nuestra sociedad. De vez en cuando te reúnes con un círculo de amigos incondicionales, repitiendo las mismas frases en contra de los ricos, el gobierno y los explotadores.

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Hablan de lucha de clases, pueblo oprimido y revolución armada. Pero, de hecho, ustedes son unos cuantos, completamente aislados del pueblo, que pretender salvar. Acuérdate: No bastan las palabras, para cambiar el mundo; se necesitan hechos concretos. Segundo: Sin contar con el pueblo, no se pueden lograr cambios reales y duraderos. Tercero: Como cristianos, tenemos que creer en la fuerza de la verdad y el amor. Nuestra lucha tiene que ser una lucha de conciencias, que pueda llegar hasta el fondo del alma y lograr mover hasta los corazones más endurecidos. Por lo menos, esta es mi convicción más profunda, tal vez el dogma o la locura de mi vida.

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JESÚS Y ZAQUEO Jesús descubrió a Zaqueo, agarrado sobre un árbol de sicomoro, y se autoinvitó: “Zaqueo –le dijo–, hoy quisiera comer en tu casa”. No sabemos con seguridad de qué platicaron. Seguramente no pasaron el rato comiendo manjares y suculentos y contándose chistes colorados. El hecho es que Zaqueo, el ladrón empedernido, dio en su vida una vuelta de ciento ochenta grados. La belva, atrapada en su cueva, se volvió en manso cordero.

“Belva” es un término italiano que significa “fiera”.

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Jesús le habrá hablado de explotación, lágrimas echas derramar injustamente; predilección del Padre Celestial hacia el pecador arrepentido; felicidad eterna, reservada para los que hacen el bien, y castigo eterno, destinado para los que se dedican a la maldad. Al escuchar esto, Zaqueo se conmovió hasta las lágrimas, decidió de inmediato arreglar cuentas, y entró al redil. Mientras los fariseos siguieron con su cuento de siempre. Considerándose justos, se dedicaron a criticar, sin mover un solo dedo para cambiar la situación. Es algo serio, que sigue sucediendo en nuestros días: Hablar en contra de los explotadores y no atreverse a enfrentarse a ellos, para que cambien de actitud y encuentren la salvación.

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APOCALIPSIS Oí una voz que me decía: “Pon atención a lo que te voy a revelar y grábalo bien en tu mente y en tu corazón, para que mañana no te vayas a desconcertar. Quiero que sepas claramente que un día no muy lejano mi amada esposa quedará completamente despedazada y desfigurada. Solamente unos cuantos lograrán reconocer en ella el encanto de su primera belleza”. Yo pregunté angustiado: “Señor todopoderoso, ¿cómo va a ser posible todo esto?”, mientras mis ojos empezaban a humedecerse y una profunda tristeza inundaba mi corazón. Y proseguí: “Señor todopoderoso, ¿cómo va a ser posible todo esto?”, mientras mis ojos empezaban a humedecerse y una profunda tristeza inundaba mi corazón. Y proseguí: “Señor, nunca voy a permitir que tu esposa corra tanto peligro, mientras yo me quede aquí tranquilo detrás de un escritorio. Esto nunca va a suceder. Gritaré por las calles; 81

pondré anuncios en los periódicos; hablaré por radio… Que todas las autoridades, los agentes de tránsito, los choferes de autobuses y los automovilistas estén enterados del grave peligro que corre tu esposa amada, para evitar un desastre tan grande. Además, nosotros, que estamos encargados de cuidarla, ni un instante apartaremos de ellas nuestra vista, dispuestos a dar la vida por ella”. Otra vez oí la misma voz que me dijo: “Fíjate bien: No se tratará de un accidente de tránsito. Mi esposa será apuñalada por algunos que dirán a los cuatro vientos ser sus más grandes defensores”. Al escuchar estas palabras, un vértigo se apoderó de mi mente y caí al suelo desmayado. Pasaron los días, ¿los siglos?, hasta que volví a escuchar la misma voz: “¿Qué pasó contigo, que aparentabas ser tan fuerte y ahora me resultaste tan débil y tan cobarde? Si sigues así, ya no te volveré a hablar de asuntos de tanta importancia. Se ve que tienes muy poca fe”. Yo supliqué: 82

“Perdóname, Señor; quiero seguir escuchando tu voz. Te prometo que, ahora sí, voy a portarme como un verdadero hombre”. Y siguió la voz: “Llegarán tiempos difíciles, en que los hijos de las tinieblas se disfrazarán en hijos de la luz y engañaran a muchos, dando un significado equivocado a mis hechos y mis palabras. Despreciarán a mí misma madre, atacarán a mis representantes con las calumnias más vergonzosas y se olvidarán del recuerdo que yo les dejé, como signo máximo de mi amor: la celebración de mi Última Cena. Cada uno querrá cortar un pedazo del cuerpo de mi esposa, por ambición y orgullo. Otros, que yo mismo encargué de cuidarla, por amor al dinero, no moverán un dedo para defenderla”. “Ay, Señor, –le contesté– ¿cómo vas a permitir que suceda todo esto? ¿Acaso no tendrás el poder para impedirlo, siendo tú el Hijo de Dios? “Calma, muchacho –siguió la voz–. Todo se arreglará a su debido tiempo. No te aceleres. 83

A cada uno hay que ofrecerle la oportunidad de escoger entre el bien y el mal, servirme a mí o a mi adversario. ¿No soy acaso yo el Señor de la vida y de la muerte, el dueño de la historia?” “Pero muchos se van a perder, si nadie les advierte del peligro”, le contesté. “¿Cómo que si nadie les advierte del peligro? –Gritó la misma voz con enojo–. Y tú, después de lo que oíste, ¿seguirás sentado detrás de tu escritorio, entre libros, registros, papeles y boletas? A trabajar, rápido, o ahora mismo te voy a dar una buena calentadita”. Y de inmediato sentí una patada tan fuerte en el trasero, que me levantó como una pelota y me aventó en el medio de la calle. Desde entonces, con el cuerpo dolorido, empecé a recorrer los caminos del mundo, sin parar. El recuerdo de aquellas palabras y de aquella patada en el trasero nunca se borrará de mi mente y estoy seguro que me acompañará hasta el último instante de mi vida.

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LOS TIRANOS CAERÁN ¿Utopía? ¿Sueño? ¿Obsesión? Es como un estribillo que continuamente revolotea en mi mente: “Los tiranos caerán”. Es como una fe ciega en el futuro de la humanidad. No sé cómo, ni dónde ni cuándo. Pero de esto estoy completamente seguro: “A como dé lugar, algún día, todos los tiranos caerán”. Por eso lucho, por eso vivo y espero. Sí, al fin, para todos los pueblos, surgirá la aurora de la libertad.

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TU GUARDIÁN NO DUERME Ten confianza, Israel: no temas: Yahvé, tu guardián, no duerme. Día y noche, observa tus pasos para que tus pies no tropiecen en alguna piedra. Sé valiente; avanza seguro con la mirada fija hacia la meta. No le tengas miedo ni a la noche ni a la tempestad. Recuerda que tu guardián no duerme. Él está continuamente a tu lado en los valles, los montes, y también, en las profundidades del abismo. ¿Por qué tener miedo, entonces?

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¿QUÉ TE IMPORTA? ¿Qué te importa, si muchos siembran mariguana y amapola, y matando a la juventud y matándose entre ellos? ¿Qué te importa, si muchas autoridades se dedican a explotar al indefenso? ¿Qué te importa, si el cantinero engorda, envenenando al pobre ignorante, robándole lo poco que gana y dejando en la miseria a su familia? ¿Qué te importa? ¿Qué te importa? ¿Qué te importa? Es como una frase mágica, que pretende resolver cualquier problema. A estos señores les contesto: Y a ustedes, ¿qué les importa, si a mí me gusta jugarme la vida, a mi modo?

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IGUALDAD Para muchos, la palabra igualdad es sinónimo de aplanadora, que todo lo aplasta y lo reduce a polvo. El que queda a salvo, claro, es el que maneja la máquina. Para mí, la palabra igualdad quiere decir otra cosa: que todos gocen de los mismos derechos y las mismas oportunidades para una vida digna de un ser humano; que no haya preferencias para los que mandan, los que saben más o los que tienen más dinero; que cada uno pueda expresar, con plena libertad, sus creencias y opiniones; que se respete el voto de cada ciudadano, como algo sagrado. Si estás de acuerdo conmigo, ¿Qué piensas: existe verdadera igualdad en tu hogar, en tu pueblo, en tu país y en el mundo entero? ¿O queda todavía como un sueño lejano? 88

EL CEDRO Y LA BASURA El cedro gigante mira a su alrededor y, lleno de orgullo, exclama: “Mira nomás. De veras que aquí yo soy el mero mero. En realidad, ¿quién puede competir conmigo, teniendo en cuenta mi fuerza y calidad? Con un solo manazo puedo arrancar un árbol de la raíz y dejarlo secar al sol, como la carroña de un perro roñoso y abandonado”. Después el cedro presumido apunta su mirada más abajo, a través de los arbustos que lo rodean, y comenta con ironía: “¡Qué pena me dan aquel zacatito amarillento, aquellas florecillas tan frágiles y aquellas hojas de papel que vuelan al viento, sin poder ofrecer la mínima resistencia. De plano, se trata de pura basura, que no sirve para nada”. “¡Cuidado con la basura! –le advierte una hormiguita valiente con voz temblorosa–. Basta un cerillo para que toda esta basura se vuelva en llamas y te reduzca a cenizas en unos instantes”.

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AGUIJÓN Mi misión es ser aguijón. Ni modo. Para eso nací. El Señor me llamó y me destinó a ser escándalo para muchos. Su Palabra me quema hasta los huesos y no puedo quedarme callado. Tengo que gritar a derecha y a izquierda, sin medir consecuencias. No me importa, si algunos me idolatran y otros me odian. El regreso al Evangelio es mi idea fija, el tormento de mi vida.

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Hasta que tenga un poco de aliento y fuerza, aunque sea apoyándome en un bordón, seguiré hablando, inquietando las conciencias, molestando a los hipócritas, luchando en contra de todo tipo de explotadores, sembrando amor y esperanza en los corazones sinceros. Ni modo. Para eso nací. Para eso el Señor me llamó. Y en esto consiste mi gozo, mi gloria y mi tormento.

PAZ ¡Cuántas veces te busqué inútilmente, siguiendo vanas ilusiones! Hoy, rendido y cansado, por fin te encuentro, en los brazos de mi querido Señor Crucificado. Gracias, Señor Jesús, por haberme esperado tanto. ¡Qué bonito es estar contigo!

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COMO UN PAQUIDERMO La Iglesia Católica se parece a un enorme paquidermo, lento en sus pasos, pero seguro en su avanzar hacia la meta. A veces parece dominando por un sueño profundo, como si nada aconteciera a su alrededor. No le molestan los zancudos. ¡Ni se da cuenta de sus piquetes! No le despiertan los ruidos de las consolas, ni el retumbar ensordecedor de los conjuntos y los bailes enfurecidos de los carnavales. El paquidermo sigue durmiendo, tranquilamente. Es que goza de óptima salud y no sufre de nervios. Pero ¡ay cuando despierta! Es como un volcán en erupción, que puede cambiar el rostro entero de una región en unos instantes.

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Por eso muchos la odian y quisieran verla muerta y enterrada para siempre. Mientras otros le temen y tratan de seguir con atención, y máximo cuidado, todos sus mínimos movimientos. Y yo me gozo, porque soy católico y conozco el secreto de su éxito. Y lucho para que despierte pronto de su letargo de siglos y empiece a lanzar llamas por todos lados, hasta cambiar el rostro de la tierra, dando inicio al mundo nuevo con el que sueño.

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POBREZA “Felices los pobres” dijo Jesús. Felices los que logran ser libres, los que no se dejan amarrar por ninguna atadura. En realidad, la pobreza impuesta por la injusticia es signo de esclavitud, mientras la pobreza elegida voluntariamente es signo de la máxima libertad. Llegar a ser pobres de veras es una conquista. ¡Lástima que tan pocos comprenden esto! El que escoge ser pobre, no le teme el cacique, expresa claramente lo que piensa, busca la verdad sin miedo y la proclama sin rodeos. No mide consecuencias, se entrega totalmente, ama sin reservas, no le preocupa el mañana y vive plenamente el presente.

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¡Qué bonito es ser pobre de veras, sentirse libre como el pájaro del cielo y correr hacia la meta sin cargas inútiles! Ser pobre es una vocación, un don precioso que solamente Dios puede conceder. Si no lo tienes, no te asustes. Que por lo menos Dios pueda concederte entender algo de su belleza.

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LA OVEJA PERDIDA “Un pastor tenía cien ovejas. La noche, de regreso al redil, se dio cuenta de que se le había perdido una. De inmediato, dejó las noventa y nueve en lugar seguro, para ir en búsqueda de la perdida, hasta encontrarla. E hizo gran fiesta”. Todo eso parece un cuento de hadas, para adormecer a los niños, después de acostarse. Mientras se trata de una enseñanza de Jesús, que tiene una grande actualidad. Jesús quiere que el pastor busque a la oveja perdida, en lugar de sentirse satisfecho con las ovejitas de siempre, que nunca se despegan de su sotana. Si entendiéramos esto, ¡cuán distinto sería el mundo! ¡cuántas ovejas extraviadas regresarían al redil! De veras que estamos muy lejos de entender el Evangelio. Bautismos, quinceaños y matrimonios.

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Y lo que más les llama la atención a muchos pastores, son los muertos. Misas de muerto por aquí y misas de muerto por allá. ¿Y los vivos? ¿Los pobres, los marginados, los que sufren, los que no encuentran un sentido para la vida, los que necesitan una palabra de aliento? “No me doy abasto –contestan–. No tengo tiempo”. Si volviera Cristo, estoy seguro que nos daría a todos una buena paliza, por no querer entender cosas tan sencillas, que representan el meollo de su ejemplo y su enseñanza.

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PRESENTACIÓN ¿Por qué te molestas? Ya sabes que la garrocha sirve para picar a los bueyes. Entonces, ¿qué te apura? ¿Por qué volteas continuamente la cabeza para atrás? Si trabajas y no te pasas todo el día flojeando, no tienes por qué preocuparte. Sigue adelante tranquilo. La garrocha no es para ti. Si, al contrario, te pasas todo el día rascándote la barriga, entonces sí te aconsejo que te esfumes lo más pronto posible, antes que te alcance con mi garrocha. Pues, ya sabes para qué sirve la garrocha.

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GARROCHA DE LOS POBRES ¿Mecenas yo? ¿Defensor o protector de los pobres? No. No nací para eso. Mi misión consiste en ser pobre y vivir entre los pobres, para picarlos, inquietarlos e impulsarlos a levantar la cabeza. Por eso, hablo pelado, hasta resultar chocante para muchos. No sé de planes ni de estructuras ni nada. Lo único que pretendo es esto: Ser estímulo, garrocha o látigo, para que los pobres aprendan a pensar y actuar. y con eso, me siento feliz.

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EL HOMBRE DE LA CARGA Por caminos polvorientos, un hombre avanza solo, cargando una mochila. Al verlo, muchos se alegran y corren hacia él, ansiosos de entregarle algo, que el peregrino recoge con mucho cuidado. El rito se repite infinidad de veces, y todos se alejan reconfortados y llenos de gozo. Hasta que, rendido por el cansancio, el peregrino cae a la orilla del camino y se duerme. Al despertar, descubre, recostada a su lado, una figura angelical, acariciando su frente y brindándole la más tierna de las sonrisas. El peregrino, turbado, se levanta, acomoda la mochila en sus hombros y se apresta a proseguir la marcha. 103

La figura angelical le tiende una mano, deseosa de compartir su carga. “No. –le contesta el peregrino con una ligera sonrisa–. Nadie puede ayudarme. En realidad, está es mi misión: Aliviar a otros de sus cargas y quedarme solo con la mía”. Y prosigue el camino. Su rostro se parece al rostro de Cristo.

VAGABUNDO DEL EVANGELIO Muchos me preguntan: “¿Dónde está tu casa?”. Yo les contesto: “Dónde está la mochila, allá está mi casa”. En realidad, soy un vagabundo del Evangelio.

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EL ZANCUDO Detesto al zancudo. Lo único que pretende es picar y picar. Tal vez Dios lo creó para probar la paciencia de la gente. De todos modos, resulta una verdadera lata para todos. Y por eso, nadie lo quiere.

No busques tu deleite en molestar a la gente.

Tú, si quieres tener muchos amigos, no seas como el zancudo.

De otra manera, no te extrañes, si algún día alguien te da un manazo y te aplaste.

EL COBARDE Y EL VALIENTE No digas nunca: “No puedo”. Di más bien: “Le haré la lucha”. En realidad, en esto está la diferencia entre el cobarde y el valiente.

105

EL TESORO ESCONDIDO Estoy contento, porque desde hace algún tiempo encontré un tesoro escondido. Vendí todo lo que tenía, compré el campo y saqué el tesoro. Desde entonces vivo feliz con mi tesoro, que nadie me puede arrebatar. Si te interesa conocer su nombre, pon mucha atención y grábatelo bien en la mente: “Amar” es su nombre. Así que, si algún día logras comprender el enorme valor de este tesoro, vende todo lo que tienes y cómpralo. Te aseguro que tu vida cambiará completamente y encontrarás la verdadera felicidad.

LIMOSNERO

En efecto, en el mundo no existe nada más valioso que vivir amando.

Soy limosnero.

Es el paraíso anticipado.

Este es mi destino: Recorrer los caminos del mundo, tendiendo la mano. Si me amas, viviré. 106

RELIGIÓN DE MUERTOS ¡Qué triste es un pueblo sumido en la muerte! Su religión no es nada más que misas de muertos, velorios y entierros. ¿Hay un muerto? Ahí está el señor cura con su maletín mágico para las exequias.

¿Hay un enfermo, un joven que necesita una orientación, una familia que vive en la miseria? No hay tiempo. No se da abasto. A los muertos se les dispensan todas las atenciones, mientras para los vivos no hay tiempo. ¡Qué triste es vivir en un mundo, en que reina la muerte!

ÁGUILA Y LEÓN Si Dios te llamó para águila, lánzate para arriba a surcar los aires y no te acerques a las carroñas como el zopilote. Si Dios te quiso león, no te quedes como ratón, encerrado en un hoyito. Mejor vivir un día como el águila o león que cien años como zopilote o ratón. 107

UN MUNDO DE PANTALLAS Una enorme fachada de colores brillosos, delante de una choza con techo de zacate y paredes de barro. Un traje a la última moda, sobre un cuerpo débil y enfermizo. Una Biblia en la mano y un odio profundo en el corazón. Esto es apantallar, aparentar, engañar. Y lo peor del caso es que no se trata de algo raro. Al contrario, parece que ésta se la “Ley”. En efecto, vivimos en un mundo de pantallas.

DERRAMANDO ROSAS Si quieres que tu vida sea toda una fiesta, aprende a derramar rosas en tu camino. Este es el secreto para una vida feliz: derramar rosas y no espinas. Una sonrisa, un apretón de manos o un abrazo pueden más que un regaño, un empujón o una patada.

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LA MIEL Y EL VINAGRE Un vaso de miel y un barril de vinagre, frente a frente. El primero está siempre de fiesta, literalmente asaltado por curiosos, visitantes y amigos, mientras el segundo se encuentra siempre solo y triste. Es que a nadie le gusta aquella cara lúgubre, que pone el barril de vinagre. Con su actitud, parece decir: “Aléjense todos y déjenme solo con mi pena y mis pensamientos”. Así que, ya sabes: Si quieres tener muchos amigos, no pongas una cara triste de vinagre. Aprende de la miel y verás que tu vida será toda una fiesta.

CAMBIAR No digas: “Quiero aprender”. En realidad, no soy un instructor de pericos. Di más bien: “Quiero cambiar”. Entonces, sí, seremos verdaderos amigos y le haremos la lucha juntos.

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¿VOTO DE PROBREZA? Pertenecía a una familia de humildes campesinos. Su casa era una pequeña choza, con piso de barro y techo de palma. Un día decidió seguir a Cristo, entregándole toda su vida, e ingresó en un convento, donde hizo los votos de pobreza, castidad y obediencia. Desde entonces, ya vive en una cómoda mansión, con piso de mármol y techo de concreto. Me pregunto: ¿Es esto hacer voto de pobreza? Si así es el voto de pobreza, ¿cómo será el de castidad y obediencia? Sinceramente, no entiendo. Por mi parte, para evitar inútiles confusiones, sugeriría lo siguiente: Si de veras se dan cuenta de que es imposible guardar el voto de la pobreza, que no lo hagan. En efecto, ¿quién las obliga? O si quieren añadir un tercero voto, que sea el de “propiedad colectiva”.

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En realidad, es ridículo hacer el voto de pobreza y dejar de vivir como pobres en medio de los pobres, para contar con un buen carro, buena ropa y una cómoda mansión. Es como querer burlarse de los pobres de carne y hueso, que, sin tener el honor de emitir ningún voto de pobreza, se ven obligados a vivirlo cada día, en el campo, la periferia de las ciudades y las banquetas de las calles. Y, al mismo tiempo, es como querer tomar el pelo a todo mundo, tratando a todos como una bola de ignorantes, que no saben distinguir entre pobreza y riqueza, para lo cual no se necesita ser miembros de la Real Academia Española de la Lengua.

COMO LAS NARANJAS Con el tiempo las naranjas o se endulzan o se agrian. Cada hora, cada instante, va marcando tu existencia. Tú sabrás si mañana serás dulce o serás agrio.

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LA JAULA DEL ORO El águila real libremente surcaba los aires, apuntando su mirada hacia el sol. Hasta que un día algo muy brilloso llamó su atención y se lanzó para abajo como atraído por un imán irresistible. Mientras contemplaba extasiado el precioso artefacto, oyó un ruido a sus espaldas: la puerta de la jaula acababa de cerrarse, haciéndola presa para siempre. Desde entonces, el águila real ya no volvió a surcar los aires. Pasa los días, meciéndose en la jaula, embriagada por el brillo del oro y añorando los días lejanos de la libertad.

EL DORMILÓN Duerme, sigue durmiendo, niño mío; ¡qué bella es la vida, durmiendo siempre! Me gusta mirarte dormir sin fin; eres un burro que estudia latín.

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EL VIEJO CAMIÓN Destartalado, de color indefinido, el viejo camión sigue su ruta, entre baches y polvo, brincando, refunfuñando, pero siempre solícito en su afán de servir.

EL DESTINO ¿Qué es el destino? Es la excusa de los tontos.

Hasta que un día, sin aliento, descansará a la orilla del camino, añorando los tiempos de la juventud.

¿Fracasó en el algo? Fue culpa del destino. Acuérdate: Tú eres tu destino. Depende de ti construirte en este mundo el paraíso, el purgatorio o el infierno. En realidad, el destino no existe. Cada uno se le construye como quiere.

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LA TORRE DEL PODER Situada en la cumbre del cerro, parece una fortaleza inaccesible. Allá viven los intocables, los hijos de los dioses. A nadie le está permitido, bajo pena de muerte, escalar por propia cuenta aquella montaña sagrada, reservada solamente para los elegidos. En efecto, allá arriba, entre inciensos, nubes y relámpagos, se fabrican los destinos del mundo.

SINTONÍA Amo la poesía, el arte y la belleza. Gozo en contemplar las estrellas y las flores del campo. Me encanta mirar a la gente en los ojos y sonreír. Qué pena siento al toparme con alguien, que agacha la cabeza y pasa de largo.

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EL LÍDER Ayer era don Nadie. Vivía en una humilde choza y apenas sabía deletrear. Hoy es el Señor Fulano de Tal. Vende departamentos y sus declaraciones salen en los periódicos. Es algo realmente asombroso. Es un verdadero milagro. Es el milagro de la política.

CONTRADICCIÓN Amar la paz y vivir en la guerra; anhelar un hogar y seguir viajando; mirar el cielo azul y pisar el lodo. Este es el drama, el gozo y el tormento de mi vida.

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CAMPESINO Culto. Libre. Digno. Con la cabeza levantada, regresa del campo, cargando su inseparable machete. Pasa las tardes y los interminables días de lluvia, leyendo una infinidad de libros y revistas o escribiendo versos, cuentos y artículos para periódicos. Es un experto en abonos, semillas y ganado. Le apasiona la política y no desperdicia ninguna oportunidad para tomar la palabra en la asamblea, donde se deciden los destinos del pueblo. Su grande anhelo es tener un hijo diputado. Es campesino y se siente un rey. Es el campesino de mis sueños.

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¿Quién es el profeta Amatu? Nadie lo sabe con seguridad. Según los expertos, tal vez se trata de un profeta menor, que vivió en la época de la insurrección macabea. Ojalá que su mensaje pueda servir para los que hoy en día siguen luchando por la libertad y dignidad del hombre.

JUDIT Judit. Nombre glorioso para Israel. La debilidad se enfrenta al poder; la humildad vence el orgullo; el derecho aplasta la injusticia. Judit. Símbolo de la intervención de Dios en favor del oprimido; garantía de victoria para todos los que luchan por la libertad del pueblo. Judit. Gloria de Jerusalén, orgullo supremo de Israel, tipo de toda mujer valiente. Que tu nombre sea glorificado por todas las generaciones.

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¡A LA CALLE! Mientras los lobos devoran las ovejas, ustedes duermen, pastores de Israel. ¡A la calle todos, bola de flojos! Las costumbres ancestrales les hicieron olvidad su misión de pastores, que tienen que estar dispuestos a dar la vida por las ovejas. Papeles, misas, responsos… mientras el rebaño se dispersa, frente a la embestida de los falsos profetas. ¡A luchar, pues, con valor, donde más arrecia la batalla! Para eso fueron ungidos, como pastores de mi pueblo. ¿Por qué les da tanto miedo? ¿No les dije que yo estaría siempre con ustedes? Aviéntense a la calle; organicen la defensa de mi pueblo; estén unidos. Basta con la flojera, la cobardía y la comodidad. Estoy harto de verlos sentados detrás de un escritorio. ¡A la calle todos, pues! O me veré obligado a darles una buena calentadita, para que entiendan de una vez y se muevan. 119

LOS HIJOS DE LA LUZ Calmados, seguros en la verdad de su fe… satisfechos. Así son los hijos de la luz. Mientras los hijos de las tinieblas no pierden tiempo. Impulsados por las fuerzas del mal, corren de un lado para otro, sembrando destrozos entre lo más ignorantes, mediante la mentira y el engaño. ¿Hasta cuándo, Señor, durará esta triste realidad? ¿Hasta cuándo el egoísmo y el odio podrán más que el amor? ¿Hasta cuándo permitirás que los hijos de la luz sigan durmiendo tranquilamente, dejando campo libre a los hijos de las tinieblas? Señor, yo sé que tú lo puedes todo. ¿Por qué no sacudes a los hijos de la luz, para que se lancen a la lucha en favor de la verdad ye l bien, sintiendo en el corazón un poco de celo por la llegada de tu Reino?

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Señor, apiádate de la viña, que tú plantaste con tus propias manos y no permitas que el maligno siga sembrando destrozos, a su antojo. Manifiesta tu poder, como antaño, en los momentos más difíciles de los tiempos pasados. Y que todos se alegren por tu salvación.

NO TENEMOS TIEMPO ¡Ay de mi pueblo tan triste, dividido y lejos de mí! Son pobres, y dicen: “No tenemos tiempo, para acordarnos de Dios; es que tenemos que trabajar duro, para poder vivir”. Son ricos, y dicen: “No tenemos tiempo, para acordarnos de Dios; es que tenemos muchos negocios que atender”. Así que, sean pobres o ricos, es estribillo sigue siendo igual: “No tenemos tiempo, para acordarnos de Dios”. ¿No saben que, de todos modos un día tienen que morir? Entonces, ¿seguirán diciendo que no tienen tiempo para acordar de mí?

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TENEMOS GANADO “Tenemos ganado –dicen–; tenemos ganado. ¿Para qué sirve orar tanto, como aquellos pobres tontos que todos los días acuden a la capilla?” Escuchen, hijos malvados, y pongan atención a mis palabras. Ya no sigan repitiendo: “Tenemos ganado; tenemos ganado”. En realidad, ¿qué es lo que tienen ganado ustedes? Yo se los diré, para que se avergüencen y ya no sigan con las mismas babosadas de siempre. Ustedes, con sus malas acciones, tienen ganado el infierno y pronto llegará el día en que irán a pasear en él, brincando como chivas espantadas.

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LOS POBRES SON EVANGELIZADOS Es el signo de la autenticidad mesiánica: “Los pobres son evangelizados”. Ni modo. Jesús lo afirma con toda seguridad. Ni hablar. Que los petroleros levanten sus voces; que las vírgenes consagradas proclamen su inconformidad; que los Maestros de la Ley expriman sus sesos, para evitar un escándalo tan grande y encontrar una explicación conforme al sistema. Es “su” problema. La Biblia lo dice, sin dejar lugar a dudas: “Los pobres son evangelizados”. Más claro, no se puede. Sí, los huarachudos, los sombrerudos, los hambrientos, los que no valen nada… son evangelizados. … Y evangelizan. Es la revolución cristiana en acto.

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EL HOMBRE ROBOT ¡Ay de mi pueblo, tan pobre y amolado! Parece una competencia, para ver quién puede aplastarlo mejor. Televisión, radio, novelas, cuentos… escuela, política, religión… Slogans por todo lado, … consignas. Lo que pretenden es quitar a mi pueblo la costumbre de pensar. Para ellos, lo ideal sería formar al hombre robot. Pero tú no duermas. Habla, escribe, convence, grita. Invita a pensar. No permitas que le arrebaten a mi pueblo lo más sagrado que le entregué: su capacidad para pensar. Es ahí, donde está la fuente de su dignidad. Es ahí, donde se juega su destino. De ahí, tiene que empezar su liberación. 124

POLITICOS CORRUPTOS ¡Pobres de los que engordan a expensas del pueblo! Durante las campañas electorales, hacen grandes promesas, que pronto echan al olvido, una vez alcanzado el puesto. Apantallan ser amigos del pueblo, cuando en realidad son sus peores enemigos. En efecto, sus proyectos son pura explotación de los pobres. Hacen leyes injustas, que utilizan para amolar a los más débiles y favorecer los intereses de los más ricos. Se aprovechan de cualquier división o pleito, para sacer dinero a todos y así poder aumentar el giro de sus negocios chuecos.

125

Dan concesiones para explotar minas, establecer nuevas rutas de camiones o taxis, a cambio de billetes, que sirven para acrecentar siempre más su poder. Venden petróleo al extranjero, depositando parte de los dólares en sus cuentas particulares, que tienen en los bancos suizos o estadounidenses, sin importarles un comino los verdaderos intereses de la nación. Parece que de plano no tienen vergüenza. A estos señores les digo: “Arrepiéntanse, mientras todavía hay tiempo. O me veré obligado a darles un tremendo castigo, que dejará asombrados a todos, como nunca se ha visto desde la creación del mundo”. En realidad, ya la medida está colmada y no puedo seguir escuchando en vano el clamor que llega hasta mis oídos, desde las chozas de las selvas, las vecindades de los barrios y las aceras de las calles.

126

Ya llegó el tiempo de poner mano al látigo. A ver si así entienden de una vez y cambian de actitud.

LOS FALSOS PROFETAS ¡Ay de los falsos profetas, que anuncian vanas visiones! En lugar de luchar por la paz, gozan en provocar la violencia, y al momento de la represión abandonan al pueblo y huyen a un lugar seguro, lejos del zumbido del cañón. ¡Pobres campesinos desorientados y asustados! Pensaban encontrar bienestar y encontraron la muerte. Aldeas destruidas, cadáveres que se pudren al sol, presa de chacales y buitres; fantasmas que vagan por la selva, sin rumbo. A ustedes falsos profetas, les voy a pedir cuenta por todo esto. Hablaron sin consultarme, para satisfacer su deseo de grandeza. Y ahora mi pueblo sufre sin remedio.

127

Ricos contra pobres, pobres contra ricos. Creyentes y ateos luchan en la misma trinchera, soñando un mundo nuevo, sin darse cuenta que son instrumentos ciegos de ambiciones ajenas a su tierra, su raza, y su credo. ¡Ay de mi pueblo, envuelto en una guerra fratricida sin saber por qué! Y ahora nadie encuentra la salida. Prender la chispa fue fácil, apagar el incendio resulta imposible. Ustedes, profetas de la violencia, ¿no pensaron en esto, antes de alborotar al pueblo? De plano, fueron unos irresponsables. Por lo tanto, no busquen excusas, no le echen la culpa a nadie. A ustedes les pediré cuentas, por haber lanzado a mi pueblo en una aventura sin sentido. 128

EL ORGULLO DE LOS PODEROSOS Señor, tú que creaste los cielos y la tierra y escuchas las súplicas de los débiles, mira el orgullo de los poderosos y aplástalo. Ellos confían en sus tierras y en su ganado; se sienten seguros a la sombra de los influyentes; descansan tranquilos, soñando en las enormes ganancias, que les dejarán los dólares depositados en los bancos extranjeros. Y se burlan de los pobres; se ríen de los que confían en ti y amenazan hasta con la muerte a los que luchan por la justicia. Señor, tú que eres el Dios de los humildes, el defensor de los pequeños y el apoyo de los débiles, concede a mi lengua de pobre campesino la sabiduría necesaria para acabar con su soberbia. Haz que todos reconozcan que solamente tú eres realmente poderoso y que nadie puede levantar la voz delante de ti y tus elegidos.

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PRESENTACIÓN No te extrañes al notar que nunca uso saco y corbata. No te espantes si algún día me encuentres con los pantalones arremangados y el lodo hasta las rodillas. Es que vivo en la selva, soy machetero y mi trabajo consiste en abrir brecha. Se trata de un trabajo honesto y útil, como todos los demás. ¿No te gustaría conocerlo? Lee este folleto y lo verás.

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ABRIENDO BRECHA Me gusto adentrarme en la selva y dar golpes con el machete, abriendo brecha. No me importan los riesgos; no me espantan los peligros. Yo sigo adelante, golpe tras golpe. Con el tiempo una brecha se transforma en carretera, otra en rodada o vereda, y otra vuelve a cerrarse, dominada por la selva. Ni modo. Este es mi destino: intentar abrir cien caminos y quedarme satisfecho con diez. … y el mundo avanza.

LA SOLUCIÓN No te sientes satisfecho por conseguir un acomodo, un arreglo del momento, dejando al mañana la solución del problema. Mañana tal vez será demasiado tarde. 134

ARTISTA DE LO INDEFINIDO Soy artista. No me gustan los tonos fuertes, las líneas bien marcadas y las figuras completamente definidas. Más bien prefiero los colores tenues, los contornos esfumados y las figuras apenas esbozadas. Mis obras son fruto de mi pincel y de la imaginación de quien las mire. Son ventana, espejo y trampolín. Para gozarlas, hay que tener los ojos de un artista que crea y no de un crítico que juzga lo que ve.

EL ZORRILLO Apesta. Por eso, nadie se le acerca.

Mi arte consiste más en sugerir que presentar. Soy artista de lo indefinido.

Tú, si quieres tener muchos amigos, no seas como el zorrillo. No hables mal de la gente. Controla tus humores. Ama.

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EL PAYASO En la escena es un rey. Todos lo aplauden, se fijan en sus gestos, lo idolatran. En la vida real no es nada. A nadie lo importa si está contento o triste, si come o sufre hambre. Es un payaso, y su misión consiste en hacer reír a la gente. ¡Qué triste será darse cuenta algún día de ser un pobre payaso!

LA VÍBORA No da la cara. Arrastrándose en el suelo. astutamente, se le acerca a la víctima y la ataca, inyectándole veneno mortal. ¡Cuidado con la víbora! En cualquier momento te puede alcanzar y dejar tirado en el suelo. Ay de ti, si te encuentras solo, sin que nadie pueda levantarte.

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MIS TESOROS María no sabía deletrear, estaba enferma de nervios y se sentía una basura. Ahora acaba de cursar la primaria abierta, tiene continuamente la sonrisa a flor de labios y es coordinadora de grupo. Carmela era la oveja negra de la familia; la llamaban la loca, la tonta y la fea. Todas las atenciones estaban reservadas para las demás hermanas, más listas, guapas y seductoras. Ahora es la esposa de un buen ingeniero y la madre feliz de dos preciosas criaturas. Gustavo era un indito como muchos, perdido en la selva. Ahora está por ordenarse sacerdote. Estos son mis tesoros, mis joyas, mi alegría y mi orgullo.

POR INTERÉS Tenía un plan. Se le esfumó. Adiós, mi amor.

Ya cambió su porte, su manera de vestir y hasta su voz. Ya nos volvimos unos extraños, como si nunca nos hubiéramos visto.

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EL JERARCA Misterioso. Cínico. Cobarde. Aparenta más de lo que es. Goza en aplastar las cucarachas. Le encanta verse rodeado por lacayos. Es un experto en intrigas palaciegas. Para subir un escalón, está dispuesto a sacrificar hasta a su propia madre. No conoce la gratitud. Es un olvidadizo crónico. No confíes en los favores que un día le hiciste. Puede pagarte con una puñalada en la espalda.

GUÍA

AMBICIÓN Sueña y persigue los sueños. Llegarás lejos. 138

Si te entrego a las alas del viento, tropiezas en la arena y caes.

GRACIAS, SEÑOR Gracias, Señor, por haberme concedido servirte durante veinte años como sacerdote. Gracias, por haberme preservado del demonio del dinero, el odio y la envidia. Gracias, por haberme permitido experimentar el amor pleno y sincero. Gracias, por la compresión de los amigos y la oposición de los enemigos. Gracias, porque no permitiste que cayera en la soberbia y el despotismo. Gracias por los fracasos, que me hicieron madurar, por la libertad que experimenté y el deseo de luchar que nunca me abandonó. Gracias, por los sueños que alegran mi mente y las tempestades que agitan mi alma. Gracias, Señor, por todo, y especialmente por la paciencia que siempre me tuviste, el amor y la misericordia. Gracias, por los años que aún me concederás servirte como sacerdote misionero. 139

LOS POBRES Seguido mencionas a los pobres. Te pregunto: Para ti, ¿qué representan los pobres? ¿Acaso son como niños, que hay que cuidar, moldear a tu propio antojo y reprender a cada rato? ¿O adornos para ciertas ocasiones especiales? ¿O un escalón para subir más? Para mí, los pobres son mis hermanos, hacia los cuales tengo una deuda que pagar. Por eso, los respeto, los escucho con atención y les agradezco su paciencia en soportar tantas cosas.

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EL PERRO Ladra, muerde, mueve la cola, según lo que le guste al dueño. El perro no sabe si lo que hace es bueno o malo. Hace lo que le ordene el dueño y ya. Tú, no seas como el perro. Antes de actuar, piensa con tu cabeza y acuérdate que vas a responder por todo lo que hagas.

EL COMEJÉN Trabaja sin que nadie se dé cuenta, royendo la madera, hasta que todo se derrumbe. El comején es muy peligroso, porque trabaja en la oscuridad. Tú, si quieres evitar algún día sorpresas desagradables, examínate bien para asegurarte que no haya dentro de ti algún comején, que te esté royendo secretamente. Y no dejes pasar mucho tiempo, porque mañana puede ser demasiado tarde.

141

LA BRECHA O LA CARRETERA ¿Qué prefieres: La brecha o la carretera con pavimento, alcantarillado y todo? Yo, por mi parte, prefiero la humilde brecha de la selva, mientras sueño en una ancha carretera.

DECEPCIÓN Contigo soñé demasiado. Ya me enfadaste. Adiós.

LA POESÍA Como un vaso de agua fresca en un día caluroso. 142

LA INTUICIÓN Odio los detalles interminables, las repeticiones inútiles y el afán de decirlo todo. Prefiero la intuición simple, lúcida y global. Me parece más digna del ser humano.

ACTOR No te pases todo el día mirando el río que baja. Aviéntate, nada y pesca. Sé dueño de tu destino.

143

CUERDA LARGA “Yo pienso, yo digo, yo sé… Déjenme luchar, y verán lo que haré”. “Sí, hijo mío, adelante Mañana nos veremos. Si son rosas, florecerán”.

CONFIANZA No cierres las ventanas de tu vida, rumiando heridas y espantando fantasmas. Aprende a confiar y todo será mejor.

144

LA PACIENCIA DE LOS POBRES Tú, mandas, reprendes y humillas a los pobres. Y después te quejas porque no se te acercan, no te saludan y no te quieren. ¿Acaso pretendes que los pobres te besen las manos, como hacen los perros con sus amos? Lo mejor que puedas hacer, es callarte y dar gracias a Dios por haber dado a los pobres tanta paciencia para aguantar un orgullo tan descarado. De otra manera, ya te hubieran propinado una buena paliza, para que aprendieras a respetar a la gente y a dejarte de lloriqueos inútiles.

145

EL LORO FELIZ En un loro muy listo. A fuerza de luchar y luchar, aprendió a salirse de la jaula. Y ahora vive feliz. Mientras todos piensan que está preso, y lo compadecen, él sabe que vive completamente libre. Y se burla de la gente.

ENVIDIOSO En lugar de acelerar el paso para alcanzar al que se adelanta, trata de distraerlo para que se pare.

146

EL FALSO MAESTRO “Yo estudié, yo sé, yo te voy a enseñar. No vayas con otros maestros”. ¡Pobrecito! Aparentar ser sabio, cuando en realidad es un pobre diablo, completamente acomplejado y asustado. Teme que se le vayan a escapar los pocos bobos que aún le quedan. Y para reteneros, no encuentra otro remedio que acudir al fanatismo y la ceguera. No sabe que la libertad es la garantía de la verdad, mientras que la esclavitud es el signo manifiesto de la mentira.

DIOS El anhelo y la razón de la existencia.

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EL ERROR Y LA VERDAD Si la luz te confunde y te espanta, mientras la oscuridad te agrada, es que vives en el error y ya te acostumbraste. Si, al contrario, gozas de la luz de sol y no te agradan las nubes ni la oscuridad de la noche, es que amas la verdad y la buscas. Como la luz y las tinieblas no puede vivir juntas, tampoco la verdad puede convivir con el error. Hay que escoger entre la verdad y el error.

LA GRATITUD Una flor muy rara que nace solamente en los corazones nobles.

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ADELANTE No pierdas tu tiempo, aventando piedras a los perros que ladran, ni ahuyentando fantasmas nocturnos. La vida es demasiado corta, para desperdiciarla en cosas inútiles. Tú, pisa bien los pies sobre la tierra, apunta tu mirada hacia la meta y avanza seguro.

EL COBARDE Cuando hay paz y tranquilidad, se siente orgulloso de ser soldado. Ama los uniformes brillantes, los desfiles y las consignas heroicas. Pero, cuando el cañón empieza a tronar, se asusta de inmediato y se echa a correr. Es un soldado de adorno. No sirve para las batallas. Es un cobarde. 149

EL MAR Seductor y traicionero. Inmenso, hermoso y amargo. Como el amor de los años mozos.

AMISTAD Cantar, bailar, soñar con los ojos abiertos y pensar en voz alta. Sin miedo. Juntos, contemplar el cielo azul, mirar más allá de las estrellas y escrutar el horizonte oscuro. Con confianza. Esta es la amistad.

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OPCIÓN POR LOS POBRES Cuando te metes en un lío, por defender la causa del débil y oprimido, poniendo en peligro tu honra, tu dinero y tu vida misma...´ estás con los pobres: optaste por ellos. Cuando planeas algo juntamente con los pobres, sentado alrededor de la misma mesa... estás con los pobres: optaste por ellos. Cuando respetas y apoyas sus decisiones, aunque te parezcan infantiles... estás con los pobres: optaste por ellos. Cuando gozas en seguir el ritmo de sus pasos, sin quejarte si te parece demasiado lento o apresurado... estás con los pobres: optaste por ellos. Si, al contrario, pretendes mangonear a los pobres, con el cuento de buscar su liberación... entonces, mejor que no te molestes: No estás con los pobres: no optaste por ellos. Tú eres un explotador más, que te sirves de la causa de los pobres para apagar tu sed de riqueza, gloria y poder.

ABSTENCIÓN La protesta de los pobres.

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EL LÍDER–CACIQUE Ayer huarachudo y gritando: “Igualdad”. Un montón de gente lo seguía, hambrienta de pan y libertad. Hoy es el Maestro, el Guía Moral y el verdugo de las masas. ¿Y la igualdad? ¿Y la libertad? Sueño de los pobres y delirio de los hambrientos. Palabras vanas en un mundo de hambre y opresión.

EL POETA Intérprete y cantor. Chispa divina en forma humana.

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LA ORACIÓN Como incienso perfumado, la alabanza del pueblo fiel se eleva hacia el Creador. Entre cánticos, himnos y salmos, el corazón del hombre se abre a su Señor. Y la paz, cual bálsamo celestial, desciende sobre el alma en pena.

EL AMANECER La cita con la esperanza.

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MILAGROS Mi hijo se droga. ¿Qué tengo que hacer? Mi esposo toma mucho. ¿Cómo se le puede quitar? Estoy enferma. ¿A qué santo tengo que rezar? ¡Milagros! ¡Siempre milagros! Milagros para dejar el vicio. Milagros para recuperar la salud. Milagros para que el dinero rinda. Milagros para todo. Y la cabeza ¿para qué sirve? ¿Por qué no usar la cabeza para resolver los problemas? ¡Ay de un pueblo que cree en los milagros y en la varita mágica! Nunca logrará su verdadera liberación.

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LA LEY DE LA SELVA “Fíjate que soy un poco nervioso y seguido me tiembla el dedo. Por favor, no me hagas enojar. Apártate de aquí y déjame el lugar”. “Sí, patrón. A sus órdenes”. Y se instala el Señor. el dueño de la selva. Hasta que un día se topa con alguien igualmente nervioso y con el mismo temblorín al dedo. Y empieza la cacería. Es la guerra entre los dioses de la selva, una guerra cruel, cobarde y tenebrosa, donde la muerte asecha a cada instante y hasta el propio hermano puede resultar un enemigo. Es la ley de la selva. Es nuestra ley.

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MI IDEAL Ser la voz del pueblo sencillo, de los que no tienen voz, de los que no valen nada. Ser estímulo. Ser canto, alegría, gozo y esperanza para los que no tienen nada y nada esperan. Ser una tabla de salvación para los náufragos, lanzados en alta mar y abandonados a los tiburones. Este es mi ideal, mi anhelo y mi lucha.

REALISMO Ver. Tocar. Sentir. Oler. Soñar. Pensar. Ver. Tocar. Sentir. Oler.

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RODANDO No sabe convivir. Se parece al gato, que de repente araña y huye. Y después se queja porque nadie lo quiere. Le gustaría vivir en un mundo de amor y compresión pero no hace nada para crearlo. ¡Pobrecito! Está fuera de onda. Se pasará toda la vida rodando.

LA PRUEBA DEL DINERO Feliz el hombre que, probado con el dinero, sale vencedor. Como que el dinero se pega sin quererlo. Como que trastorna y da vértigos al cerebro. Es la prueba de fuego. Si sales limpio de la prueba del dinero, eres un héroe, mereces un monumento.

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PRETEXTOS En lugar de dar tantas vueltas al asunto, ¿por qué no reconoces claramente que eres un flojo y un cobarde? Sencillamente, no te gusta chambear. Y por eso, andas como andas. Acuérdate: Si quieres ser alguien en la vida, que de una vez te olvides de cuentos inútiles y le eches ganas al trabajo.

¿FIN O INICIO? Muchos creen en el próximo fin del mundo. Y se asustan. Quién sabe. Yo más bien prefiero pensar en el inicio de una nueva época en la historia de la humanidad. Tengo la impresión de que el mundo esté saliendo de una época de barbarie, incredulidad y mentira, para dar inicio a una nueva época de verdad, fe y justicia. 158

LA INSPIRACIÓN CComo un relámpago en una noche oscura, un oasis en un desierto sin agua o un remanso de paz en el fragor de la tempestad. Así es la inspiración, que de repente ilumina la mente del hombre y la llena de gozo y paz. Es como el sello divino para la búsqueda del hombre.

¿PRO O CONTRA? ¿Con quién estás: con el hombre o en contra de él? Si luchas para que todos tengan pan, vivienda, salud y dignidad, entonces estás en favor del hombre. Mereces respeto. Si, al contrario, te pasas todo el día flojeando, sin ganarte ni el pan que comes, entonces no estás en favor del hombre. No mereces respeto. Y si de plano te dedicas a explotar a los más débiles, humillarnos y pisotear su dignidad, entonces ni eres digno de ser llamado hombre. Eres peor que una fiera. Pues te alimentas de la sangre de tus semejantes.

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AL SEÑOR DE LAS IDEAS Señor Dios, Tú que eres la sabiduría misma y la fuente de todo poder, ¿por qué no nos das una mano, poniendo buenas ideas en nuestra mente? Tú ves cómo estamos amolados. Es que nos faltan ideas efectivas, que nos ayuden a encontrar caminos seguros para el futuro. Parece que estamos como atrapados por un destino de pobreza y servidumbre. Ellos andan con sus aviones supersónicos paseando de un continente a otro y nosotros no contamos ni con un burrito para ir a la milpa a trabajar.

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Es que nos faltan verdaderos líderes, llenos de tu sabiduría y tu poder, que tengan buenas ideas y sepan conducirnos por los caminos de una verdadera liberación. Los que tenemos ahora, son una bola de flojos y aprovechados, que se sirven de nuestra ignorancia para explotarnos y engordar más.

Señor de las ideas, ¿por qué no nos das una mano? En realidad, hasta ahora son siempre los de arriba, quienes tienen ideas efectivas para su provecho. Y nosotros nos quedamos siempre, mirando y esperando. Señor de las ideas, ¿por qué no nos das una mano si de veras nos amas y estás de parte nuestra?

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¡CUIDADO CON LA CABEZA! La cabeza es como un motor o caja de velocidades. ¡Ay de uno, cuando se descompone! Se acelera se atora saca humo o chispas. Todo es confusión y desastre. Para componerla, a veces basta con apretar una tuerca, darle un buen martillazo o limpiar las piezas delicadamente. Pero hay casos más complicados, en que se necesita sustituir ciertos engranajes que de plano ya no sirven. Entonces sí que se trata de algo muy serio, y ojalá que esto nunca te vaya a suceder a ti.

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SEMBRANDO IDEAS Correr viajar hablar y lanzar ideas. Cosechar aplausos, odios y malentendidos. Y gozar. Y soñar. Y seguir luchando. Viendo aproximarse una nueva era de justicia y fraternidad.

EL FESTIN DE TRAJE Que traje arroz; que traje frijol; que traje azúcar. Y todos comen y comparten. En la fiesta de los pobres. Un festín de traje. 166

QUISIERA Quisiera ser levadura, semilla y abono. Quisiera perderme en el pueblo sencillo y transformarme en voz, canto, grito y llanto. Quisiera embriagarme de la magia y el hechizo de los humildes, que confían, esperan y aman sin fronteras.

EL ANTIHÉROE Goza en aplastar las cucarachas. Es el líder nato de los cobardes. Su ideal: detener la historia. ¡Pobrecito!

PEQUEÑO MUNDO

Anda mal de la cabeza. Es un pobre despistado.

Orar, lavar, planchar. Comer, platicar, dormir, cerrando los oídos a los ruidos de la calle y no mirando más allá de la pequeña huerta familiar.

DESDE TEMPRANO Los dioses corren al amanecer, sembrando dones. Feliz el que esté despierto y esperando. Riqueza, gloria y honor serán su recompensa, por su piedad confiada y laboriosa.

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EL MILAGRO DE LAS IDEAS “Ideas, ideas…. –gritaba por la calle el vendedor ambulante– ideas baratas. Compren unas ideas y pronto se volverán ricos. Ideas, ideas… Ideas frescas”. Y la gente lo miraba y se reía, creyéndolo un loco. Hasta que un niño se le acercó tembloroso, vació en sus manos su pequeño monedero y compró unas cuantas ideas. Hoy aquel niño es un gran empresario y su nombre sale en todos los periódicos Es el milagro de las ideas.

VIDA INÚTIL Preocupado por luchar en contra de los estragos del tiempo, se pasa toda la vida, pintándose el cabello y quitándose las arrugas. Y así se va fosilizando cada día más. 168

VIRGEN Cumbre inmaculada, isla misteriosa y selva inexplorada. Encanto, sueño y esperanza. Tan frágil como un juguete de porcelana.

LA AVENTURA DEL AMOR Darse sin esperar nada a cambio. Esperar contra toda esperanza. Soñar, gozar, cantar, llorar, tomados de la mano. 169

EL CLUB DE LOS PENDEJOS Es el más grande del mundo. Cuenta con el mejor equipo de propaganda y los medios de propaganda más poderosos, desde la televisión vía satélite hasta el diálogo personal de casa en casa pasando por la tribuna y el púlpito. De todo se sirve para aumentar su membresía: la política, la religión, la brujería y el arte. Y el club progresa siempre más, entrenando a pericos para repetir consignas y citas: acarreando a borregos para que acompañen al líder, a la estrella, al mandatario o al elegido de Dios, y ensillando a burros para la carga. ¡Cuidado con el club de los pendejos! Tal vez formas parte de él, sin darte cuenta.

LOS DIOSES DE TURNO Van y vienen cada seis años los dioses de Tenochtitlán. Y el pueblo se inclina reverente delante de su majestad sagrada. Después grita, llora y maldice, sangrando los corazones en la ofrenda.

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Ni hablar. Es el destino que pesa sobre Tenochtitlán, la ley eterna que los dioses dictaron para México.

LA SÚPLICA DEL NO NACIDO Descansa, madre mía, descansa; ya no llores. Deja de sufrir, te lo suplico. Tus lágrimas son para mí flechas ardientes, que vuelven a clavarse en mi existencia. Ya déjame volar junto a mi Dios, purificado en el bautismo de tu llanto. Descanso, madre mía, descansa; ya no llores. Deja de sufrir, yo te perdono.

ARREPENTIDO Como explorador. buscando islas misteriosas, pasó la vida entre carroñas, ávido de carne y oliendo a podredumbre. Por fin, cansado y hastiado de sí mismo, se rinden a los pies del Crucificado. Y llora. Y cada lágrima se vuelve en un río que lava, purifica y fortalece.

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A LA VIRGEN DE GUADALUPE Bajo tu amparo el pueblo fiel se acoge, en busca de paz y libertad. Tu palabra es consuelo para el alma. Tu rostro es espejo de nuestra raza. Y tu estandarte es bandera para la lucha. En pos de tu imagen sagrada, el pueblo fiel avanza seguro con la cabeza levantada.

ENTREGA Herido, cansado, y agotado, quisiera llegar el último día a tu presencia, oh mi Dios. Como un soldado valiente en el fragor de la batalla.

EL MÚSICO SOLITARIO Son las dos de la mañana y el músico solitario sigue sacando a su guitarra notas tristes y melodiosas.

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Y canta y burbujea y llora, hasta el amanecer, hasta la eternidad.

JUNTOS PARA SIEMPRE Dios lo hizo y ellos se juntaron. Se conocieron en la capilla del pueblo, durante las posadas, mientras alababan a Dios en un arrebato de amor y ternura. Se miraron en los ojos y esto fue suficiente para descubrir que el uno estaba hecho para el otro. Desde entonces se juraron eterna fidelidad. Trabajan juntos, cantan, oran, se divierten… el uno siempre al lado del otro. Viven en la misma casa.

Se aman.

Ya no pueden apartarse.

¿Y la opinión de la gente? ¿Y la pena de los familiares?

Para ellos sería preferible la muerte a la separación.

No les importa un comino. Ellos se quieren, son felices así, y ya. Ni modo. Es cuestión de hormonas. 173

SEMBRADOR Después de los aplausos, alguien gritó: “Queremos que tú seas nuestro jefe y guía”. El orador nuevamente tomó la palabra y dijo: “No, compañeros. Prefiero ser sembrador”.

PLEITO Y PLEITO Adiós, mi amigo. Contigo me equivoqué rotundamente. Y pleitos por aquí y pleitos por allá. De plano ya me fastidiaste. Mejor que ya le cortemos de una vez. No se puede pasar toda la vida peleando. 174

Bajó de la tarima y se perdió en la masa.

EN NOMBREDE DIOS O DEL PUEBLO Uno dice: “Hablo en nombre de Dios”. Otro: “Hablo en nombre del Pueblo” Y los dos se dedican a fregar a la gente. Así que… ponte abusado y no creas fácilmente en las palabras. Fíjate más bien en los hechos y sufrirás menos decepciones.

CABALLO DE CARRERA Soy caballo de carrera, más que instructor de pericos o protector de huérfanos. Si algún día te quedas lanzado por el camino, no te desesperes. Agarra tu ritmo y sigue tu rumbo.

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PENSAR ¿Para qué sirve la cabeza? para pensar y tener ideas. En realidad, la cabeza no es un adorno y nada más. En este caso, sería mucho mejor llevar encima una bola, un coco o una calabaza.

MEJOR FRIJOLES QUE FLORES Cuando más necesitaba de su cariño y su apoyo, nunca se acordó de darle un beso ni un quinto. Ahora que ya está en la tumba, le lleva flores a cada rato. Locura.

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¿Acaso no sabe que vale más una caricia y un kilo de frijoles en la vida, que un río de lágrimas y un montón de flores después de la muerte?

EXCELSIOR Quisiera morir con los ojos clavados en la cumbre del Pico de Orizaba, haciendo ejercicios de calentamiento.

EL DELITO DE NO HACER NADA “Fusílenlo” gritó el general enfurecido. “Señor general, –suplicó el joven temblando de miedo– ¿por qué me manda a fusilar CUENTA si no hice nada? “Precisamente por eso te mando a fusilar –replicó el general–. En efecto, en estos tiempos, no hacer nada es delito de alta traición”.

CONMIGO

No me importa escarbar en tu pasado. No soy un inspector de policía. Ni me interesa reprocharte tus dudas, tus burlas y tus desprecios. Soy un olvidadizo crónico. Lo que me importa es tu sonrisa abierta y tu anhelo de luchar. Cuenta conmigo. Te quiero. 177

REQUIEM PARA UN SEÑOR CURA Los muertos fueron sus consentidos. Ninguno se le escapaba sin su misa de cuerpo presente, su novenario y su misa de cabo de año. Ahora por fin el Señor Cura ya se encuentra entre los muertos, que tanto quiso.

GRATITUD En la caída, me tendiste la mano.

Ojalá que alguien se acuerde de él y le haga algún rezo.

Cuando todas las puertas estaban cerradas, me entregaste tu corazón y un rincón de tu casa.

En realidad entre los vivos el Señor Cura no gozaba de mucha simpatía.

Tu dulce sonrisa y tu firme palabra dieron alas a mis sueños, que pronto se volvieron en sorprendente realidad.

Ahora que ya murió, que descanse en paz.

Gracias, amigo de mi alma, siempre fiel en las buenas y en las malas.

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Tu recuerdo será luz y fortaleza para mis pasos, mientras dure mi vida.

OPCIÓN POR LOS POBRES Si buscas algún camino para alejarte de los pobres y volverte en su verdugo, no cuentes conmigo, no te voy a ayudar. Si, al contrario, siendo pobre, quieres superarte para poder ayudar mejor a tus hermanos, cuenta conmigo te daré una mano. En realidad, me espanta la sola idea de estar criando cuervos, zopilotes o chacales.

PEOR QUE JUDAS Naciste pobre. Por caridad llegaste a ser ministro de Dios.

Tal vez quizás porque.

Y ahora desprecias a los pobres y los rechazas, como si fueran leprosos.

Aunque ni modo a ver.

De plano das asco.

Entonces por fin así.

Eres peor que Judas, el traidor. 179

SER No basta con repetir y repetir. Hay que crear, inventar, aprender a respirar a pleno pulmón. Y gozar la libertad de ser.

CONCIENCIA La conciencia es como un santuario. Solamente a los “devotos” se les abre la puerta. Nunca a los escépticos y a los profanadores.

SOLEDAD A veces me siento como un asteroide, aventado en el espacio, a la deriva.

MONÓLOGOS Donde esperaba encontrar caras, alegres, o torvas o burlonas, veo puras esfinges, rostros de muerte, roídos por la rabia y la envidia. 182

ESFUERZO INÚTIL Estoy cansado, fastidiado y aburrido de luchar tanto por los pobres, y verlos tan apáticos, distraídos y lejanos, tratando de apantallar por unos lentes oscuros y un par de chanclas nuevas. ¿Es que nunca lograré encender en ellos la llama de la verdad y la pasión por la lucha?

DISCÍPULOS No quiero acompañantes ingenuos, orgullosos y despreocupados. Quiero más bien discípulos conscientes, atentos y comprometidos.

MIS AMORES Tres son mis grandes amores: los pobres, la Iglesia y la búsqueda.

DEJAR

Que aprendan el camino y se lancen a la aventura de la eterna búsqueda.

Si quieres avanzar, tienes que liberarte de la carga inútil. Tienes que dejar algo.

VOLAR

AMOR AUTÉNTICO

Esto es lo que pretendo: enseñar a volar.

Ama a ti mismo, no a tu imagen.

Si, al acercarte a mí, buscas un asilo o una jaula, siento decirte que te voy a defraudar. Ni modo. Este es mi estilo y mi meta.

Ama a tu hermano, no a su imagen.

ACEPTACIÓN Aceptarse a sí mismo y aceptar a los demás: el abc del amor. 183

ÉPILOGO ¿QUIÉN SOY? Para algunos soy un héroe; para otros un aguafiestas. En el fondo, soy un pobre misionero que busca desesperadamente el Reino de Dios.

México, D.F.; a 4 de noviembre de 1990.

PRESENTACIÓN No soy un artista de profesión. Solamente que en los ratos libres me dedico a pintar, para aprovechar el tiempo. Me gusta pintar rostros. Pero se da la casualidad que a veces, en lugar de retratos, me salen caricaturas. ¿Quieres saber cómo salió tu rostro? Lee este folleto y lo verás.

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MARISA, la eterna estudiante Es terca como una mula. Se metió en la cabeza que va a cursar la secundaria y nadie logra convencerla de lo contrario. ¿Por qué no se casa? ¿Por qué no consigue algún trabajo? ¿Por qué no regresa al rancho, para ayudar a sus padres? La respuesta es siempre igual: “Tengo que terminar la secundaria”. ¿Y qué pasa? Que se apunta en una escuela, frecuenta las clases durante unos meses y, al llegar el momento de los exámenes, deja la escuela y se apunta en otra. Así pasaron ya cuatro años y no logró aprobar ni un examen. “Siguiendo con este ritmo, ¿Cuándo va a terminar la secundaria?”, se preguntan los amigos. Marisa asegura que ahora sí, dedicando al estudio tiempo y esfuerzo, en un solo año va a concluir la dichosa secundaria. ¡Pobre Marisa! Ya tiene treinta y cinco años de edad y todavía razona como una niña. Tal vez lo que pasa es que le tiene miedo a la vida y por eso se aferra al estudio como un pretexto, para convencerse de que está haciendo algo. Ojalá que no despierte demasiado tarde para descubrir un fracaso sin remedio, cuando ya resulte imposible hacer algo útil en la vida.

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ANGÉLICA, sonrisa y palabra Transparente. Su don es la palabra. Sus ojos, su sonrisa, sus gestos son expresión viva de un ser que piensa, ama y se entrega. Angélica es comunicación, encuentro, descanso… paz. Su presencia es una fiesta para todos y su amistad, un regalo del cielo. Angélica es una pieza rara, que el artista divino realizó en este mundo, conjugando naturaleza y gracia, vocación y libertad, corazón y mente, don y conquista. Angélica es un tesoro, es una perla preciosa. Es agua limpia, que baja de los altos nevados y se desliza por las huertas, fresca y primorosa. Si la encuentras, contémplala y su recuerdo te acompañará para siempre.

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P E c o

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Pero no la toques. Es frágil como una lámpara de fino cristal o un florero de alabastro. El mínimo descuido la puede volver en pedazos. Ni te acerques demasiado. El solo aliento puede empañar el candor de su belleza y romper el hechizo. En realidad, Angélica es realidad y sueño, mujer y ángel, don de Dios y ofrenda para él. Si gozas de todo lo noble, grande y sublime, contémplala y ya.

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MIGUEL, el gordo predicador Falso. Más inflado que un globo. Orgulloso. Cuando predica, habla más de sí mismo que de Dios. Para él, la religión no es más que un pretexto, para hacerse grande entre la gente y comer como un cochino. En realidad, lo que pretende es engordar cada día más. Es que quiere desquitarse de los largo días de hambre, que pasó antes que fuera “predicador”. A los que no conocen sus antecedentes, así presenta su “conversión”. “Antes yo ganaba mucho dinero. Trabajaba en el teatro y por cada hora de actuación me daban miles de pesos. Los billetes pasaban por mis manos como arroz. Mi vida era pura diversión y pachanga. Me emborrachaba muy seguido, tenía mujeres, gozaba de la vida, metido en el vicio hasta el codo. Un día alguien me habló de Dios, me entregué a él y mi vida cambió por completo.

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Desde entonces, para predicar su mensaje, vivo pobremente, sufro persecuciones y paso días sin comer y noches sin dormir”. Su testimonio, presentado con mucha emotividad, como hombre de teatro que es, arranca ríos de lágrimas de los ojos de los ingenuos. Mientras, los que conocen bien sus antecedentes, se burlan de él, al descubrir su enorme hipocresía. Todos recuerdan cuán flaco estaba, antes de su “mentada” conversión. Si de vez en cuando lograba hacer alguna payasada para ganarse la vida, era mucho. Por lo general, se pasaba los días solo y triste en la más espantosa miseria. ¿Mujeres? ¿Pachanga? Es suficiente sabe que se casó una vez y que su esposa lo abandonó por homosexual. De todos modos, el gordo predicador sigue con su testimonio de siempre y muchos bobos caen en sus redes. Claro que de vez en cuando tiene que abandonar la plaza, cuando presiente que el pastel está por descubrirse. Pero no se da por vencido. Va a otro lugar y sigue con el mismo cuento de siempre.

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JUAN, el santo fracasado Todo o nada. Santo o demonio. No le gustan las medias tintas. Su ideal era ser sacerdote, pero no como los demás. Juan quería ser un sacerdote fuera de lo común: completamente entregado a la evangelización y un ejemplo perfecto de castidad. No desperdiciaba ninguna oportunidad para criticar a cualquier sacerdote, que se le atravesara por el camino. Según él, ninguno llenaba los requisitos para ser un auténtico ministro de Dios. Todos eran un verdadero desastre: flojos, dinereros, irresponsables y regañones. Hasta que un día, el casto Juan cayó en las redes una dama de la vida galante, que manifestaba demasiado interés por el “hombre” de Dios. Para Juan el golpe fue demasiado duro. Llegó hasta pensar en el suicidio. Él, el casto, el santo, el sacerdote fuera de lo común… ¡había caído tan bajo!

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Era preferible morir de una vez. O dejarlo todo por la paz. Lo que hizo de inmediato. En realidad, para Juan resultaba imposible reconocerse débil y pecador como los demás, humillarse delante de Dios y pedirle perdón. Más que pecador, estaba acostumbrado a sentirse bienhechor de Dios. Así que, desde entonces, Juan abandonó toda práctica cristiana y se entregó al vicio en cuerpo y alma. Frecuenta los burdeles y los cabarets; aprovecha cualquier oportunidad para desquitarse con cualquier mujer de aquella traición que, en un momento de descuido, le jugara aquella dama de la vida galante.} Ni modo. Así es Juan. Todo o nada. Santo o demonio. No le gustan las medias tintas.

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DON RODRIGO, el político frustrado

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Majestuoso. Ambicioso. Triste.

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De sangre árabe y mexicana, a fuerza de sacrificios y voluntad, logró reunir un discreto capital. Y se lanzó a la política. Llegó a ser presidente municipal y diputado local. Robó lo que pudo. Poseía casas y ranchos por todos lados. Pero no alcanzó la felicidad. Para apantallar, hablaba de una forma rebuscada. Tomaba actitudes de intelectual, habiendo cursado apenas la primaria. Leía uno que otro periódico. Se aprendía de memoria las expresiones, que más podían impactar en la conversación, y las repetía hasta el aburrimiento, cayendo en el ridículo. Después de un merecido descanso, quiso lanzarse para diputado federal y se atoró.

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Desde entonces se volvió solitario, rumiando la venganza contra el partido traidor. No sabiendo en quién descargar su bilis, dirigió su puntería hacia la esposa sufrida y la amante secreta. Durante la noche, se fue volviendo siempre más insoportable. Rugía como una fiera herida, se quejaba y lanzaba gritos amenazantes contra todo y contra todos. Los vecinos empezaron a sospechar que estuviera poseído por el demonio. Hasta que se volvió impotente. Entonces ya no pudo aguantar más. Sospechando que la amante le hubiera hecho alguna brujería, quiso sacarle la verdad. Al no lograrlo, la mató con tres tiros y se suicidó. Así acabo su vida don Rodrigo, el político ambicioso, que con el dinero y el poder pensaba encontrar la felicidad. ¡Pobre hombre! De plano no había entendido nada de la vida.

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PADRE CALIXTO, el guerrillero de salón

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Se jacta de ser un cura izquierdista, una amenaza constante para la Iglesia y el gobierno.

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De hecho, es un pobre hombre, obsesionado por el sexo, el dinero y la fama. Sus feligreses lo soportan por ser muy acomodaticio. Pagándole lo que les pide, les hace todo lo que quieran: bautizos, casamientos, responsos y misas al por mayor.

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Saben que por el dinero está dispuesto hasta entregar el alma al diablo.

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¿Su opción en favor de los pobres? Es un cuento que nadie se traga. En efecto, el cura guerrillero es el primer aliado de la empresa, que le proporciona carro, chofer y un buen sueldo mensual como empleado de confianza. Escribe uno que otro panfleto, en que se presenta como paladín de la Teología de la Liberación. Hubiera sido más honesto que de una vez se quitara la máscara y se proclamara defensor de la Teología de la Opresión.

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De hecho, toda su actividad es una constante explotación de los pobres. Se aprovecha de su ignorancia para sacarles todo lo que puede. Y para acabar de amolarlos, logró quitarles cien hectáreas de tierra que está cultivando debidamente, para sostener su “lucha” por la vida. Goza en hacerse llamar “cura controvertido”. Quiere crear la imagen de un cura avanzado, que está abriendo nuevos caminos para la Iglesia y la sociedad. Los bobos le creen y lo admiran. Mientras los que conocen sus mañas, lo observan y se ríen.

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DON JUSTO, el caballero errante del siglo veinte

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Si no hubiera sido por la maldita pasión del juego, el vino y las mujeres don Justo sería una nueva edición de Fray Martín de Porres, el santo más querido de los pobres.

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Todos lo llaman “Don Justo, el licenciado”, pero en realidad nadie sabe con certeza ni su nombre, ni su origen ni su preparación escolar.

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De repente se apareció en el pueblo y se lanzó con toda el alma a defender a los pobres y desamparados.

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Para cualquier asunto, lo llamen o no lo llamen, allá está don Justo, el licenciado.

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Hace preguntas, toma nota en una libreta, busca artículos en el código, amenaza con acudir a las autoridades superiores… hasta que no lo arregla todo, siempre en defensa de los más pobres y amolados.

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Las palabras “Justicia”, “Constitución” y “Ley” están siempre en los labios de don Justo y son como una varita mágica que todo lo arregla en un abrir y cerrar de ojos. Y cuando algún problema se pone duro, no duda en escribir al periódico y enviar oficios por todos lados, empezando por el Agente del Ministerio Público hasta el Presidente de la República. Es que con don Justo no se juega; una vez que se mete en un asunto, tiene que solucionarlo a como dé lugar, sin exigir a cambio ni un solo centavo. 202

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Muchos se preguntan: “Entonces, ¿de qué vive don Justo, el licenciado? A ciencia cierta, nadie lo sabe. De vez en cuando, se ausenta del pueblo durante unos cuantos días, para regresar después, con una nueva camisa, un nuevo pantalón y nuevo sombrero. ¿Tal vez don Justo vive de alguna herencia que le dejaron? Quién sabe. Lo único seguro es que cuenta siempre con algo de centavos para sus tragos y sus aventuras amorosas. Por lo de la comida, no hay problema. Le sobran las familias y los restaurantes, donde puede acudir con toda libertad, sin que le cueste ni un solo centavo. Es que todos quieren a don Justo y se sienten honrados de tenerlo sentado a su mesa y gozar de su amena conversación. Habla de política, de remedios caseros, de espantos, de cuentos y leyendas, de aventuras amorosas propias y ajenas. La gente adora a don Justo y se disputa su amable compañía. Ahora que ya se está haciendo anciano, muchos se preguntan: “¿Qué será del pueblo, cuando se muera don Justo, el licenciado?” Es que don Justo ya se volvió en toda una institución, pensar en un futuro tan difícil, sin la presencia benéfica de don Justo, el caballero errante del siglo veinte.

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ONOFRE, el indio que nació para mandar Gordito y chaparro, pero con una cabeza de general romano.

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Abusado para todo pero especialmente para tratar a la gente.

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Se puede decir que olfatea la manera de pensar y sentir de sus paisanos.

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Es su fiel intérprete y el defensor nato de sus intereses.

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Desde los 16 años de edad, al casarse, empezó a tener cargos en el pueblo.

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Fue rezandero, presidente de la capilla, comisariado ejidal y agente municipal. Al conocer la Palabra de Dios, se entregó a ella en cuerpo y alma. De casa en casa y de pueblo en pueblo, anda predicando el mensaje de la salvación. Y todos lo escuchan y siguen, como atraídos por un imán. Onofre es el orgullo y la esperanza de su pueblo.

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Para cualquier asunto, la gente dice: “Vamos a ver qué dice Don Onofre, el catequista”. Ya estudió en México y en Guadalajara. Seguido va a Acayucan para los cursos. Sabe de psicología, sociología, antropología y teología. Los mismos maestros del pueblo dicen: “Don Onofre sabe mucho”. Pronto don Onofre será ordenado diácono. El pueblo comenta: “Que bueno que el Señor Obispo quiere mucho a don Onofre, un indio como nosotros, que conoce muy bien nuestra costumbre y la Ley de Dios”.

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ERNESTO, el hijo bastardo Nació como uno de tantos, fruto de pasión y engaño. Su papá: un caciquillo pueblerino, ganadero, curandero y politiquillo. Trabajaba como negro y procreaba hijos como un semental.

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Hasta que vivió, fue siempre noticia en el pueblo, temido, odiado y buscado por todos.

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Su mamá: una humilde campesina, que se entregó por unos cuantos centavos, empujada por la pobreza y la ignorancia.

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Nunca volvió a ver al padre de su hijo.

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Despreciada por todos y siempre enfermiza, logró criar a su hijo, lavando ajeno, vendiendo tacos y a veces hasta pidiendo limosna. Así Ernesto pasó sus primeros años, siempre pegado a su madre y con una enorme gana de vivir.

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A los siete años, Ernesto, el hijo bastardo, empezó a estudiar y a trabajar. Su mismo padrastro lo contrataba para cuidar las chivas. Con lo que ganaba, logró sacar a su madre de su extrema pobreza, hasta que no la vio casarse con alguien que la quiso de veras, permitiéndole realizar así el sueño de su vida: un hombre, un hogar y un montón de hijos. A los veinte años, Ernesto se enamoró de una linda muchacha, que le correspondió con toda el alma. Luchando juntos, reunieron un modesto capital, que les permite una vida honesta y desahogada. Cuando la gente pasa enfrente de su casa y los mira jugueteando con sus hijitos, comenta: “¡Cómo se quieren!”.

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PADRE GOYO, el cura enojón

D s

Su única ambición: la salvación del alma.

C e

No le importan los pobres; no le interesan las injusticias. El mundo puede andar de cabeza; pero a él no le importa nada.

C s

Su única preocupación consiste en evitar el pecado y ganar méritos para el cielo. Es muy puntual en rezar el rosario, celebrar la misa, atender a la gente, ver su programa preferido de televisión, tomar los alimentos y descansar. Pase lo que pase, nunca cambia el ritmo de su vida. Para él, el horario, guardado escrupulosamente, es la expresión más perfecta de la voluntad de Dios. Si alguien lo molesta durante la siesta, se pone furioso. Se parece a un Júpiter, aventando rayos. Estar con él apoyarlo en todo, reverenciarlo, alabarlo… es como estar con Dios, alabar a Dios y darle gloria.

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E d u

L l y

Durante la misa se pone solemne y majestuoso como un dios. Cuando aconseja, es como si hablara el mismo Espíritu Santo en persona. Cuando reprende los pecados del pueblo, se siente como un ángel bajado del cielo. El padre Goyo está profundamente convencido de ser un ejemplo para todos, un auténtico santo para los tiempos modernos. Lástima que son tan pocos los que saben apreciar sus méritos y están dispuestos a construirle altares.

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PADRE NACHO, el sacerdote de los pobres Entró en seminario a los 25 años, después de haber sido ejidatario y soldado en el ejército. El campo es su mero mole. Para él no hay problemas de lluvia o sol, carretera, brecha, caballo o canoa. Todo le da lo mismo. La gente dice: “¡Qué distinto es el padre Nacho!”. Con el pantalón arremangado y cargando su inseparable mochila, se mete hasta el infierno. A la hora establecida, allá está el padre Nacho como por encanto. Nunca falla a una cita, llueve o truene, haga calor o frío. Come de todo; nada de que “me gusta esto”, “no me gusta aquello”. Agarra lo que sea y para abajo. Todos saben que, habiendo alguna necesidad, pueden contar siempre con el padre Nacho, aunque se tratara de pelear con el mismo diablo en persona. Padre Nacho es buena noticia para todos, pero especialmente para los pobres y olvidados.

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E n E q c

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Cuando llega a una comunidad, todos se alegran y pasan a saludarlo, hasta los niños más pequeños. Y para todos tiene una palabra especial de aliento, consuelo o amonestación, siempre sincera y oportuna. De vez en cuando, escribe algún folleto. Leer sus escritos es como escuchar su voz: pan al pan y vino al vino. No le gusta la mentira, la adulación o la frase rebuscada. “Payasadas, babosadas y tonterías” son las palabras que más usa para definir ciertas situaciones. Al escucharlo, los puritanos se escandalizan, los indiferentes se sorprenden y los bandidos se horrorizan. Es que el padre Nacho no tiempo pelos en la lengua. Es un hombre libre que habla y actúa con plena libertad y sinceridad. Si lo encuentras, pégate a él y verás que dicha será para ti.

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SANTIAGO, el camaleón Quiere estar siempre sobre la cresta de la ola. Y para lograrlo, no escatima esfuerzos ni artificios. Inventa remedios caseros, a base de chiles, lavados y hierbas medicinales; interpreta sueños; reparte consejos a todos, exigiendo una actitud de máxima obediencia, sumisión y confianza; enseña la Palabra de Dios. Para cualquier asunto, quiere que se acuda a él. Y si alguien toma alguna decisión por su propia cuenta, empieza a verlo como el patito feo, hasta que no reconozca su error y no le pida perdón. Aparenta pobreza, desinterés y desprendimiento; pero, adondequiera que vaya, consigue siempre su buen cuarto con cama, ventilador y baño. Se disfraza según el ambiente. Donde se habla de liberación, se presenta como un Che Guevara redivivo: con pantalón de mezclilla, huaraches y mochila, echando pestes contra el gobierno y los caciques explotadores.

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S q c s s

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A S a

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Donde soplan aires de espiritualismo, se vuelve místico experimentado, con dones extraordinarios de lenguas y curaciones. Santiago es un verdadero camaleón, que sabe adaptarse a toda circunstancia, con el afán de sobresalir, ser el primero en todo, se trata de estar con Dios o con el demonio. Hasta que sus seguidores no descubren el engaño. Entonces se aleja para siempre, buscando a nuevos bobos a quienes engañar. Así pasa los años Santiago, el místico, el curandero y el consejero de todos, aparentando entrega y buscando dominio. ¡Pobre Santiago! Nunca encontrarán la paz a la que tanto anhela.

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RODOLFO, el ministro tramposo Nació católico, pegado a la sacristía con resistol. Su padre fue sacristán y su madre rezandera. Muy pronto heredó el trabajo de su padre, cuando la muerte lo dejó huérfano. Hasta que un día, ya casado y con un montón de chamacos, el párroco lo corrió por ladrón, chismoso y enamorado. Se fue del pueblo, solo, avergonzado y rumiando la venganza. Unos años después, volvió al lugar de origen, ya ministro famoso y acompañado de una flamante esposa. Al no conseguir “conversiones” entre los conocidos, se salió otra vez, en busca de aventura. Sus paisanos aseguran haberlo visto trabajar como ministro en distintos templos de la ciudad y siempre estrenando mujer. El truco que usa, es muy sencillo.

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C a c y p l p

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Y n l p s p y

Cuando ya no logra exprimir a sus pobres feligreses con el cuento del diezmo, la limosna, las primicias, la ofrenda y un sinfín de gastos extra por concepto de iniciativas varias puramente imaginarias, los abandona para pasarse a otra secta, fingiendo conversión. Allá lo reciben con los brazos abiertos, entregándole cariño, dinero y mujer. Así se pasa la vida Rodolfo, el antiguo sacristán ladrón, chismoso y enamorado, hablando de Dios y fregando a la gente. En el fondo es un pobre hombre, que busca la fortuna donde la encuentra. Más que condena, merece compasión Y ojalá no vaya a pasar en la cárcel los últimos años de su vida, puesto que, como dice la gente, se aprovecha de su noble misión como predicador, para visitar los pueblos de la sierra y traficar con la mariguana.

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LUIS, el visionario Parecía un santo. Pasaba horas enteras en la capilla de rodillas frente a la estatua de la Virgen. Sus gestos, su actitud, el movimiento de los ojos y de los labios expresaban un diálogo íntimo y profundo con la Gran Madre de Dios. En realidad, Luis hablaba de visiones, apariciones de la Virgen, mensajes y milagros. Y muchos le creían y estaban pendientes de sus labios, en espera de una palabra de consuelo, una caricia o un mensaje sobrenatural. Para ellos, acercarse a Luis, escuchar su voz y recibir un mensaje, era el máximo signo del favor divino. No obstante, el enorme entusiasmo que Luis despertaba entre la gente sencilla, los superiores del seminario no le creyeron y lo corrieron por enfermo mental. Regresando a su casa, Luis empezó a criticar a la Iglesia, hablar mal de los sacerdotes, la Virgen y los santos.

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P y y

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Hasta que ingresó en una secta protestante. Ahora el hermano Luis es la pieza fuerte en las campañas de sanación. Otra vez habla de visiones, mensajes y milagros. Volvió a ser ídolo de la gente sencilla, que se pone histérica con solo verlo. Además, ya cuenta con un conjunto musical y un equipo de publicidad. “Cuando yo era católico -declara en su testimonio-, era muy malo. Me emborrachaba, fumaba y tenía muchas mujeres. Pero ahora que conocí la Palabra de Dios y me entregué a Cristo, ya cambié completamente. Leo la Biblia, rezo mucho y sano a la gente en nombre de Dios” Claro que los bobos le creen y cambian de religión. Mientras los que lo conocen, menean la cabeza, se ríen y pasan de largo.

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HERMANA SOFÍA, gozo y tormento

C e

La vi una sola vez y su recuerdo nunca se borrará de mi mente.

P a q

Estaba acostada en una cama del hospital, sola solita como un alma del purgatorio. Al verme, su rostro se puso resplandeciente como el sol, reflejando una profunda paz del corazón. Tenía unos 22 años de edad.

G a e

Me contó su historia:

Y M p

“Era campesina y ayudaba a mis papás en los trabajos del campo.

M e

Mi único ideal: ser religiosa y entregarme completamente a Dios.

S a

A los 18 años entré al convento y empecé el noviciado. Dos años después profesé los votos religiosos de pobreza, castidad y obediencia. Me ofrecí como víctima al Señor por la santificación de los sacerdotes. Y parece que el Señor aceptó mi ofrenda. Pronto empecé a sentir un profundo malestar en todo el cuerpo.

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Con el pasar de los días, el dolor se hacía siempre más intenso. Pero al mismo tiempo aumentaba el gozo profundo, que inundaba mi alma. Gozo y tormento: aunque parezca imposible, esta es mi vida diaria. Ya me cortaron las manos y los pies. Me faltan pocos meses para regresar a la casa del Padre. Me siento inmensamente feliz en esta cama de dolor”. Salí del hospital reconfortado; alguien estaba orando y sufriendo por mí.

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DOÑA CATALINA, la reina de la tribu

E l

Imponente, chaparra y obesa como nadie.

D a

Nació para gobernar.

D d

Para cualquier asunto de importancia, todos acudían a ella, como en busca de un oráculo. “Hagan así. Así se tiene de hacer”, era su respuesta acostumbrada, que más bien se parecía a un veredicto. Y nunca fallaba. Por eso, todos se le acercaban con miedo, respeto y veneración. Cuando se trataba del bienestar de sus seres queridos, no dudaba en embarrarse hasta la cola, poniendo a su disposición tiempo, dinero e influencias. Era el ángel tutelar del esposo, los hijos y los nietos.

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Empezando de la nada, llegó a juntar una de las fortunas más grandes de la región. Doña Catalina fue la mujer fuerte e industriosa, a cuya sombra pasé los primeros años de mi vida. De ella heredé la costumbre de pensar, luchar y soñar.

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CHUCHO, el traficante de mariguana En el ejido, todos lo llaman “El Negro”, no se sabe si por el color de la piel o la suciedad de su alma. Desde muy pequeño siguiendo el ejemplo de su madre, aprendió a robar los pollos y los cochinos, que vendía en el pueblito cercano. Con el pasar de los años, se volvió en el más temido traficante de mariguana, que existe en la región. Todos pronuncian su nombre a escondidas, encomendándose a Dios. En efecto, se le achacan distintos asesinatos. De vez en cuando, corre la voz de que ya lo mataron y todos se ponen contentos, como si se les quitara un gran peso de encima. Pero, después de unos días, reaparece Chucho con su pandilla y vuelve la angustia en los hogares, por los caminos y en las fiestas.

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Seguido se oyen tiros de pistola, gritos, amenazas y carcajadas desafiantes. También empiezan a desaparecer cabezas de ganado. La gente calla y espera. Tal vez pronto habrá novedades en el ejido, “¿Será el ejército?”, se pregunta la gente. “¿Será la judicial?” “¿Será la sociedad ganadera?” “¿Será San Antonio, el patrono de la parroquia?” Chucho “El Negro” es un gran estorbo para todos, una amenaza constante contra los que quieren vivir honestamente. Por eso, todos confían en que pronto desaparecerá, por voluntad de Dios, del gobierno o por arte de magia. El hecho es que ya lo dan por muerto y se sabe que en estos casos el pueblo nunca falla.

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VICENTE, el niño mimado Tenía una carita de ángel; por eso todos lo mimaban. Vicente por aquí y Vicente por allá. Un besito, una carita, unos dulcecitos… Todo para Vicente, el consentido.

S s t

H e V y

A En el catecismo ganó el primer lugar: viaje a Roma con gastos pagados y nombramiento de paje, para acompañar al señor obispo en las ceremonias solemnes. Pronto entró en el seminario. Por su aplicación, buenos modales y su carita de ángel, arrasaba con todas las medallas. Fue ordenado sacerdote antes de tiempo, sin tener la edad reglamentaria. Bien se podía hacer una excepción para Vicente, la esperanza de la Iglesia, el orgullo del clero católico y el tipo del santo moderno, siempre solícito por el bien de las almas y con una carita de ángel. Poco después fue nombrado párroco y canónigo del capítulo catedral.

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V e L c

Siguiendo así, seguramente hubiera podido algún día llegar a ser obispo, tal vez el obispo más joven de la historia. Hasta que… el demonio no metió la cola: Vicente hizo su opción por los pobres y se enamoró de una quinceañera. Adiós solideo, medallas y diplomas. Vicente se volvió en la oveja negra de la Iglesia, el Judas apestoso y traidor, Luzbel en persona, con la carita de ángel y el corazón de demonio.

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HERMANA REBECA, la sanguinaria Todos la llamaban “la profetisa”, respetada y temida como la enviada de Dios y su representante entre los hombres.

L o p

P

Los “hermanos” le creyeron ciegamente, dispuestos a obedecerle hasta la muerte.

L f p h q c

Siguiendo sus instrucciones, empezaron a vender todas sus pertenencias y a dedicar horas y horas a la oración y al ayuno, hasta muy entrada la noche.

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Al acercarse el día señalado para el regreso del Señor, la profetisa ordenó intensificar la preparación, y clavando sus puertas, para evitar posibles deserciones.

P a y d e

Pasaron los días y las noches y no sucedió nada.

N d y p

Un día les comunicó un mensaje divino acerca del próximo fin del mundo.

Fue tanto el hambre, que llegaron a comerse a sus propios hijos, asándolos como pollos. No obstante, el furor colectivo, alguien quedó cuerdo, y forzando unas tablas de la puerta, logró escapar.

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E c q q

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La profetisa, al darse cuenta de la desaparición, ordenó su cacería, para evitar que la noticia llegara a oídos de las autoridades. Pero no lograron alcanzarlo. Lo que sí vieron, fue a un hombre que se dirigía hacia la aldea para comprar un caballo, habiéndose enterado de la gran barata que por ahí se estaba haciendo con motivo del próximo fin del mundo. “El diablo”, gritaron los “hermanos” enfurecidos. Así que lo amarraron, y no obstante todas sus explicaciones y súplicas, le echaron gasolina y le prendieron fuego. Poco después llegaron los habitantes de los pueblos vecinos, alarmados por el relato del fugitivo y horrorizados frente al triste espectáculo de un cadáver humeante, entre los gritos y los aplausos de la turba enloquecida. No les quedó más que dar sepultura a los restos de la infeliz víctima del fanatismo y tomar presos a los responsables de tanta barbaridad, para entregarlos a las autoridades correspondientes. Todavía se encuentran en la cárcel. Esto pasa cuando en el mundo hay gente tan ignorante, que creen en cualquier charlatán, que se despacha como “representante de Dios” No existe fanatismo más absurdo, ni esclavitud más degradante.

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JUAN CARLOS, el enigma de los brujos

A y

Era un joven licenciado de la alta sociedad, orgullo de la familia y de sus padres.

C e e y

No faltaba a una fiesta. El baile era su diversión preferida. Incursionando en la política y en un montón de negocios lícitos e ilícitos, logró reunir una envidiable fortuna. Las muchachas lo perseguían y él se dejaba alcanzar con facilidad, dejando un hijo por aquí y otro por allá. Hasta que se aburrió de su vida sin sentido y decidió entregarse a Dios, en la oración, la penitencia y el trabajo honesto. Al darse cuenta de su cambio de rumbo, su muchacha favorita quedó muy decepcionada y decidió salirse con la suya. Acudió a los brujos más expertos de la región, que le “prepararon” una torta con huevos de sapo y quien sabe qué. Pronto el licenciado empezó a estar enfermo, con fuertes dolores de vientre, no obstante que, según los análisis y el diagnóstico de los mejores especialistas, se encontraba perfectamente sano.

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Alguien sospechó de la causa y empezaron a orar. Cada vez que le hacen oración, el licenciado arroja de la boca espuma, sangre y un montón de porquerías. Aunque siga con ciertos malestares, el hecho es que el licenciado va recuperándose siempre más, entre la decepción de la antigua amante, el asombro de los brujos y la alegría de los amigos. Es que contra Dios nada se puede, aunque intervenga el demonio en persona.

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KARINA, la muchacha condenada a morir de hambre Era una muchacha normal, con una grande ilusión de conseguir novio y casarse. Su desgracia: los papás se dejaron enredar en una secta protestante, recién estrenada, y se volvieron fanáticos y puritanos.

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Ya nada de fiestas, películas y bailes; nada de paseos por el malecón. Por todos lados empezaron a ver demonio y pecado.

C l m

Lo único que le permitían hacer, era leer la Biblia, orar e ir al culto.

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Además, empezaron los largos y extenuantes ayunos, en espera del gran día del Señor. Quisieran o no quisieran, cuando lo ordenaba el pastor, había que ayunar. Y Karina se enfermó. “Dejemos el asunto en las manos del Señor”, sentenció el pastor inspirado. Y la llevaron a una casa especial, destinada para los enfermos.

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“Aquí se cura con pura oración”, explicó el vidente. “Los que tienen fe, se salvan”. Quince días duró el calvario de Karina. Lloraba, gritaba, suplicaba: “Tengo hambre, quiero comer”. Pero nadie le hacía caso. Pura oración. Hasta que murió de hambre. Como premio por su gran testimonio de fe, los papás de Karina fueron llevados a vivir en otra ciudad, muy cerca de la casa donde vive el fundador de la nueva secta. Así se trata por allá a los asesinos.

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DANIEL Y MARY, los rojillos Daniel: un ex seminarista, que llegó a estudiar algo de teología. Mary: una ex bailarina, estrellita en un cabaret de barrio. Se conocieron durante una semana santa, cuando Daniel salió por unas “experiencias”, disque apostólicas. Pronto se entendieron y se lanzaron a la gran aventura de ser los defensores de los pobres y el azote de los ricos. Empezaron pronto a impartir cursillos de concientización, en que ponían sobre el banco de los acusados al cura ganadero, a las autoridades tramposas, a los dueños de las fábricas, y a todo el que tuviera algo de centavos. Para ellos, el dinero era sinónimo de explotación, sangre y esclavitud. La meta era arrasar con todo y construir una nueva sociedad, basada en la justicia y la igualdad. ¿Las palabras mágicas? Soya, cooperativa y medicina natural.

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Q e y m s

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M e y e q

¿Y qué pasó? Que pronto el matrimonio rojillo empezó a tener un buen carro, su mansión de dos pisos y sirvienta, mientras los campesinos “liberados” siguieron con sus huaraches, su chocita y sus lombrices. Los bobos de siempre observan todos esto y se callan, satisfechos de sus hierbas, su cooperativa y el milagro de la soya. Mientras los más astutos empiezan a dudar y a pensar en serio en propinar una buena paliza al matrimonio feliz, que de los pobres hizo abono para su siembra.

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MARTA, la maestra politiquilla Más que mujer, parece un hombre. El tono de la voz, el bulto de su cuerpo y la energía de sus gestos, no tienen nada de femenino. Al no lograr casarse, se entregó totalmente a la escuela y la política. Desde hace muchos años en el pueblo es toda una institución. No importa de qué se trate, el hecho es que la maestra Marta nunca puede faltar. Es el líder de los indígenas, siendo indígena ella misma. Compone y descompone alianzas políticas; apoya y rechaza compromisos; hoy está con uno y mañana está con otro. Lo importante es que se hable de ella y se le rinda pleitesía. Durante muchos años fue directora de la escuela primaria. Ahora es inspectora escolar y síndico municipal. A como dé lugar, quiere llegar a ser presidente municipal.

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E s o e

Y

Y siguen las intrigas y los pleitos, actuando siempre con astucia: avienta la piedra y esconde la mano. Se pasa noches y días, fabricando planes y promoviendo algo que le permita estar siempre sobre la cresta de la ola. Organiza rifas, kermesses o tardeadas en favor de tal o cual proyecto; apoya eventos culturales; no falta en ningún acto social. En el pueblo no se hace nada, sin la presencia de la maestra Marta, odiada y temida por algunos e idolatrada por otros. Y el pueblo sigue adelante.

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CONCHA Y LOLITA, víctimas de la pobreza ¿Su desgracia? La pobreza.

S s c e l

Nacieron pobres en la periferia de una pequeña ciudad y pronto se quedaron huérfanas.

C s y

Lavando ajeno, vendiendo antojitos en el patio de la Iglesia y criando una que otra gallina, lograron salir adelante con decencia.

A p e

Los sábados y los domingos daban doctrina a los niños. Era su gozo, su pasión, la razón de su existencia. Con el pasar de los años, frecuentando uno que otro cursillo, se volvieron expertas catequistas, auxiliares valiosas del Señor Cura. Pero un día llegó un señor con corbata y maletín y se quedó platicando con ellas largo rato. Cada semana regresaba a visitarlas. De un momento para otro, las hermanas Concha y Lolita dejaron de asistir a Misa, vender los antojitos en el patio de la Iglesia, enseñar la doctrina cristiana a los niños, vestir pobremente y lavar ajeno.

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Se volvieron arrogantes, sabias, criticonas de todos y de todo, especialmente de la Virgen María, los santos, los sacerdotes y la cruz. Cambiaron de ropa y peinado, se trasladaron a una cómoda mansión y empezaron a visitar todo el barrio casa por casa. Aseguran que ahora sí, por fin, encontraron la verdad. ¡Pobres hermanas Concha y Lolita? La gente las ve y las compadece. Uno que otro les presta atención y se pasa con ellas, soñando en una cómoda mansión, un buen par de zapatos y un plato de mole diario. Es la tragedia de la pobreza.

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DON FAUSTINO, el patriarca de los pobres

S a h

Hijo de padre desconocido, pronto se quedó completamente solo en este mundo, sin padre, ni madre, ni parientes cercanos que velaran por él.

T y

Para poder llenarse el estómago, se metió al servicio de una que otra familia, donde aprendió a trabajar, sufrir y soportar.

S s p s

Apenas le fue posible, empezó a luchar por su propia cuenta, alquilando un pedazo de tierra o trabajando como jornalero.

P r l e

No teniendo ningún vicio y contando con una buena salud y recia voluntad, logró apartar algo y comprarse un terrenito.

Y

A los pocos años, era dueño de varios ranchos y lotes, que consiguió trabajando honestamente, explotando a los más pobres y cometiendo uno que otro asesinato. Además, se volvió en el líder absoluto de los homosexuales, que por allá representan una verdadera plaga, siendo él mismo homosexual. Continuamente se le veía pasar de un rancho para otro, con el machete en la mano y rodeado por una pandilla de bandidos, de los cuales era el padre, el amigo, el patrón y el verdugo. Siguiendo la costumbre del lugar, decidió meterse de lleno en los asuntos de la Iglesia, formando con toda su bola una asociación religiosa. Acudiendo a los oficios piadosos y escuchando la Palabra de Dios, poco a poco fue cambiando completamente su manera de pensar y actuar.

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S e p y

Se volvió comprensivo, abierto a las necesidades de los pobres, hospitalario. Todos empezaron a buscarlo para padrino y llegó a tener más de trescientos ahijados. Su enorme casa, que más bien se parecía a una cueva, se volvió en dormitorio, comedor y clínica para cualquier necesitado que pasara por allá, sin que le costara ni un solo centavo. Para cualquier asunto relacionado con la Iglesia, el municipio, la justicia o la salud, la gente pobre acudía primero a don Faustino en busca de consejo o apoyo. Y todo se arreglaba debidamente. En efecto, a nadie le gustaba hacer un desaire a don Faustino, por respeto, estimación o miedo. En realidad, todos sabían quién había sido don Faustino y hasta donde podía llegar su terquedad. Por eso preferían acceder de buena gana a sus peticiones, que por cierto eran siempre razonables y miraban al bien de todos, pero especialmente de los más pobres y necesitados. Durante su larga vida recogió a un montón de huérfanos, a quienes dio instrucción, trabajo y apoyo, hasta no verlos bien casados y con una buena fuente de trabajo. Entre éstos, repartió su enorme fortuna, antes de morir. Su nombre queda en bendición entre los pobres y los huérfanos, para los cuales fue el padre, el amigo, el bienhechor y el líder indiscutible.

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DON ÁLVARO, el presidente de la colonia

N t

No es un campesino del montón. Sabe de ganado, semillas seleccionadas, abonos y leyes agrarias.

S d h u u

En los ratos libres se le ve siempre con alguna revista, libro o cuaderno entre las manos, leyendo, estudiando, consultando o tomando nota. Conoce medicina homeopática, natural y de patente. Casi todos los días, hay gente en su casa para consulta. Atiende partos, aplica sueros e inyecciones, cura heridas. Nunca dice: “No sé”. Para cualquier problema que se le presenta, dice siempre: “Vamos a ver qué podemos hacer”. Desde hace muchos años, es presidente de la colonia y nadie piensa cambiarlo. Con la pura cooperación de los colonos, logró meter la carretera hasta el centro del poblado. Consiguió la telesecundaria, la clínica y la luz eléctrica. Haciendo obra de convencimiento personal, pudo acabar con la mariguana, que tantos estragos estaba causando en la comunidad.

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A l q s P y c

E a s q

No obstante, los años que le pesan encima, todavía a don Álvaro le queda mucho por hacer. Según lo que dice la gente, don Álvaro no va a parar hasta que no logre establecer en la colonia una parroquia con sacerdote de planta, una biblioteca y un parque. Aunque sus planes parezcan muy ambiciosos, la gente sabe muy bien que todo lo que se propone don Álvaro, siempre lo consigue. Por eso confía totalmente en él y lo apoya con todas sus fuerzas, como si se tratara de un solo hombre. En efecto, aquí está el secreto del éxito de don Álvaro: ser para todo el pueblo como un imán, que los une a todos y los lanza a la acción.

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DON ANTONIO, el santo de carne y hueso A simple vista, nadie daría por él ni un centavo partido por la mitad. En efecto, su manera de vestir, andar y presentarse no tiene nada de especial, que llame la atención. Parece que don Antonio haga todo el esfuerzo por confundirse en la bola y no sobresalir en nada. Para saber quién es en realidad don Antonio, hay que verlo cuando toma la palabra en la asambela ejidal. El tono de su voz, la energía de sus gestos y el brillo de sus ojos lo descubren como a un auténtico líder, nacido para dirigir al pueblo. La gente lo escucha sin pestañear, pendiente de cualquier gesto o palabra que salga de sus labios, y se convence.

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A p e m y

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Así don Antonio logró eliminar la cantina del pueblo, promover la construcción de la capilla, engravar la brecha que comunica con la ciudad, meter la conasupo y conseguir el crédito para trabajar en la ganadería. Los ejidatarios de las comunidades cercanas, al ver tanta unidad y tanto progreso en el pueblo, se asombran y preguntan a qué santo se debe un milagro tan grande. “A San Antonio -contestan todos con satisfacción y orgullopero no al santo de bulto que está en la capilla, sino a San Antonio de carne y hueso, que anda por el pueblo”. En realidad, para todos don Antonio es un verdadero santo, completamente entregado al bien de la comunidad, por la cual estaría dispuesto hasta dar la vida.

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PANUCIO, maestro y campesino

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Su vocación: la escuela y el campo.

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Todos los días, al terminar de dar clase en la escuela, se cambia de ropa, toma la camioneta y se dirige a la parcela escolar, donde tiene una huerta experimental, un establo para ganado y chiquero para marranos. Como alimento, ha descubierto la malanga y la yuca, que cultiva en gran escala. Cuando alguien llega al pueblo, la gente dice: “Vamos a ver la huerta, el establo y el chiquero del maestro”. En efecto, los experimentos del maestro Panucio representan el atractivo más grande en el pueblo y están despertando un gran interés en todos los campesinos. Ahora el maestro se encaprichó en luchar para que en el poblado se establezca una clínica, que preste servicio a todos los ejidos circunvecinos.

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Por eso, anda recorriendo todas las comunidades, hablando en las asambleas y recogiendo firmas. Todos están convencidos de que el maestro la va a conseguir a como dé lugar, molestando al mismo Presidente de la República, si fuera necesario. Confiando en esto, todos lo siguen y apoyan ciegamente. Panucio, maestro y campesino: un puño de levadura metido en la masa. Ciertamente algún día logrará fermentarla toda, cambiando completamente el rostro del ejido.

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DON ANDRÉS, el rezandero borracho Hace unos años, era el rezandero preferido en todo el pueblo. No faltaba a ningún velorio, procesión, casamiento o bautizo. Todos sabían que le gustaba el trago y sin cerveza o aguardiente no arreglaba nada. “Para la garganta”, gritaba don Andrés, y rápido la gente le llevaba su botella. Rezaba y cantaba en latín y castellano, utilizando un libro antiguo y un cuaderno escrito a mano. Muchas veces amanecía acostado con el muerto, entre flores, veladoras y un montón de botellas vacías. Don Andrés, el rezandero, era el ídolo del pueblo, un ejemplo a seguir para las futuras generaciones. Nadie lo igualaba en su fervor cuando rezaba, sus desmanes en las pachangas y sus peleas en la calle.

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Cerveza y agua bendita, procesión y baile, capilla y cantina, todo se juntaba en don Andrés, el rezandero. Para él, nada era pecado. Todo lo que le gustaba a la gente, era útil, bueno y santo. Hasta que un día un compadre lo invitó a un curso de conversión, donde su vida dio una vuelta de ciento ochenta grados. Lloró sus pecados, pidió perdón a Dios y a la gente que había ofendido, … dejó la botella. Desde entonces don Andrés dejó de ser el ídolo del pueblo, que empezó a mirarlo como un bicho raro. “Paciencia”, dice don Andrés, el ex rezandero borracho, a los que le hacen notar el cambio en la gente. “Llegará también para ellos la hora de Dios”.

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DON FILIMÓN, de tecatista a catequista

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Tecate era su cerveza preferida y no le faltaban los pretextos para emborracharse hasta el codo.

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¿Había una boda, un velorio, una buena o mala noticia? “Hay que tomar –decía–, para festejar u olvidar”.

F E y

La gente lo llamaba “el tecatista” y algunos aseguraban que recibía dinero de la tienda para hacer propaganda del producto. No pasaba semana, que no llegara a emborracharse por lo menos una vez. Había temporadas en que demoraba tomando hasta un mes entero. Ya se había vuelto completamente irresponsable: conseguía trabajo y lo perdía; empeñaba el reloj, los aretes de la esposa y la máquina de coser; para el gasto no entregaba ni un centavo. Cuando suspendía la tomadera, se ponía inseguro, nervioso y tembloroso. Aunque quisiera, ya no lograba salir fuera del atolladero.

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Su esposa y sus hijos ya estaban hartos de él y deseaban su muerte como una liberación. Cuando ya todo parecía perdido, un amigo de parranda lo invitó a frecuentar un grupo de Alcohólicos Anónimos. Fue su salvación. El método de las veinticuatro horas funcionó y don Filimón dejó de ser tecatista. Poco a poco regresó a la Iglesia, participó en algún curso de formación y se volvió catequista. “De tecatista a catequista”. La gente lo ve y se admira, aunque a ciertas personas les dé risa. “Hogar, trabajo, capilla y sesión de Alcohólicos Anónimos: de hoy en adelante estos serán mis grandes amores”, confiesa con sinceridad don Filimón, el antiguo tecatista. Y parece que lo vaya a lograr.

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SILVIANA, la catequista de corazón Nació en una familia numerosa y nadie se preocupaba por sus problemas. Iba a la escuela o no iba, a nadie le importaba. Para sus papás, lo importante era trabajar y proporcionar a sus hijos techo, sustento y ropa.

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Por eso, Silviana creció temerosa, retraída y cerrada. A causa de sus problemas, no lograba concentrarse durante las clases. Empezó a faltar, se atrasó, hasta que ya no pudo seguir adelante. En lugar de ir a la escuela, leía libros en las bibliotecas, visitaba museos o paseaba por las calles y los parques. Los papás nunca le preguntaban qué año estuviera cursando en la escuela, ni ella tenía el valor suficiente para aclarar su situación. Su vida le parecía sin rumbo ni sentido, mientras los años pasaban sin remedio.

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Con el fin de encontrar una solución a su problema, empezó a frecuentar la Iglesia, contra la voluntad expresa de sus padres, que veían en la religión una pura pérdida de tiempo. Allá fue descubriendo a Dios, que es todo amor, le abrió su corazón y encontró la paz. Ahora Silviana es catequista a tiempo completo, el ídolo de los niños y las muchachas, que encuentran en ella confianza, apoyo y estímulo. Es la catequista “todo corazón”. No quiere que otros sufran aquella falta de amor, que tanto lamentó en los mejores años de su vida.

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FLORINO, el maniático del volante No puede manejar ni un burro y se metió en la cabeza que va a manejar un carro. Ya pasaron dos años de entrenamiento y todavía suda frío, cuando toma las llaves de la camioneta. La gente se asusta y se quita del camino, cuando lo ve pasar culebreando, brincando y reparando peor que una mula. Solamente Dios sabe cuántas veces se salió del camino y fue a parar en alguna zanja o maizal. Una vez se cayó de un puente, alto de unos tres metros. Apenas logró salirse por la puerta de la cabina, miró para arriba y exclamó con una cara completamente descolorida: “Está muy alto, ¿Verdad?”. Por lo que se refiere a los golpes, ni se diga. Él mismo ya perdió la cuenta.

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Pero nunca se desanima. Ya consiguió la licencia de chofer y está seguro de que algún día logrará ser un profesionista del volante. De plano que su optimismo no tiene límites.

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DON EFRÉN, el líder Ama más al pueblo que a su misma familia y, para defender al pueblo, está dispuesto a perder su dinero, su familia y hasta su misma persona. Un día le dijeron: “Los caciques desalojaron a los campesinos del ejido a tiros, como si fueran perros. Nadie sabe el número de muertos y los heridos”. Don Efrén se volvió loco de rabia. Tomó su rifle y corrió por los campos, para cortar la retirada a los asesinos. Más que un hombre, parecía una fiera. Tirando y ocultándose en los matorrales, logró dar una lección a los caciques, que nunca olvidarán hasta el término de sus días. Cumplida la venganza, se retiró del pueblo y se fue lejos, a buscar nuevas tierras para él y su gente.

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Ahora don Efrén vive feliz en el nuevo ejido, que el gobierno le concedió en la selva, lejos de la ambición y la codicia de los “influyentes”. Desde su guarida, que se levanta en la cumbre del cerro, observa alrededor y goza al contemplar las vacas que pastan tranquilamente los campos. el río que se desliza por el pueblo y el humo que sale de las chozas.

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SOR FILOMENA, la ideóloga Estudió en la universidad y consiguió unos dos o tres títulos. Es una experta en psicología, sociología y quién sabe que. Está consciente de su preparación y sus compañeras acuden a ella, para cualquier problema serio, que se presente en la evangelización. Sor Filomena estudia el caso y da su veredicto: “Se trata de un complejo, un trauma o un problema de explotación”. Ya se acostumbró a examinarlo todo con los ojos de la ciencia. Para ella, el análisis de la realidad es lo máximo. ¿Y la fe? ¿Y el esfuerzo por cambiar la realidad? “Puros cuentos”, contesta siempre. Por eso, se pasa los años examinando todo y no cambiando nada.

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Al ver como la gente sencilla es apreciada por el pueblo y logra organizar muchas comunidades, afirma que se trata de puro fanatismo, sin ningún influjo concreto sobre la realidad. Y se queda con su grupito de siempre, apegada a su método y convencida de que su línea es la única, que tiene sentido y validez. Ni modo. Es la ideóloga. Que siga examinando la realidad. Ojalá que algún día no se aburra y tire todo por la ventana.

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CARMELA, la tonta

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Así la llamaban en la familia: “Carmela, la tonta”.

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¿La causa? No era tan guapa como las demás hermanas, ni tan lista.

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Por eso, Carmela creció retraída, llena de complejos y miedos.

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Le daba pena presentarse en una reunión, decir su nombre o expresar alguna opinión. Era la última de la familia, la de los mandados. Y todos se sentían con el derecho de darle órdenes, gritarle, regañarla y pegarle. En la Iglesia fue donde se realizó su cambio. Allá empezó a tener responsabilidades y a expresar opiniones, cosa que logró transformarla por completo. En poco tiempo, “Carmela, la tonta” dejó atrás a sus hermanas, “guapas y listas”, por su manera de presentarse y especialmente por el montón de amigos, que empezó a llevar a la casa.

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Decían los jóvenes: “Vamos a la casa de Carmela”. Allá escuchaban música, bailaban…convivían. Carmela se volvió en la reina del grupo. No obstante que apenas había cursado la primaria, Carmela logró conseguir como novio a un ingeniero, con el que se casó y vive feliz. ¿Y las demás hermanas? Un desastre. Se casaron y descasaron una y otra vez. Andan rodando. Así pasa cuando uno, en lugar de fijarse en los auténticos valores, se basa en puras apariencias y tonterías.

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PADRE ESTEBAN, el penitente Todos conocían sus ayunos, su espíritu de oración y su grande caridad para la gente.

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Pero nadie se imaginaba hasta dónde llegaban sus penitencias.

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Un día avisó el portero que iría al hospital por unos malestares que sentía.

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Se veía muy fatigado, demacrado más de la cuenta, preocupado. Su mirada y sus gestos parecían de despedida. En efecto, los médicos le diagnosticaron un cáncer muy avanzado, que había invadido ya los intestinos y otros órganos vitales. Pero lo que más impresionó a todos, fue descubrir alrededor del tórax una especie de chaleco con mallas de hierro, cuyas puntas habían penetrado en el cuerpo y ya se habían incrustado en la carne. Tres días demoró en el hospital el padre Esteban y murió. Si no hubiera sido el cáncer, seguramente el padre Esteban se hubiera llevado a la tumba el secreto de sus extenuantes penitencias. Su recuerdo queda en bendición.

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ELENA, apóstol de la palabra Nunca había ido a la escuela y apenas había aprendido a deletrear, utilizando una cartilla de alfabetización. No tenía planes para su vida. Casarse, tener hijos, envejecerse y morir, le parecía una rutina asfixiante e insoportable. Anhelaba algo más grande y noble. Pero, ¿qué? Ella misma no lo sabía. La respuesta le llegó, cuando frecuentó un curso bíblico. La Palabra de Dios la fascinó; nunca había sospechado un mundo tan rico y maravilloso. Tomó su decisión: “Seré Apóstol de la Palabra. De hoy en adelante, esta será mi vida: comunicar a mis hermanos la Palabra de Dios”. Y se lanzó a la gran aventura de transmitir a los hermanos el mensaje de la salvación. Recorre los pueblos, visita las familias y dialoga con la gente. ¡Cuántos hermanos encontraron en su palabra aliento, consuelo y un motivo para seguir luchando en la vida! Impulsada por el deseo de ser siempre más útil a su pueblo, Elena se dedicó a estudiar y logró terminar la primaria abierta. Ahora frecuenta el Instituto de Teología para Seglares y está segura de que logrará terminar todos los estudios hasta recibirse. Elena ya tiene una razón para vivir. Por eso, su sonrisa es tan contagiosa y todos se disputan su amable compañía.

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PADRE RAFAEL, mejor dólares que dolores No nació para héroe; por eso trata de darles a todos por su lado, evitando de meterse en problemas.

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Su grande satisfacción consiste en haber demorado en su parroquia más de treinta años, sin que le haya llegado al obispo queja alguna.

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Es el consejero de todo el pueblo y todos le hacen caso.

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Hasta para sembrar la mariguana, le pidieron consejo. Y su respuesta estuvo perfectamente de acuerdo con lo que todos esperaban:

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“No es pecado sembrar la mariguana -les contesto-, puesto que se trata de la lucha por la vida. Lo importante es no dejarse agarrar por el gobierno y dar una ayudita a la Iglesia”. ¿Y los asesinatos que siguieron? ¿Y las familias que desaparecieron? El padre Rafael no sabe nada; es cosa de la gente. Lo único que le interesa es que sigan ayudando a la Iglesia, como buenos católicos.

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Un día le preguntaron: “¿Es cierto que el Santo Cristo es de carne y de hueso?” “Ustedes sigan adelante en la fe de sus padres”, les contestó. Es que el padre Rafael es muy listo: prefiere los dólares a los dolores; por eso está siempre de acuerdo con el pueblo. ¿Y la misión profética del sacerdote? ¿Su obligación de abrir los ojos a la gente? El padre Rafael no oye por este lado. Según él, la gente lo quiere y esto le basta. Lo de ser profeta y abrir los ojos a la gente le parece una verdadera locura que solamente acarrea problemas y nada más. Por eso, no quiere que en su diccionario ni se mencionen las palabras “profeta”, “liberación” y “despertar”.

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PADRE GABRIEL, envidia y celos Si fuera por mí, no llegaría ni a sacristán. Y, sin embargo, es sacerdote. Dese niño fue al seminario. estudió, pasó los exámenes, lo ordenaron. Así que todos sus papeles están en orden, pero su vida es un verdadero desastre. No hace nada más que pelear con la gente, regañar a todos durante la misa y humillar a cuantos se dejan, especialmente a los más pobres e ignorantes. Si alguien cuenta con cierta capacidad, se vuelve en su enemigo personal. Habla mal de él, le reprende a cada rato, trata de desanimarlo a como dé lugar. Su envidia y sus celos no tienen límite. Para apantallar, trata de estrenar continuamente ropa elegante.

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Pero nadie le cree. Todos saben que viene de una familia extremadamente pobre y que su inteligencia es menos que lo normal. Pobre hombre: solo, triste y amargado. Que bueno que no se casó. su matrimonio hubiera sido un auténtico fracaso. Ojalá que algún día Padre Gabriel encuentre algo que lo llene de veras y deje así de molestar a la gente a cada rato; Que en lugar de ponerse celoso del éxito ajeno, pueda encontrar su propia felicidad.

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PADRE LUCIO, vino y santidad

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Su desgracia: el vino.

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Toma de noche y de día; toma solo y en compañía; en la casa y en la cantina. No le importa que lo vean, lo critiquen o alaben. Padre Lucio sabe bien de qué pata está cojeando. Si no fuera por el vino, padre Lucio sería un santo. Siempre amable, siempre atento, respetuoso de la gente. No le gustan las envidias; aborrece la mala lengua. Siempre habla con la verdad: pan al pan y vino al vino.

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“ y R C Si lo encuentras por el camino, no te fijes en la cara; ve derecho al corazón y verás qué grande está. Padre Lucio, un ejemplo, de amor, paz y bondad. Si no fuera por el vino, llegaría a la santidad.

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RAMIRO, el fanfarrón “Que sí, que hoy, mañana; disculpe, no sé, porqué”. Ramiro, el fanfarrón. Cuidado: no creas en él. “Yo sí, conozco aquél; yo sí, lo tumbaré”. Ramiro, el fanfarrón. Cuidado: no creas en él. “Yo sí, yo soy testigo; yo vi, yo sé, yo estuve”. Ramiro, el fanfarrón. Cuidado: no creas en él.

Si quiere que te hagan caso, no seas como Ramiro. No seas un fanfarrón. Piensa, habla y actúa. No hables por hablar. Cuidado: dentro de ti, tal vez esté escondido Ramiro, el fanfarrón.

“Si quieres, te doy la mano; te juro eterna amistad”. Ramiro, el fanfarrón. Cuidado: no creas en él.

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MANUEL Y MARÍA EUGENIA, los ángeles de la caridad

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Como ángeles que vuelan sin mancharse, así su vida pasó por el mundo: glorificando a Dios, amando a todos, socorriendo al débil e indigente.

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Por sus manos el dinero pasó como lluvia que fecunda la tierra. Almas consagradas, pobres y huérfanos fueron predilectos de su corazón. A las sombras de sus enormes alas como por encanto se levantaron capillas, conventos y hospitales, para servicio de Dios y del prójimo. Fueron estériles según la carne, pero muy fecundos en el espíritu. Sacerdotes, religiosas y huérfanos los respetan y quieren como padres. Que el Señor les conceda larga vida llena de amor, paz y felicidad, hasta el día en que decida reunirlos en la mansión eterna de los cielos.

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MAGO, víctima de la costumbre Tenía quince años, cuando fracasó con su primer novio. Lloró, se desesperó… Todos se dieron cuenta. Desde entonces, Mago fue la oveja negra de la familia, sin ninguna esperanza de realizarse en la vida. A cualquier amiga que conseguía, le confiaba su triste secreto … y más se hundía. Lloraba durante la noche, se callaba en el día, a veces se quedaba sin comer. Ya no tenía ganas de vivir. Un día, invitada por algunas amigas, se acercó a un sacerdote, le abrió su corazón y por fin alcanzó la paz anhelada. Cambió de lugar, trató de no volver a contar a nadie su secreto y de olvidarse ella misma del problema. Empezó a trabajar y estudiar, a vestirse mejor… a confiar en la vida. Dentro de poco tiempo, consiguió novio y se casó, sin novedad. ¡Qué tremendo es el peso de la costumbre sobre los más débiles!

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DOMINGO, el sacristán No sé por qué no llegó a ser sacerdote. En efecto, el celo por la gloria de Dios lo devora hasta lo más profundo de su alma. Siempre contento, siempre alegre, Domingo es la imagen del hombre que vive, siente y derrama el amor de Dios. Aunque no esté encargado de ninguna capilla, todos lo llaman “Domingo, el sacristán”. Es que toda su vida es una entrega total a las cosas de Dios. Ahora se encuentra rezando por algún difunto; poco después corre a buscar a un sacerdote por una misa; visita a los enfermos; dialoga con las parejas para que se casen por la Iglesia; enseña la doctrina cristiana a los niños. Y para vivir, ¿cómo le hace? Es que vive con su hermano el casado, que le proporciona todo lo necesario. Además, la gente le da una que otra limosna y a veces lo invita a comer en su casa. Domingo es un ejemplo para todos. Su fe profunda y sencilla fascina a todos y los invita a ser mejores.

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Cuando reza, se parece a un ángel, completamente recogido y como sumergido en Dios. Nunca se oyó una mentira en su boca o salió un regaño de sus labios. Cuando ve que algo anda mal, busca alguna excusa, y si no es posible, agacha la cabeza y se calla. Domingo es el Juan Diego de los tiempos modernos, sin estudio, sin preparación teológica, pero con un grande amor hacia Dios y a los hermanos.

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PADRE LINO, el bienhechor secreto De veras que el corazón del hombre es un misterio. Parecía descuidado, amante de la copa y el dinero, y ahora me resulta un verdadero héroe. En lugar de pensar en lujos y comodidades, gastó todo su dinero en costear la carrera a un montón de gente. La única condición que les ponía, era que también ellos, una vez terminada la carrera y conseguido un trabajo, hicieran lo mismo con otros jóvenes, que aceptarán las mimas condiciones. Quién sabe, durante tantos años, hasta dónde habrá llegado esta cadena de amor, iniciada por el padre Lino. La mayoría de los jóvenes, que recibieron ayuda, quedaron en el anonimato. Uno que otro logró ser descubierto por la gente.

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Cuando alguien le hacía alguna pregunta al respecto, el padre contestaba invariablemente: “Es mi hermano de crianza”. Y se quedaba con su secreto. Por eso, nunca hizo caso a la gente que lo acusaba de ser tacaño y acumular dinero para el futuro. Hasta que no llegó la muerte y no se aclaró el enigma.

Ahora en el pueblo todos consideran al padre Lino como un auténtico santo, aunque de vez en cuando se pasaba de copas y regañaba a una que otra viejita. Es que de veras el corazón del hombre es un misterio.

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MEMO, el profeta menor Se aparece en el pueblo de vez en cuando y casi siempre pasado de copas. Se para enfrente de una cantina, en un restaurant o en el parque del pueblo. Y platica. Cuenta chistes, anécdotas personales e historias del tiempo de la revolución. A veces, en sus relatos, hace alguna alusión directa a uno que otro politiquillo local o cacique de la región. Siendo un verdadero mago de la palabra, la gente se le amontona a su alrededor y lo escucha en religioso silencio. De vez en cuando alguien le hace alguna pregunta para que aclare alguna idea o alusión a cierto personaje. Pero Memo se hace el desentendido. Para él, es suficiente aventar la piedra y despertar la inquietud.

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Huelga decir que los caciquillos y politiquillos del lugar lo odian a muerte, aunque en concreto no sepan de qué acusarlo. Algunos dicen que es un exseminarista o exsacerdote, muy metido en los problemas de la liberación. Otros dicen que es un comunista disfrazado. El hecho es que Memo nunca habla de religión. Lo que hace es ayudar a todos a ser más listos y a no dejarse tomar el pelo así nomás. Tal vez será un profeta menor, de los que abundan entre los pobres y que Dios manda para que aprendan a pensar y a defender sus derechos.

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CHUCHO, el taxista Es la edición moderna de Francisco de Asís, con un corazón grande como el mundo y un enorme deseo de libertad. Cuando se trata de hacer el bien, nada ni nadie lo puede detener Se avienta a ojos cerrados. ¿Hay que visitar a un enfermo? ¿Hay que llevarlo al hospital o conseguirle alguna medicina? ¿Hay que buscar a un sacerdote para auxiliarlo? Ahí está Chucho, el taxista, dando vueltas hasta no resolver el problema. ¿Algún matrimonio corre en peligro de fracasar? ¿Un joven necesita ayuda y consejo? ¿Un catequista pide auxilio, para resolver un problema difícil? Ahí está Chucho, el taxista, como el ángel de la guarda, siempre presente al momento oportuno. “Y para vivir, ¿cómo le hace?” -se preguntan algunos. Es suficiente saber que nunca le faltan los frijolitos. Y esto le basta.

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Vive en un cuartito rentado, casado y con hijos, en la más extrema pobreza. Y sin embargo, en su hogar todo es amor, comprensión y felicidad. La gente los observa y comenta: “Que bonita es la familia de Chucho, el taxista. Se ve que está bendecida por Dios”. En efecto, donde hay amor verdadero, ahí está Dios; y donde está Dios, no falta nada.

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APÓSTOL DE LA PALABRA Para el P. Flaviano Amatulli Valente en prenda de gratitud por la seguridad de su palabra y la transparencia alegre de su testimonio. De allá del “Viejo mundo” viniste a nuestra patria para encarnar afanes de luz y redención; has roto ligaduras, hundido esclavitudes, y abierto una ancha “brecha” color de corazón.

Fecundo sacerdocio izado en cinco lustros te lleva por la vida cantando tu canción; canción que brota fresca del fondo de tu alma, tan blanca y tan brillante cual cruz de redención.

Tu paso por la vida es huella que sí orienta, es la luz que sí ilumina, brasa que da calor; de LA PALABRA apóstol consagraste un día y has decidido a otros a hacer la misma opción.

Ve por la vida, hermano, cual otro “Poverello” cantando en las creaturas la gloria del Creador; y cuando al fin se llegue la hora de partida, se encuentren tus alforjas colmadas de Su Amor.

Pbro. Salvador Santiago Iglesias Tepic, Nay.; noviembre 25 de 1990.

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LAS BIENAVENTURANZAS DEL PADRE AMATULLI 1)

Feliz el hombre que lee y viaja mucho. Es como un águila que vuela en las alturas. ¡Ay del hombre que no acostumbra ni leer ni viajar! Se parece a un ratón encerrado en un hoyo.

2)

Feliz del hombre que aprendió a pensar. Es como un atleta entrenado para el triunfo ¡Ay del hombre que no sabe pensar! Se parece a un viajero, caminando en una noche oscura.

3)

Feliz el hombre que sabe expresar su opinión. Es como una fragante rosa primaveral que alegra, estimula y enriquece. ¡Ay del hombre que no sabe pensar! Se parece a un palo abandonado en el medio del camino, que sólo sirve para estorbar.

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4)

Feliz el hombre que nunca rehúsa tomar compromisos. Es como un alpinista, que de cumbre en cumbre llega a escalar hasta las más altas montañas. ¡Ay del hombre que le tiene miedo a los compromisos! Se parece a un eterno espectador, que nunca sueña con subir al ring.

5)

Feliz el hombre responsable. Es como un árbol frondoso, al que todos se acercan en busca de sombra en un día caluroso. ¡Ay del hombre irresponsable! Se parece a un carro chocado, del cual solamente se aprovecha una que otra pieza en caso de necesidad.

6)

Feliz el hombre constante. Es como una gota de agua, que con el tiempo llega a perforar hasta la roca más dura. ¡Ay del hombre inconstante! Se parece a un eterno aprendiz, que continuamente cambia de oficio y nunca llega a ser maestro.

7)

Felices ustedes cuando se dejen guiar por las ideas y tengan una meta bien fija en la vida. Serán como roca firme, que ningún aguacero o temblor podrá mover. ¡Ay de ustedes! Si no tienen ningún ideal en la vida y se dejan guiar por el sentimiento. Se parece a la paja del campo, que el viento lleva de un lugar a otro sin rumbo alguno y que todos pisan sin darse cuenta.

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ÍNDICE GENERAL PRÓLOGO...........................................................................................................................................3 Padre Flaviano Amatulli Valente, fmap: Un Apóstol de la Palabra de Dios.........................5

PARTE 1: PENSAMIENTOS DE UN PEREGRINO

EL ÚLTIMO DÍA..................................................................................................................................15 PEREGRINO........................................................................................................................................15 MI LUCHA...........................................................................................................................................16 COMO EL ÁGUILA..............................................................................................................................16 EL ROSTRO DE DIOS........................................................................................................................17 ¿POR QUÉ?.........................................................................................................................................17 SOY LIBRE...........................................................................................................................................18 NO TENGAS MIEDO..........................................................................................................................18 A DON SERGIO MENDEZ ARCEO Obispo de Cuernavaca.........................................................19 SIN DIOS, NO HAY PAZ.....................................................................................................................20 PONTE TIGRE.....................................................................................................................................21 LA VENGANZA DEL ENANO.............................................................................................................22 SEGUIRÉ VIVIENDO..........................................................................................................................23 SOY SEMBRADOR.............................................................................................................................23 EL DINERO..........................................................................................................................................24 MI CORAZÓN.....................................................................................................................................25 ¿CON QUIÉN ESTAS?........................................................................................................................25 SEAN COMPASIVOS..........................................................................................................................26 EL PAYASO..........................................................................................................................................27 EL PERRITO MAÑOSO......................................................................................................................28 SI CRISTO VOLVIERA HOY...............................................................................................................29 SOY PASTOR......................................................................................................................................30 SIGA LA FIESTA..................................................................................................................................31 LA ANTORCHA...................................................................................................................................32 MI FANTASMA....................................................................................................................................33 EL FARISEO Y EL PUBLICANO.........................................................................................................34 LA JUVENTUD....................................................................................................................................35 NO HUYAS..........................................................................................................................................35

PARTE 2: LUCHANDO POR EL REINO

PRESENTACIÓN.................................................................................................................................39 LAS TECLAS DEL PIANO...................................................................................................................40 EL HORMIGUERO..............................................................................................................................41 A RIOS MONTT, USURPADOR DE GUATEMALA...........................................................................42 LOS CAUDILLOS................................................................................................................................43 LIBERACIÓN.......................................................................................................................................44 ASÍ LO QUISO DIOS..........................................................................................................................45 RUINAS...............................................................................................................................................47 MISIÓN ARRIESGADA.......................................................................................................................48 MI FUERZA.........................................................................................................................................49 RESURRECCIÓN.................................................................................................................................50 LA VERDAD........................................................................................................................................52 EL HOMBRE........................................................................................................................................54 MISIONERO........................................................................................................................................56 PAPA POR UN AÑO...........................................................................................................................58

PADRE.................................................................................................................................................60 POETA.................................................................................................................................................62 TESTARUDO.......................................................................................................................................63 PASTOR Y OVEJA...............................................................................................................................64 COMO LA ABEJA................................................................................................................................65 LOS POBRES......................................................................................................................................66 ¿Y EL PUEBLO?..................................................................................................................................68 ¿UTOPÍA?............................................................................................................................................71 CORRUPTO Y TRAIDOR....................................................................................................................72 BURGUÉS DESFRAZADO.................................................................................................................74 LUCHA DE CONCIENCIAS................................................................................................................77 JESÚS Y ZAQUEO..............................................................................................................................79 APOCALIPSIS.....................................................................................................................................81 LOS TIRANOS CAERÁN.....................................................................................................................85 TU GUARDIÁN NO DUERME............................................................................................................86 ¿QUÉ TE IMPORTA?..........................................................................................................................87 IGUALDAD..........................................................................................................................................88 EL CEDRO Y LA BASURA..................................................................................................................89 AGUIJÓN.............................................................................................................................................90 PAZ......................................................................................................................................................91 COMO UN PAQUIDERMO................................................................................................................92 POBREZA............................................................................................................................................94 LA OVEJA PERDIDA...........................................................................................................................96

PARTE 3: LA GARROCHA

PRESENTACIÓN.................................................................................................................................101 GARROCHA DE LOS POBRES..........................................................................................................102 EL HOMBRE DE LA CARGA..............................................................................................................103 VAGABUNDO DEL EVANGELIO.......................................................................................................104 EL ZANCUDO.....................................................................................................................................105 EL COBARDE Y EL VALIENTE...........................................................................................................105 LIMOSNERO.......................................................................................................................................106 EL TESORO ESCONDIDO.................................................................................................................106 RELIGIÓN DE MUERTOS...................................................................................................................107 ÁGUILA Y LEÓN.................................................................................................................................107 UN MUNDO DE PANTALLAS............................................................................................................108 DERRAMANDO ROSAS.....................................................................................................................108 LA MIEL Y EL VINAGRE.....................................................................................................................109 CAMBIAR............................................................................................................................................109 ¿VOTO DE PROBREZA?....................................................................................................................110 COMO LAS NARANJAS.....................................................................................................................110 LA JAULA DEL ORO...........................................................................................................................112 EL DORMILON....................................................................................................................................112 EL DESTINO........................................................................................................................................113 EL VIEJO CAMIÓN.............................................................................................................................113 SINTONÍA............................................................................................................................................114 LA TORRE DEL PODER......................................................................................................................114 EL LÍDER.............................................................................................................................................115 CONTRADICCIÓN..............................................................................................................................115 CAMPESINO.......................................................................................................................................116

PARTE 4: FRAGMENTOS DEL PROFETA AMATU

JUDIT...................................................................................................................................................118 ¡A LA CALLE!......................................................................................................................................119 LOS HIJOS DE LA LUZ.......................................................................................................................120 NO TENEMOS TIEMPO.....................................................................................................................121

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TENEMOS GANADO..........................................................................................................................122 LOS POBRES SON EVANGELIZADOS.............................................................................................123 EL HOMBRE ROBOT..........................................................................................................................124 POLITICOS CORRUPTOS..................................................................................................................125 LOS FALSOS PROFETAS...................................................................................................................127 EL ORGULLO DE LOS PODEROSOS...............................................................................................129

PARTE 5: LA BRECHA

PRESENTACIÓN.................................................................................................................................133 ABRIENDO BRECHA..........................................................................................................................134 LA SOLUCIÓN....................................................................................................................................134 EL ZORRILLO......................................................................................................................................135 ARTISTA DE LO INDEFINIDO...........................................................................................................135 EL PAYASO..........................................................................................................................................136 LA VÍBORA..........................................................................................................................................136 MIS TESOROS....................................................................................................................................137 POR INTERÉS.....................................................................................................................................137 AMBICIÓN..........................................................................................................................................138 EL JERARCA........................................................................................................................................138 GUÍA....................................................................................................................................................138 GRACIAS, SEÑOR...............................................................................................................................139 LOS POBRES......................................................................................................................................140 EL PERRO............................................................................................................................................141 EL COMEJÉN......................................................................................................................................141 LA BRECHA O LA CARRETERA........................................................................................................142 LA POESÍA..........................................................................................................................................142 DECEPCIÓN........................................................................................................................................142 LA INTUICIÓN....................................................................................................................................143 ACTOR.................................................................................................................................................143 CUERDA LARGA.................................................................................................................................144 CONFIANZA........................................................................................................................................144 LA PACIENCIA DE LOS POBRES......................................................................................................145 EL LORO FELIZ...................................................................................................................................146 ENVIDIOSO........................................................................................................................................146 EL FALSO MAESTRO.........................................................................................................................147 DIOS....................................................................................................................................................147 EL ERROR Y LA VERDAD..................................................................................................................148 LA GRATITUD.....................................................................................................................................148 ADELANTE..........................................................................................................................................149 EL COBARDE......................................................................................................................................149 EL MAR................................................................................................................................................150 AMISTAD.............................................................................................................................................150 OPCION POR LOS POBRES..............................................................................................................151 ABSTENCIÓN.....................................................................................................................................151 EL POETA............................................................................................................................................152 EL LIDER–CACIQUE...........................................................................................................................152 LA ORACIÓN......................................................................................................................................153 EL AMANECER...................................................................................................................................153 MILAGROS..........................................................................................................................................154 LA LEY DE LA SELVA.........................................................................................................................155 MI IDEAL.............................................................................................................................................156 REALISMO..........................................................................................................................................156 RODANDO..........................................................................................................................................157 LA PRUEBA DEL DINERO.................................................................................................................157 PRETEXTOS........................................................................................................................................158 ¿FIN O INICIO?...................................................................................................................................158

285

¿PRO O CONTRA?.............................................................................................................................159 LA INSPIRACIÓN................................................................................................................................159

PARTE 6: IDEAS FRESCAS

AL SEÑOR DE LAS IDEAS.................................................................................................................163 ¡CUIDADO CON LA CABEZA!...........................................................................................................165 EL FESTIN DE TRAJE.........................................................................................................................166 SEMBRANDO IDEAS.........................................................................................................................166 QUISIERA............................................................................................................................................166 EL ANTIHEROE...................................................................................................................................167 DESDE TEMPRANO...........................................................................................................................167 PEQUEÑO MUNDO...........................................................................................................................167 EL MILAGRO DE LAS IDEAS.............................................................................................................168 VIDA INÚTIL.......................................................................................................................................168 LA AVENTURA DEL AMOR...............................................................................................................169 VIRGEN...............................................................................................................................................169 EL CLUB DE LOS PENDEJOS............................................................................................................170 LOS DIOSES DE TURNO...................................................................................................................170 LA SÚPLICA DEL NO NACIDO.........................................................................................................171 ARREPENTIDO...................................................................................................................................171 EL MÚSICO SOLITARIO.....................................................................................................................172 A LA VIRGEN DE GUADALUPE........................................................................................................172 ENTREGA............................................................................................................................................172 JUNTOS PARA SIEMPRE...................................................................................................................173 PLEITO Y PLEITO...............................................................................................................................174 SEMBRADOR......................................................................................................................................174 EN NOMBREDE DIOS O DEL PUEBLO............................................................................................175 CABALLO DE CARRERA....................................................................................................................175 MEJOR FRIJOLES QUE FLORES.......................................................................................................176 PENSAR...............................................................................................................................................176 EL DELITO DE NO HACER NADA.....................................................................................................177 EXCELSIOR.........................................................................................................................................177 CUENTA CONMIGO...........................................................................................................................177 REQUIEM PARA UN SEÑOR CURA..................................................................................................178 GRATITUD...........................................................................................................................................178 OPCIÓN POR LOS POBRES..............................................................................................................179 PEOR QUE JUDAS.............................................................................................................................179

PARTE 7: GOTITAS

SER.......................................................................................................................................................182 SOLEDAD............................................................................................................................................182 MONÓLOGOS....................................................................................................................................182 ESFUERZO INÚTIL.............................................................................................................................182 CONCIENCIA......................................................................................................................................182 DISCÍPULOS.......................................................................................................................................183 VOLAR.................................................................................................................................................183 MIS AMORES......................................................................................................................................183 DEJAR..................................................................................................................................................183 AMOR AUTÉNTICO............................................................................................................................183 ACEPTACIÓN......................................................................................................................................183 ÉPILOGO.............................................................................................................................................185

PARTE 8: RETRATOS

PRESENTACIÓN.................................................................................................................................189 MARISA, la eterna estudiante........................................................................................................191 ANGÉLICA, sonrisa y palabra.........................................................................................................192

286

MIGUEL, el gordo predicador........................................................................................................194 JUAN, el santo fracasado................................................................................................................196 DON RODRIGO, el político frustrado...........................................................................................198 PADRE CALIXTO, el guerrillero de salón.....................................................................................200 DON JUSTO, el caballero errante del siglo veinte....................................................................202 ONOFRE el indio que nació para mandar...................................................................................204 ERNESTO, el hijo bastardo..............................................................................................................206 PADRE GOYO, el cura enojón.........................................................................................................208 PADRE NACHO, el sacerdote de los pobres................................................................................210 SANTIAGO, el camaleón..................................................................................................................212 RODOLFO, el ministro tramposo..................................................................................................214 LUIS, el visionario............................................................................................................................216 HERMANA SOFÍA, gozo y tormento..............................................................................................218 DOÑA CATALINA, la reina de la tribu...........................................................................................220 CHUCHO, el traficante de mariguana..........................................................................................222 VICENTE, el niño mimado...............................................................................................................224 HERMANA REBECA, la sanguinaria...............................................................................................226 JUAN CARLOS, el enigma de los brujos.......................................................................................228 KARINA, la muchacha condenada a morir de hambre.............................................................230 DANIEL Y MARY, los rojillos............................................................................................................232 MARTA, la maestra politiquilla......................................................................................................234 CONCHA Y LOLITA, víctimas de la pobreza................................................................................236 DON FAUSTINO, el patriarca de los pobres................................................................................238 DON ÁLVARO, el presidente de la colonia..................................................................................240 DON ANTONIO, el santo de carne y hueso.................................................................................242 PANUCIO, maestro y campesino...................................................................................................244 DON ANDRÉS, el rezandero borracho..........................................................................................246 DON FILIMON, de tecatista a catequista.....................................................................................248 SILVIANA, la catequista de corazón..............................................................................................250 FLORINO, el maniático del volante..............................................................................................252 DON EFRÉN, el líder.........................................................................................................................254 SOR FILOMENA, la ideóloga...........................................................................................................256 CARMELA, la tonta............................................................................................................................258 PADRE ESTEBAN, el penitente.......................................................................................................260 ELENA, apóstol de la palabra.........................................................................................................261 PADRE RAFAEL, mejor dólares que dolores................................................................................262 PADRE GABRIEL, envidia y celos...................................................................................................264 PADRE LUCIO, vino y santidad.......................................................................................................266 RAMIRO, el fanfarrón.......................................................................................................................267 MANUEL Y MARÍA EUGENIA, los ángeles de la caridad............................................................268 MAGO, víctima de la costumbre...................................................................................................269 DOMINGO, el sacristán...................................................................................................................270 PADRE LINO, el bienhechor secreto.............................................................................................272 MEMO, el profeta menor................................................................................................................274 CHUCHO, el taxista..........................................................................................................................276 APÓSTOL DE LA PALABRA...............................................................................................................279 APÉNDICE: LAS BIENAVENTURANZAS DEL PADRE AMATULLI.................................................281

287

Se terminó de imprimir el 18 de enero de 2019. 15,000 ejemplares
Vida y sueños de un misionero

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